Por Miguel Fernández Martínez
Periodista de Prensa Latina
Esta película fue la última propuesta artística del creador de largometrajes como “El Benny” (2006), “Irremediablemente juntos” (2012), “Cuba Libre” (2015) y “Buscando a Casal” (2019) y de memorables documentales entre los que destacan “Un pedazo de mí (1988) y “El Fanguito” (1990), entre otros títulos realizados en sus más de 40 años de compromiso con el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic).
Tomó vida de manos de Alejandro Fernández y Rafael Solís, quienes se empeñaron en llevar a puerto seguro la propuesta cinematográfica inconclusa de Sánchez.
“Performance” es un grito de alerta contra flagelos que sufre la humanidad, como la trata de personas, la violencia, la esclavitud sexual y la prostitución. Una mirada universal, desde diversos ángulos y latitudes, donde estas violaciones sacuden las espaldas de miles de emigrantes que sueñan con mejores universos.
Destaca la solución dramática de este filme, que busca en la teatralidad un recurso para desnudar los conflictos por los que atraviesa esta película, que espera estar en la gran pantalla para 2026.
El teatro, una vez más, armoniza con las técnicas del cine, y se incorpora como el lenguaje conductor de una trama compleja que cobra vida a partir de las actuaciones, tanto de protagónicos como secundarios, en una historia sensible y desgarradora.
En el staff original que secundó a Jorge Luis Sánchez durante los cuatro meses de pre-filmación participaron, entre otros, el primer asistente de dirección, Alejandro Fernández, y el director de fotografía, Rafael Solís, en quienes recayó la difícil tarea de cubrir el espacio creativo dejado por Sánchez, cuando una enfermedad lo sacudió mortalmente.
Ambos debieron asumir la dirección colegiada de la película, conscientes de la alta responsabilidad que asumían.
HABLAN SUS DIRECTORES
Alejandro Fernández, en su primera experiencia como director cinematográfico, aseguró a Prensa Latina que asumir “Performance” es, a la vez, “un honor y la responsabilidad más profunda que podría imaginar. Más que un proyecto cinematográfico, es un legado.
“Continuar el camino que un maestro como Jorge Luis Sánchez comenzó a trazar trasciende por completo la idea convencional de un debut, porque realmente no se trata de mi llegada, sino de la culminación de una visión que merece ser vista”.
El joven realizador admitió que los desafíos fueron muchos y complejos, pero -añadió- “hay dos que pesaron. El primero, y que considero más importante, fue de orden emocional y ético, encontrar el delicado equilibrio entre ser fiel a la visión original de Jorge Luis y, a la par, imprimir mi energía y punto de vista a la película sin pretender apropiármela.
“En el plano práctico, ese fue mi rol más duro, manejar el balance entre ser el intérprete de su partitura, con la sensibilidad de un custodio, y defender además una voz creativa propia”.
Apuntó además que, en segundo orden, estaba unificar al equipo técnico y artístico convocado por Sánchez en torno a este nuevo propósito colectivo, y “honrar su obra con la mayor excelencia y cohesión posible, manteniendo vivo el espíritu que él impregnó al proyecto desde sus inicios”.
Por su parte, el director de fotografía, Rafael Solís, convertido en codirector de “Performance”, recordó el primer día de rodaje, ya sin la presencia de Jorge Luis, y de la precisión de la presidencia del Icaic, donde se pidió continuar con la dirección del proyecto a “cuatro manos”.
“Para ese momento ya estaba muy claro cómo sería la imagen de la película, habíamos hablado mucho de ella, de cómo queríamos hacer estas secuencias, se había hecho un guion técnico, y sabíamos cuándo, cómo y por qué mover la cámara de esta manera.
“Este guion técnico está hecho con su presencia (de Sánchez), además también del anotador y sobre todo del operador de la cámara principal, por lo que en ese sentido, cada día, sabíamos cómo se desarrollaría el trabajo de cámara fundamentalmente”.
Solís agregó que ya en el rodaje, las decisiones de plano hecho, dado por bueno, una vez rodado, cuando estábamos los dos (él y Fernández) detrás del monitor, fue siempre algo colegiado.
