viernes 27 de diciembre de 2024
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Apagones y más impuestos en panorama económico del 2024 en Ecuador

Quito (Prensa Latina) El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA), el fin de los subsidios a los combustibles y los apagones hicieron del 2024 un año que impactó los bolsillos de la mayoría de los ecuatorianos.

Por Adriana Robreño

Corresponsal jefe en Ecuador

Lo pactado entre el FMI y el Ejecutivo ecuatoriano marcó el panorama económico en esta nación sudamericana, pues varias de las medidas adoptadas forman parte de las condiciones de ese organismo a cambio del préstamo.

En mayo pasado, ambas partes firmaron un acuerdo de Servicio Ampliado del Fondo (SAF, en inglés) para recibir cuatro mil millones de dólares en cuatro años y por esa cantidad Ecuador pagará un interés de alrededor de ocho por ciento en un plazo de 10 años.

El primer desembolso por mil millones de dólares llegó en junio, en medio de críticas de políticos, expertos y representantes de los movimientos sociales y sindicales por las condiciones que habitualmente exige esa entidad.

Para el Gobierno de Daniel Noboa, ese apoyo financiero asegura la estabilidad económica y facilita la obtención de recursos adicionales pues el Ejecutivo alega que recibió deudas enormes cuando asumió en noviembre de 2023.

Por otro lado, la Comisión de Transparencia, Participación Ciudadana y Control Social de la Asamblea Nacional (parlamento) analizó lo pactado y recomendó declarar como ilegítimo el acuerdo con el FMI, que consideran inconstitucional.

La mesa legislativa concluyó que el crédito no tiene como finalidad financiar el gasto social o invertir en el desarrollo, sino el pago de la deuda generada por préstamos anteriores del FMI y otros acreedores externos.

IVA AL 15 POR CIENTO, TODO MÁS CARO

Desde el 1 de abril de 2024 el IVA aumentó en Ecuador de 12 a 15 por ciento, y aunque se presentaron denuncias de inconstitucionalidad, la medida sigue en vigor y se mantendrá en 2025, según anunció el presidente Noboa.

El alza de ese tributo, que incide sobre la compra de bienes y servicios, fue parte de una reforma tributaria impulsada por el mandatario con el objetivo de recaudar fondos para afrontar los operativos militares y policiales en el marco del conflicto armado interno.

Sin embargo, la medida fue cuestionada por algunos sectores que presentaron demandas ante la Corte Constitucional.

Para expertos, como el exministro de Economía Marco Flores, subir ese impuesto forma parte de la receta del FMI para Ecuador, algo establecido en el acuerdo entre ambas partes.

Según explicó Flores hace unos meses, elevar el IVA reduce el poder adquisitivo de los ingresos y vuelve al país más caro y menos competitivo.

Cifras del Servicio de Rentas Internas (SRI) indicaron que de abril a junio, las ventas locales disminuyeron siete por ciento comparadas con el mismo periodo de 2023, al caer de 55 mil 13 millones a 51 mil 154,6 millones de dólares.

La caída en los niveles de ventas ocurrió como efecto del golpe que representó para la población ecuatoriana el incremento del IVA del 12 al 15 por ciento, así como el impacto de la primera temporada de cortes energéticos, registrados el pasado mes de abril.

El gobernante llegó a minimizar el impacto de la subida del tributo, al afirmar que alimentos de la canasta básica, medicinas, educación y transporte público no resultan afectados.

No obstante, en la práctica, como parte de la cadena productiva, todo subió, sobre todo porque las gasolinas más utilizadas, además de ser más caras por el alza del IVA, le eliminaron subsidios.

FIN DEL SUBSIDIO A COMBUSTIBLES

Diversos sectores sociales de Ecuador expresaron su inconformidad con el alza del precio de las gasolinas de bajo octanaje que entrará en vigor el 28 de junio por decreto del presidente Daniel Noboa.

En aquel momento, el dirigente de la Federación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), Gary Espinosa, consideró “impresentable”, esa medida, que asegura busca cumplir con las intenciones del FMI.

Es una medida de ajuste contra el pueblo ecuatoriano, aseveró el titular de la Fenocin, que advirtió sobre el encarecimiento de la vida con esa decisión que busca beneficiar al sector privado de los hidrocarburos.

El Gobierno desde ese momento se comprometió a entregar una compensación económica a dueños de taxis y propietarios de otros vehículos de transporte público para amortiguar el alza del combustible sin necesidad de elevar el costo de los pasajes.

Con la disposición, firmada por Noboa, las gasolinas denominadas aquí Extra y Ecopaís, pasaron en un primer ajuste de 2,46 a 2,72 dólares por galón.

Desde entonces cada mes varía el precio en un esquema mediante el cual puede subir máximo un cinco por ciento o bajar hasta un 10 por ciento mensualmente, en dependencia de la variación del valor internacional del petróleo y de los combustibles.

