Por Ángel Darián Santa CruZ
De la redacción de Deportes
Como sucede anualmente las mayores miradas de los amantes del llamado deporte ráfaga se concentraron en el acontecer de la temporada 2023-2024 de la National Basketball Association, (NBA), de la cual aún quedan latentes los recuerdos de una edición que coronó a un histórico, Boston Celtics.
Luego de una buena etapa clasificatoria en la concluyeron líderes de la conferencia este con balance de 64-18, los Celtics se enfrascaron en unos “play off”, en busca de alcanzar una corona esquiva desde 2008.
En la postemporada mantuvieron su racha demoledora y doblegaron a los Heat de Miami (4-1), Cavaliers de Cleveland (4-1) y Pacers de Indiana (4-0) para encarar ante los Mavericks de Dallas la final de la septuagésima octava edición de la NBA.
Los más especialistas daban a Boston como favorito, aunque Dallas acumulaba herramientas para sacar más de un susto a cuanto rival se antepusiera, pero esta vez no hubo sorpresas y el anillo se vestiría de verde por decimoctava vez en la historia para así convertir a la franquicia en la más ganadora del principal certamen de los aros y los tableros en EEUU.
La quinteta de Massachussets ganó 4-1 la final con marcadores 107-89, 105-98, 106-99, 84-122 y 106-88 para superar a Los Ángeles Lakers, dueños de 17 cetros.
El triunfo de Boston constituyó el segundo en el presente siglo luego de esperar 16 años y se sumó a los triunfos de 1957, 1959, 1960, 1961, 1962, 1963, 1964, 1965, 1966, 1968, 1969, 1974, 1976, 1981, 1984, 1986.
Jaylen Brown ganó el Premio Jugador Más Valioso de las Finales mientras Jason Tatum se erigió como líder indiscutible del conjunto que tuvo en Kristaps Porzingis, Jrue Holiday, Al Horford y Derrick White a fieles escuderos.
Tal vez sin tanto impacto mediático y seguimiento, pero con un nivel elevado gracias al quehacer de grandes luminarias, en el apartado femenino la Women’s National Basketball Association (WNBA) también tuvo su accionar y coronó por vez primera a Las New York Liberty.
Un tenso quinto partido ante las Minnesota Lynx extendido a tiempo extra que finalizó con victoria neoyorquina 67-62, rompió la “maldición” del elenco que había caído en las cinco finales que había disputado.
La ciudad de Nueva York volvió a sonreír de la mano de un equipo de baloncesto más de 50 años después, tras el título de Los Knicks en 1973.
Con las estrellas Breanna Stewart y Sabrina Ionescu como figuras descollantes, Liberty contó además con Jonquel Jones, líder anotadora del duelo decisivo al producir 17 cartones, Leonie Fiebich y Nyara Sabally, para hacer realidad un sueño capaz de desaparecer una y otra vez hasta este 2024.
El cierre de campaña en la WNBA devino espectáculo inmenso, los cinco juegos se decidieron en las postrimerías y dos de ellos extendidos a tiempo extra, motivos por los cuales se contabilizaron niveles de audiencia nunca antes vistos. En medio de los triunfos de Celtics y Liberty, el baloncesto mundial en el nivel de selecciones nacionales concentró su calidad en unos Juegos Olímpicos, con París como anfitriona.
Fieles a su poderío, los elencos de Estados Unidos reinaron en ambos sexos, un resultado nada sorpresivo, aunque sus triunfos los consiguieron con mucho más esfuerzo de lo esperado y tuvieron que ir casi al límite para doblegar a sus rivales en las respectivas finales.
El llamado Dream Team norteamericano superó 98-87 a Francia en la final gracias en gran medida a la ofensiva de Stephen Curry, autor de cuatro triples consecutivos en el último cuarto que liquidó las esperanzas francesas cuando estos amenazaban con un histórico repunte.
Los campeones exponentes ganaron el primer, segundo y cuarto cuartos (20-15, 29-26 y 26-21) y solo cedieron en el tercero (23-25) para conquistar su quinta medalla de oro consecutiva en Olimpiadas con el Bercy Arena parisino.
Curry logró su primer cetro olímpico y consiguió 24 puntos, un rebote y cinco asistencias para convertirse en la figura del partido, mientras Devin Booker y Kevin Durant anotaban 15 tantos ante más de 12 mil espectadores que apoyaban al quinteto local.
Con ese éxito, Estados Unidos alcanzó su cetro 17 en 21 torneos de baloncesto para hombres en citas bajo los cinco aros, con la desaparecida Unión Soviétiva (Múnich 1972 y Seúl 1988), Yugoslavia (Moscú 1980) y Argentina (Atenas 2004) como únicos equipos capaces de liderar el podio en citas cuatrienales.
La selección femenina cumplió con los vaticinios y por octava vez al hilo reinó, pero ante Francia vivió momentos de incertidumbre y un 67-66 final evidenció la paridad de un partido en el cual estuvieron gran parte de él por debajo en el marcador.
Con un 20-18 a su favor Estados Unidos llevó el duelo 45-43 al cuarto y último parcial el cual cerró con una espectacular canasta de la francesa Gabby Wiliams sobre el pitazo final cuando el juego se encontraba 67-64 a favor de las multicampeonas olímpicas, pero esta pisó la línea de tres puntos y la canasta marcó solo dos unidades para el 67-66 definitivo.
A’ja Wilson con 21 unidades comandó a las titulares en París y la leyenda Diana Taurasi, aunque no dispuso de minutos en el duelo, se convirtió en el único deportista sin distinción de sexo en lograr seis coronas olímpicas consecutivas, desde Atenas 2004, en un deporte colectivo.
La medalla de oro de las estadounidenses no solo les permitió alargar su racha de imbatibilidad en certámenes bajo los cinco aros, pues no ceden en un partido desde Barcelona 1992 cuando sucumbieron en las semifinales de la cita ante el Equipo Unificado de las repúblicas soviéticas.
Esa medalla dorada permitió que los estadounidenses llevarse el primer lugar general de los Juegos Olímpicos de París al desplazar a China al segundo escaño.
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