Por Julio Morejón Tartabull
De la redacciòn de Àfrica y Medio Oriente
A poco más de 10 meses de la supuesta “reacción” al ataque del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas) –que mostró la falla defensiva del Estado sionista- la rutina genocida anti árabe ratifica ser parte de un guion que desborda la venganza.
Para el analista español Jesús A. Núñez Villaverde, el primer ministro Benjamín Netanyahu y los suyos aprovechan la ocasión de aquel ataque para acercar a Tel Aviv a su objetivo: obtener el dominio total de la Palestina histórica, desde el río Jordán hasta el Mediterráneo
Al asesinar a màs de 40 mil gazatìes, se intenta crear una situación de inseguridad regional, aunque beneficiosa para terceros que pretenden aprovechar toda inestabilidad a fin de imponer sus intereses en las fuentes petroleras.
Se busca también “culminar el proyecto de hacer no ya sólo de Israel, sino también del Territorio Ocupado Palestino (Gaza y Cisjordania, incluido obviamente a Jerusalén Este), un Estado judío”, añade Núñez Villaverde.
El plan sionista es y fue un proyecto colonial, para cuya materialización sus promotores lograron el apoyo de uno de los mayores poderes imperiales de principios del siglo XX, el británico.
La intenciòn genocida de Netanyahu sigue el patrón terrorista ejecutado a lo largo de 76 años, durante los cuales Israel se burló del derecho internacional y se esforzó en ser un ente enteramente reaccionario.
“El sionismo en Palestina es una extensión del imperialismo occidental en Tierra Santa, dijo al sitio digital aa.com el historiador Ussama Makdisi, y agregó que la referencia más sólida al respecto se ubica en la Declaración Balfour de 1917 y no en la acción militar del 7 de octubre de 2023.
La carta de intención dirigida por el canciller británico Arthur James Balfour a la millonaria familia judía Rothschild, en apoyo a la creación de un hogar nacional judío fue un postre dispuesto en la cena colonialista en la Primera Guerra Mundial.
En la empalizada reaccionaria la perversión ideológica denominada sionismo es esencial, pese a que los hechos en la Franja comenzaron a restarle credibilidad y auditorio, pues la verdad está en los restos de miles de civiles sepultados bajo los escombros de sus viviendas bombardeadas.
Esta etapa del conflicto árabe-israelí y su epicentro en la causa palestina, podría extenderse como evento bélico hasta el 2025, opinó Tzachi Hanegbi, asesor de Seguridad Nacional de Netanyahu.
Asimismo, la agresividad demostrada hasta hoy por el gobierno sionista reduce al máximo las probabilidades de un concierto global de paz.
Como en los tiempos de las Intifadas, una total ocupación militar de la Margen Occidental del Jordán podría devenir escenario de conflicto, si además el asunto de de Gaza no concluye con una solución viable y permanente basada en el respeto a la integridad del ciudadano palestino.
DISCURSO VICIADO
Estados Unidos comparte su almohada con la extrema derecha, evidente en su compromiso de aprobar una venta de armas por 20 mil millones de dólares para que Tel Aviv pudiera resarcir su desgaste en la operación contra Hamas, pero tal beneficio comercial no es bien visto por el espacio árabe-musulmán.
Washington y sus aliados aguardan por una solución, que depende de hechos difíciles de controlar, entre los que se cuentan demandas éticas, religiosas y otras propias de una zona que por décadas sufrió injusticia y la amenaza de los planes sionistas.
En tiempos de globalización, una acción armada disparatada puede calentar una región y causar un efecto imprevisible y máxime cuando se cita contantemente el tema del peligro nuclear, al cual, por cierto, solo puede apostar Tel Aviv, el ùnico poseedor de ese tipo de arma en Medio Oriente.
Al respecto, el ministro israelì de Patrimonio, Amichay Eliyahu, declaró que todas las personas de Gaza son combatientes y qlanzar una bomba nuclear sobre la Franja “es una posibilidad”.
Aunque miembros del gabinete sionista se distanciaron de las declaraciones de Eliyahu, si compartieron que: “No hay lugar para la Franja de Gaza, no debería existir el norte de la Franja de Gaza. Cualquiera que levante la bandera de Hamas no debería seguir viviendo en la Tierra”.
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