Por Juan Carlos Díaz Guerrero

Corresponsal jefe en Venezuela

Este bloque, integrado por Venezuela, Cuba, Nicaragua, Dominica, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Granada y Santa Lucía, cumplió 21 años de trabajo ininterrumpido desde que los comandantes Fidel Castro (1926-2016) y Hugo Chávez (1954-2013) lo gestaron en medio del empuje neoliberal capitalista.

La celebración de sus dos primeras décadas, el 14 de diciembre de 2024, marcaron un antes y un después con la adopción de decisiones en distintos ámbitos que consolidaron la Alianza de forma integral, bajo sus principios fundacionales e inalterables de cooperación, solidaridad y complementariedad.

El 2025 fue la concreción y síntesis de cuánto puede hacerse en el ámbito político y su materialización a nivel de América Latina y el Caribe, y de África, un continente que sigue estando en el olvido para muchos, y que hasta allá llegó el ALBA-TCP con sus proyectos.

Un elemento que lo hace trascender es que, a pesar de su tamaño como bloque, la Alianza resulta pieza vital contra “toda pretensión hegemónica y supremacista”, que se refleja en las decenas de comunicados emitidos en la defensa de la multipolaridad, el Derecho Internacional, y muy en particular, del pueblo palestino.

Sin dudas, estos últimos 12 meses fueron clave en la ejecución y puesta en práctica de su Agenda Estratégica 2030 que, aunque falta muchísimo por lograr, obtuvo resultados en sus amplios proyectos de la economía, la integración, cooperación y el desarrollo compartido.

Ante el empuje neoliberal, acompañado del resurgimiento del pensamiento retrógrado y fascista en algunos países de la región, hizo que Bolivia quedara fuera del mecanismo debido “su conducta antibolivariana, antilatinoamericana, proimperialista y colonialista”, no acorde con los principios del bloque integrador.

Esta suspensión “no afecta los vínculos permanentes, afectivos y solidarios que mantenemos con el pueblo boliviano, con el cual seguiremos trabajando y acompañando en su desarrollo y bienestar”, expresó.

La revocación del Estado Plurinacional, más que debilitar al bloque, lo fortaleció al considerar que “son totalmente inaceptables” los pronunciamientos del nuevo gobierno de ultraderecha electo allí, el cual desconoció los principios de respeto, soberanía y cooperación que sustentan los valores fundacionales de la Alianza.

A mitad de año, los países miembros del ALBA-TCP designaron a Rander Peña como nuevo secretario ejecutivo del bloque de integración latinoamericano y caribeño, que venía siendo dirigido por Jorge Arreaza, quien recibió las felicitaciones “por avanzar con pasos sólidos” en los objetivos de la Agenda Estratégica.

ARTICULACIÓN AGENDA DE GOBIERNO CON ALBA-TCP

Un paso trascendente marcó el destino del bloque desde comienzo de 2025 cuando el presidente Nicolás Maduro orientó priorizar la política exterior de Venezuela con los 13 Motores Productivos de la economía (ahora son 14) y articularlos con la Alianza Bolivariana.

En un Consejo Nacional de Economía para la designación de los responsables de los Motores Productivos, el mandatario destacó la vocación latinoamericanista y caribeña de la Revolución bolivariana y se pronunció por articular la nueva etapa con la agenda del ALBA-TCP. De esa articulación, discutida y aprobada en la XXIV Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno, celebrada en Caracas, emergieron proyectos para garantizar inversiones conjuntas, producir alimentos y avanzar en todas las materias como en el programa AgroAlba.

A este último, diseñado para sus Estados miembros, América Latina y el Caribe, se incorporó por África Santo Tomé y Príncipe, cuyo ministro de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Abel Da Silva Bom Jesús, valoró de hecho histórico el acuerdo y el inicio de una nueva alianza, que va a transformar su país.

Hay que decir que con este proyecto el gobierno bolivariano puso a disposición de países amigos el potencial de tres millones de hectáreas para la producción vegetal y 13 millones para el sector pecuario.