Pero hay algo importante que destacar –acotó el fotógrafo. “Había siempre una pregunta entre nosotros, ¿cómo habría hecho esto o aquello, que decisión tomaría Jorge Luis ante esta situación, este problema? Esas cosas creo que aun flotan sobre nosotros”.
LOS ACTORES
A Ketty Rodríguez, una actriz cubana asentada en el Reino Unido, le tocó asumir el personaje de Sandrina, un protagónico junto a los actores Frank Mora y Flora Borrego, que marcan toda la ruta dramática de “Peformance” y, además, se convierte en el reencuentro de la actriz con el cine cubano.
“Sandrina no fue un personaje sencillo de interpretar -comentó Ketty-, su complejidad mental y emocional exigía una atención constante. Para enfrentar todos los matices de su personalidad, fueron horas de estudio, entrevistas a sobrevivientes de abuso y tráfico sexual.
“Tuve que sumergirme en las contradicciones de Sandrina, su vulnerabilidad y su intensidad, explorando cómo podría mostrarse frente a los demás. Trabajé mucho en entender sus emociones, sus miedos y su fuerza interior, para que cada gesto y cada mirada fueran lo más auténtico posible y al mismo tiempo creíble”.
En una charla sostenida con Prensa Latina, Ketty Rodríguez aseguró que interpretar a Sandrina fue “un viaje profundo, transformador y desafiante. Hay historias de vidas que dejan cicatrices y que cambian para siempre la forma en que una persona mira e interactúa con el mundo. Jorge Luis (Sánchez) quiso mostrar a una mujer fuerte, compleja, con una historia marcada por dolores y sombras”.
La actriz piensa además, que la historia de Sandrina podría estar ocurriendo ahora mismo en cualquier lugar del mundo.
“En el cine, solemos ver a personajes que logran sanar, pero con Sandrina el camino no está tan claro, a veces cruel, a veces frágil. Asumí el personaje desde la perspectiva de hacer reflexionar a la audiencia sobre lo lacerante y lo desgarrante que puede ser cuando se es víctima de violencia y lo que significa realmente sobrevivir cuando se tienen marcas eternas y heridas profundas”.
Otro de los protagónicos de este filme en proceso de posproducción es Frank Mora, quien asume el personaje de Yoandry en otro logrado desdoblamiento sobre la escena de este multifacético actor cubano.
“Performance es una película sangrada por la pérdida irreparable de un director de cine que confió en mí, pero sobre todo de un amigo mágico que la vida no me dejó abrazarlo lo suficiente.
“Gané la admiración de muchos, gané a otros nuevos amigos. La experiencia de mi primer protagónico en la gran pantalla. Pisar un set en el cine sabiendo la responsabilidad tan grande que tenía y el peso de la confianza del creador de esa gran locura. Performance fue, cómo decírtelo en pocas palabras, una gran agonía… feliz”.
Mora añadió que al principio sintió mucho miedo por el peso del proyecto cinematográfico. “Esa película la hice por Jorge Luis (Sánchez). Ha sido el único cineasta que ha confiado en mí para roles que se extiendan más de 10 minutos en pantalla, y bueno, más aún para un protagónico”.
“Su forma de dirigir -dijo- será siempre única e inolvidable. Pero Alejandro (Fernández) fue su alumno, su amigo, y si alguien conocía a su maestro, era él. No solo asumió en brevísimo tiempo, sino que tuvo que plantarse ante todas las vicisitudes que supone hoy hacer cine en Cuba. Nunca lo vi estresado, nunca lo vi cansado. Siempre tenía ideas nuevas y cuando se ve a un director confiado en el plató, todo el mundo marcha al compás de esa batuta”.
“Performance” es una nueva apuesta al cine cubano, desde perspectivas profundas y conmovedoras y lejos de los artificios y las banalidades que abundan en las pantallas. Queda un camino por andar hasta que llegue el día de su estreno, pero no hay dudas que esta historia sacudirá a muchos en las butacas del cine.
A punto de concluir la entrevista, Solís, uno de sus directores, aseguró que “trataremos siempre de ver las partes de la baja sociedad del primer mundo, porque de esas zonas es de donde Jorge Luis Sánchez pensó este “Performance” cinematográfico, de ese mundo tan lejos de nosotros, y así será su última película”.
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