En Ecuador, en octubre de 2019 y en junio de 2022, organizaciones sociales, indígenas, trabajadores, estudiantes y diversos sectores salieron a las calles a expresar su rechazo a la agenda neoliberal de los entonces presidentes Lenín Moreno y Guillermo Lasso que también pretendían eliminar los subsidios a los combustibles.

Sin embargo, en esta ocasión las protestas fueron mucho menores y no lograron impedir la entrada en vigor de la medida.

EN PENUMBRAS

Quizás el hecho que más impactó la economía nacional fueron los cortes de electricidad, que tuvieron dos temporadas, una en abril y otra de septiembre a diciembre.

En ambos momentos la causa de los apagones fue la sequía en una nación que depende de las hidroeléctricas y la falta de inversiones oportunas en fuentes de generación alternativas, como prevía el Plan Maestro del sector.

Desde el 23 de septiembre hasta el 20 de diciembre Ecuador enfrentó cortes de luz prolongados que llegaron a ser de hasta 14 horas diarias en todo el país, con un déficit de entre mil y mil 500 megawatts.

Gremios industriales y comerciales estimaron que las pérdidas ascendieron a 12 millones de dólares por cada hora sin luz.

A mediados de noviembre, las interrupciones se redujeron a ocho horas, luego a seis y finalmente fueron de dos horas por jornada.

La compra de energía a Colombia y el reinicio de las lluvias fueron factores que propiciaron la mejoría.

Por otro lado, el Ejecutivo, ya con el problema encima, buscó alternativas de generación térmica y contrató dos barcazas flotantes turcas.

Asimismo, con la empresa estadounidense Progen firmó un convenio para adquirir motores a diesel para las centrales de Salitral y Quevedo, sin embargo, ha habido problemas.

La compañía recibió una penalización de 900 mil dólares por los retrasos en los plazos de entrega e instalación de las unidades de generación y funcionarios vinculados al proceso, incluidos los administradores del contrato, fueron removidos de sus cargos.

Pese a la promesa de Noboa de que en diciembre no habría apagones, el mes comenzó con cortes, aunque finalmente el día 20 el sector residencial logró tener electricidad todo el tiempo.

No obstante, siete industrias con gran consumo están sin servicio durante 15 días, hasta el 31 de diciembre, con su consecuente impacto en la producción y el empleo.

El ministro de Economía y Finanzas, Juan Carlos Vega, estimó que los apagones provocaron afectaciones de uno a 1,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

La oposición ecuatoriana insiste en que ese problema se pudo evitar porque desde el 2023 hubo racionamientos, en el periodo de Guillermo Lasso, y se sabía de la fuerte sequía que se avecinaba.

Esa idea la reforzó la exministra de Energía de Noboa, Andrea Arrobo, quien se negó a defenderse en un proceso de juicio político en su contra por temor a represalias del Gobierno.

En una carta enviada a los legisladores, Arrobo señaló que si muestra públicamente sus conversaciones con el presidente, podría probar que le advirtió al mandatario sobre la gravedad de la crisis energética y cómo insistió en hacerlo público para que la ciudadanía estuviera preparada.

Arrobo, destituida del cargo en abril de 2024, tras cinco meses de gestión, fue acusada por Noboa de presunto sabotaje en medio de una declaración de emergencia eléctrica.

¿HAY RECESIÓN?

En agosto pasado, el ministro Vega negó que existiera una recesión en esta nación sudamericana, luego de que un informe del Banco Central aseguró que ese sector atraviesa una crisis.

De acuerdo con el documento, desde finales de 2022 ya se observaba una desaceleración en los principales indicadores económicos como colocación del crédito, empleo y ventas locales.

Sin embargo, en ese momento Vega dijo: “Estamos en recuperación de un ciclo económico hacia un segundo semestre más positivo”.

Lo que el ministro quizás no calculó fueron los prolongados apagones que sufrió el país poco después.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) indicó que la economía ecuatoriana crecería 1,8 por ciento en 2024, sin embargo, a dos semanas de finalizar el año, la estimación cayó a 0,8 por ciento.

Con esa proyección, Ecuador se ubica en las posiciones rezagadas en América del Sur.

Para el economista Flores, es evidente que en los últimos siete años Ecuador no ha sido capaz de generar un crecimiento económico, mucho menos compartido y sustentable.

En su opinión se manipula la información económica en el intento de mostrar realidades que no existen.

“Las élites económicas y políticas en alianza con el FMI y los neoliberales criollos, forman una mezcla letal para la gente y la posibilidad de alcanzar un progreso compartido con eficiencia y equidad. Esa mezcla destruye toda posibilidad de desarrollo sostenible”, acotó.

arc/avr

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