Durante la celebración en Caracas de la primera Expoferia AgroAlba, el canciller venezolano, Yván Gil, destacó que las fortalezas del ALBA-TCP no están solo en la infraestructura de sus países, sino en los recursos, conocimientos y una fuerza intelectual y laboral para producir nuestros propios alimentos.

“Estamos en capacidad de blindar nuestra región para dar una verdadera seguridad alimentaria y el proyecto AgroAlba apunta en esa dirección”, remarcó.

Es importante destacar que la Asamblea Nacional (parlamento) de Venezuela aprobó en primera discusión el Proyecto de Ley Aprobatoria del Acuerdo Marco de Cooperación Agrícola del ALBA-TCP, que da un espaldarazo jurídico para impulsar esa iniciativa.

En este contexto, un paso relevante lo ocupa Cuba que, como dijo Maduro, sabe que cuenta con el apoyo de Venezuela para juntos avanzar y construir la felicidad y la paz a la que tiene derecho la isla, Venezuela y toda América Latina.

“Vamos unidos con la Alianza Bolivariana, con nuestros hermanos” de la mayor de las Antillas, enfatizó.

En torno a Cuba, uno de los hechos de mayor connotación fue el anuncio en la recién finalizada XXV Cumbre virtual, de crear una Misión Internacional de Energía y Electricidad, conformada por los Estados del ALBA-TCP y otros países, con “la intención de apoyarla en la restitución total de la energía eléctrica en el país”.

Al respecto, el presidente venezolano dio instrucciones para elevar “todo lo que estamos haciendo, dos, tres veces más” y aseguró “vamos a salir mejor, más fuertes, más conscientes y más victoriosos que nunca”.

No menos esencial resultó este año la activación del Barco del Alba, que no solo sirvió para dinamizar el comercio intrarregional con el traslado de más de 20 mil toneladas de distintos componentes comerciales, sino también brindar apoyo solidario de urgencia a la isla.

Este buque, y otros, han realizado cuatro viajes a Cuba con una valiosa carga de ayuda solidaria para resarcir los cuantiosos daños provocados por el huracán Melissa a finales de octubre en las cinco provincias del oriente del país.

PROYECTOS QUE AVANZAN Y UNA MIRADA A LA SADC

La Alianza Bolivariana aprobó también este año durante la XII Cumbre Extraordinaria un sistema de créditos para la reinserción productiva de los migrantes y emprendedores que arrancaría con 10 millones de dólares, para potenciar el respeto a los derechos del “migrante nuestroamericano”.

Se propuso una investigación conjunta y exigir el desmantelamiento de las bandas criminales de coyotes que trafican y lucran, y utilizan este tema como arma política para robar millones de millones y mantener el lobby de la gusanera en Miami, así como adquirir un “gran avión para carga comercial”.

El ALBA-TCP también avanzó en la constitución de una flota pesquera, de aviones de carga e integrar las líneas aéreas para el movimiento humano y el turismo de los Estados de la Alianza, está última con resultados alentadores dado el potencial de la región.

Otro paso importante está en la activación práctica del Centro de Investigaciones de la Inteligencia Artificial y de su aplicación IntraAlba, así como de AlbaAzul vinculado al tema pesquero y acuícola, con una gran fortaleza.

Todos estos temas quedaron puntualizados en las reuniones de ministros de Agricultura, de Pesca, Economía, Transporte, Comercio, Energía, Ciencia y Tecnología, para abordar las ideas, firmar los documentos de compromisos y planes de acción.

También se planteó el resurgir de Petrocaribe en una nueva modalidad productiva para la inversión “en petróleo, gas, derivados y en empresas conjuntas”, así como retomar la moneda del Sucre para el intercambio monetario y comercial, y avanzar en la firma de un Tratado Comercial intrarregional.

