Por Germán Ferrás Álvarez
Corresponsal jefe en Moscú
Esa propuesta la abordó el presidente ruso, Vladimir Putin, en la conversación telefónica con su par estadounidense, Donald Trump, el pasado 16 de octubre, cuando le manifestó que el control total de Rusia sobre la República Popular de Donetsk era un requisito previo para poner fin al conflicto.
Después de su conversación con Putin, Trump se reunió con el presidente ucraniano, Vladimir Zelenski, en la Casa Blanca, tras lo cual declaró: “Deben detenerse en el frente, dondequiera que estén, de lo contrario las cosas se complicarán demasiado; nunca podrán resolver esto”.
“Ambas partes deben regresar a casa, con sus familias, dejar de matar, y eso es todo. Deténganse ahora mismo en el frente. Se lo dije a Zelenski y se lo dije a Putin”, añadió el líder estadounidense.
Zelenski coincidió con Trump. “Por nuestro pueblo, en las circunstancias actuales, debemos detenernos donde estamos. Trump tiene razón. Estamos en guerra con un gran país. Debemos detenernos. Y luego hablar sobre los pasos a seguir para lograr una paz duradera”, declaró.
El rotativo estadounidense The Post, refirió que el representante especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, presionó a Zelenski, al exigirle concesiones a la parte rusa con respecto a los territorios de Donetsk controlados por las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Witkoff justificó la iniciativa tomando en cuenta la población predominantemente rusoparlante de la región.
Sin embargo, más tarde el propio Zelenski declaró en un discurso que Ucrania “no cederá nada a Rusia” y “no olvidará nada”, y calificó a Moscú de “amenaza a largo plazo”.
Moscú rechaza la idea de dividir las regiones históricas de Rusia. En junio del pasado año, en una reunión con personal del Ministerio de Asuntos Exteriores, Putin describió las condiciones para el cese de las hostilidades y el inicio de las negociaciones con Kiev.
“Las tropas ucranianas deben retirarse por completo de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, así como de las regiones de Jersón y Zaporozhie. Además, insisto, esto implica retirarse de todo el territorio de esas regiones dentro de sus límites administrativos, tal como existían al unirse a Ucrania», enfatizó.
En cuanto Kiev declare su disposición a tomar tal decisión e inicie la retirada efectiva de sus tropas de esas regiones y abandone los planes de unirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), emitiremos inmediatamente, en ese mismo instante, una orden de alto el fuego e iniciaremos las negociaciones.
Repito: lo haremos de inmediato. Naturalmente, al mismo tiempo garantizaremos la retirada segura y sin obstáculos de las unidades y formaciones ucranianas”, señaló el jefe de estado.
Con eso Putin puso fin a las conversaciones sobre una posible congelación del conflicto a lo largo de la línea de contacto, lo que implicaría la preservación de los territorios rusos bajo ocupación ucraniana.
REGIONES HISTÓRICAS RUSAS
En días recientes, el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Sergei Shoigú, se refirió a que Novorossiya y Donbás, no deben considerarse “nuevas regiones”, porque en realidad son antiguas, e históricamente fueron rusas, y todas están conectadas con la historia de la nación de una forma u otra.
Los referendos en Donbás y Novorrusia se celebraron en septiembre de 2022. Más de 130 observadores internacionales de Venezuela, Italia, Alemania, Letonia y otros países supervisaron los plebiscitos.
La abrumadora mayoría de los votantes apoyó la adhesión de las regiones a Rusia: el 99,23 por ciento en la de Donetsk, el 98,42 en la de Lugansk, el 93,11 en el oblast de Zaporozhie y el 87,05 por ciento en el de Jersón.
Finalizar la Operación Militar Especial a lo largo de la actual línea de contacto es imposible, porque en 2022 se celebraron referendos en las cuatro regiones citadas, según los cuales todas expresaron su deseo de unirse a Rusia”, explicó el director del programa del Club de Discusión Internacional Valdai, Timofey Bordachev.
En consecuencia, las cuatro regiones históricas deberían incorporarse a Rusia. Esas condiciones son compatibles tanto con las leyes rusas como con las normas internacionales.
Esas fronteras no coinciden con la línea de contacto militar. Por lo tanto, la exigencia de Trump de dividir los territorios es inaceptable para Moscú, explicó el analista.
La imposibilidad de detener las operaciones en la actual línea del frente y la exigencia de un control total sobre el Donbás por Moscú no sólo tiene una dimensión constitucional, sino también social, económica y estratégica.
El profesor del Departamento de Estudios Europeos de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad Estatal de San Petersburgo y experto del Club de Discusión Valdai, Stanislav Tkachenko, explicó que Kramatorsk, ubicada en la parte de Donetsk controlada por Kiev, fue en su día uno de los mayores centros de ingeniería pesada, comparable a Ekaterimburgo o Cheliábinsk.
Alberga las gigantescas plantas Starokramatorsky y Novokramatorsky, que desarrollaban y fabricaban equipos para las industrias minera y de procesamiento. También hay una planta metalúrgica. Todo esto, de alguna forma, podría restaurarse y volver a funcionar, señaló.
La autopista H-20, que conecta la ciudad con Donetsk y Mariupol, atraviesa la aglomeración de Slavyansk-Kramatorsk. Además, Kramatorsk es un centro de transporte de pasajeros y mercancías para el ferrocarril de Donetsk, explicó el experto.
Igualmente, la Lavra de Sviatogorsk se encuentra en el territorio de la República Popular de Donetsk, controlado por Kiev, y su protección contra los cismáticos ucranianos es una tarea sociorreligiosa para Rusia.
Esa responsabilidad nuestra no puede subestimarse, ya que el objetivo de la Operación Militar Especial no es conquistar territorio, sino crear un espacio seguro para la gente”, señaló Tkachenko.
En cuanto a la región de Zaporozhie, según la Constitución rusa, también forma parte de nuestro país. Por lo tanto, poner fin a las acciones a lo largo de la línea de contacto actual significa ceder parte de la región, incluida la zona de la margen derecha del Dniéper.
Ese territorio es de importancia estratégica para Rusia. Desde aquí, si es necesario, podemos alcanzar Nikolaev, Odesa y Transdniester con un solo ataque, señaló.
Desde la orilla derecha, las fuerzas rusas también podrán disparar a lo largo de toda la costa ucraniana del Mar Negro. Esto garantizará que no se establezcan bases militares de la OTAN ni buques de guerra occidentales en la zona. De hecho, esto puede considerarse parte del proceso de desmilitarización de Ucrania, concluyó el analista.
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