Esta XII Cumbre Extraordinaria concluyó que el ALBA-TCP entró en una nueva fase de máxima coordinación de prioridades y acciones conjuntas en todas las dimensiones.

Momento importante en 2025 resultó la reunión entre secretarías ejecutivas de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos y la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC).

Ambos bloques firmaron en Caracas un memorando de entendimiento con el objetivo de fortalecer la integración y cooperación en diferentes áreas de trabajo.

El pacto reconoció los compromisos acordados en las Cumbres África-América del Sur de 2006, 2009 y 2013 “para promover una cooperación sólida y efectiva entre las regiones” y la importancia de potenciar la unión regional y el desarrollo económico y social.

Entre sus líneas de acción, la Alianza y la SADC acordaron trabajar de conjunto en la industrialización; en materia de paz y seguridad; gestión de los recursos naturales; promoción del turismo; gestión del riesgo de catástrofes; y las tecnologías de comunicación e información, entre otras.

XXV CUMBRE, HOMENAJE A FIDEL CASTRO Y REAFIRMACIÓN DE INTEGRACIÓN

Esta XXV reunión Cumbre del ALBA-TCP, celebrada en un contexto de amenaza militar de Estados Unidos contra Venezuela en particular, y toda América Latina y el Caribe, con la pretensión del resurgimiento de la Doctrina Monroe, ratificó la unidad como matriz original del bloque y reafirmó el compromiso inquebrantable para seguir profundizando la doctrina bolivariana, pensamiento y acción.

La cita fue de gran trascendencia al ser enmarcada en el centenario del nacimiento del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, a quien la declaración final llamó precursor fundacional de la organización junto al líder bolivariano Hugo Chávez, y gran articulador de los sueños de José Martí para los pueblos cubano, latinoamericanos y caribeños.

Pero también en el bicentenario del Congreso Anfictiónico de Panamá de 1826, cuya asamblea convocada por Simón Bolívar fue el llamado para unificar a las nuevas repúblicas hispanoamericanas en una confederación política y militar, defendiendo su soberanía frente a amenazas externas.

Nada más claro ante las crecientes amenazas a la paz y estabilidad de América Latina y el Caribe.

En este encuentro, los participantes reafirmaron los valores y principios de la Alianza Bolivariana, sintetizados en la declaración final de 13 puntos que condenó en los términos más enérgicos, “el declarado propósito de la recién publicada Estrategia de Seguridad Nacional del gobierno de Estados Unidos”.

Censuró el acto de piratería cometido por ese gobierno al asaltar y conquistar un buque petrolero venezolano en el mar Caribe, hecho que consideró viola el derecho internacional y ataca la soberanía de la República Bolivariana, y cuyo acto fue reeditado en los últimos días.

Asimismo, felicitó al pueblo venezolano por demostrar, una vez más, una profunda resiliencia frente a las adversidades y defendió con coraje y conciencia su dignidad y derecho a su propio destino.

El texto demandó la exclusión de Cuba de la “arbitraria y espuria lista de países que supuestamente patrocinan el terrorismo”; y resaltó los logros del Gobierno de Reconciliación Nacional de Nicaragua en la construcción de una economía soberana, de un país que es libre, cada vez más cristiano y socialista.

También exigió el cese inmediato de toda amenaza militar contra cualquier país de Nuestra América y reiteró la plena vigencia de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, aprobada en enero de 2014 en La Habana, Cuba.

Reconoció, además, los avances de los programas AgroAlba y AlbaAzul, orientados a incrementar los niveles de soberanía alimentaria y productiva; celebró el inicio de las operaciones del Barco del Alba, y aprobó el Plan de Acción de 2026, el cual está orientado a los objetivos planteados en la Agenda Estratégica 2030.

Quizás lo que significó la Alianza Bolivariana este año, lo resumió el presidente Nicolás Maduro al destacar que el 2025 “ha sido un buen año para el ALBA-TCP, de coordinación estrecha, de trabajo conjunto, de planificación y acción”.

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