Por Moisés Pérez Mok
Corresponsal jefe en Vietnam
Ese día, rememoró el líder partidista en un extenso artículo publicado a propósito del aniversario 50 de la gloriosa gesta, “el Sur fue completamente liberado, el país fue reunificado, y las montañas y ríos convergieron en uno”.
Aquella victoria, valoró, constituye el fruto de la indomable determinación del pueblo vietnamita por un país reunificado, que no pueda ser dividido por potencia alguna.
“El Presidente Ho Chi Minh, líder de la nación, acuñó una verdad inmortal: “¡Vietnam es uno, el pueblo vietnamita es uno! ¡Los ríos pueden secarse, las montañas pueden erosionarse, pero esa verdad nunca cambia!”, escribió To Lam.
El secretario general del PCV enfatizó asimismo que ese acontecimiento no fue sólo un éxito en el terreno militar, sino también la cristalización de la inteligencia, el temple y el fuerte deseo por la paz perdurable y el derecho a la autodeterminación de una nación que había sido ocupada, segregada y oprimida.
“La victoria del 30 de abril de 1975 es la cristalización de los ideales y la voluntad de hierro de una nación que jamás aceptará la dominación extranjera, de la sangre y los huesos de millones de vietnamitas, del amor a la Patria y al país, del temple, la fe en la victoria y la determinación de nunca rendirse”, exaltó.
HIMNO EPICO INMORTAL
El rotundo triunfo de la Ofensiva General y Levantamiento de la Primavera de 1975, cuyo punto culminante fue la histórica Campaña Ho Chi Minh, fue el resultado de 21 años de resistencia ardua y heroica contra la invasión estadounidense.
Fue, además, según las palabras del director del Museo Nacional de Historia de Vietnam, Nguyen Van Doan, “un himno épico inmortal del pueblo vietnamita en el siglo XX”.
En esa trascendental victoria desempeñó un papel decisivo el hábil arte de mando de la guerra desplegado por el PCV que, en opinión del viceministro de Defensa Nacional, teniente general Le Huy Vinh, supo crear oportunidades y aprovecharlas, tomar decisiones estratégicas oportunas y precisas, y aplicar una dirección resuelta, flexible y creativa.
Al analizar las razones del contundente triunfo, Huy Vinh recordó que Estados Unidos y sus aliados del gobierno títere de Saigón sabotearon con descaro el Acuerdo de París (1973) para poner fin a la guerra y restablecer la paz en Vietnam.
Movilizaron casi todas sus fuerzas para emprender la campaña de “inundación del territorio”, en operaciones de “pacificación y usurpación” para intentar destruir a las fuerzas armadas revolucionarias, y eliminar las zonas liberadas y al Gobierno Provisional Revolucionario de Vietnam del Sur, rememoró Huy Vinh.
Sin embargo, acotó, a finales de 1974 y principios de 1975 la situación de guerra cambió dramática y rápidamente en una dirección cada vez más favorable a la revolución con las victorias de Thuong Duc, que destruyó la División Aerotransportada, y la de la Ruta 14, que liberó toda la provincia de Phuoc Long.
Ante esa situación, el Buró Político del PCV se reunió para discutir el plan de liberación del Sur y concluyó que era el momento más favorable para liberar el Sur y lograr la victoria completa, por lo que, tras un período de preparación activa, se lanzó la Campaña de las Tierras Altas Centrale, que sacudió todo el sistema de defensa del enemigo.
Inmediatamente después de conocerse la victoria inicial de la Campaña de las Tierras Altas Centrales, el Politburó resolvió lanzar el segundo ataque estratégico para liberar Hue-Da Nang y las provincias costeras del centro de Vietnam, lo que se consumó a fines de marzo de 1975.
La guerra revolucionaria en el Sur se desarrollaba a pasos agigantados, por lo que la máxima instancia partidista decidió aprovechar la oportunidad estratégica, llevar a cabo una ofensiva general y un levantamiento, y concluir con éxito la guerra de liberación lo antes posible.
“Lo mejor es comenzarla y terminarla en abril de este año, sin demora”. Debemos actuar con rapidez, audacia y de forma imprevisible, resolvió el Buró Político, que el 14 de abril aprobó iniciar la Campaña de Ho Chi Minh para liberar Saigón-Gia Dinh, la cual comenzó oficialmente 11 días después, el 26 de abril.
VICTORIA DE MUCHOS
Al mediodía del 30 de abril de 1975, el Ejército de Liberación entró en el Palacio de la Independencia en Saigón, arrestó a todo el gabinete del gobierno títere y obligó al entonces presidente Duong Van Minh a declarar la rendición incondicional.
La campaña de Ho Chi Minh fue una victoria completa conseguida con el aporte de muchos y en la cual el Norte de Vietnam desempeñó un rol crucial como retaguardia estratégica, al proporcionar un amplio apoyo político, militar, económico y moral a los combatientes del Sur.
Desde inicios de 1975 el Norte movilizó miles de toneladas de alimentos, armas y equipamiento militar para preparar las campañas clave, y se amplió el sistema de transporte para garantizar el suministro continuo con el empleo, fundamentalmente, de dos rutas logísticas estratégicas: la carretera Ho Chi Minh y la ruta Ho Chi Minh en el mar.
La denominada ruta Truong Son-Ho Chi Minh, que comenzó a construirse en 1959 y entonces solo era posible recorrerla en bicicleta, se convirtió para 1975 en un sistema vial que incluía cinco vías verticales y 21 horizontales, casi 17 mil kilómetros de carreteras, más de tres mil kilómetros de caminos de enlace, y miles de vías fluviales y líneas de comunicación.
Según cifras oficiales, solo durante la Ofensiva General y el Levantamiento de la Primavera de 1975, se aseguró el trasiego por esa vía de 413 mil 450 toneladas de armas y bienes, lo que contribuyó enormemente a la victoria sobre los imperialistas estadounidenses.
No menos significativo fue el aporte de la Ruta Ho Chi Minh en el mar, abierta en 1961 y que constaba de cinco vías con una longitud total de casi 12 mil millas náuticas, conectando la retaguardia del Norte con el frente del Sur para proporcionar apoyo directo a los campos de batalla más distantes y difíciles.
Hoy, a la hora del recuento, son recordadas también las “unidades de jóvenes voluntarios contra los imperialistas estadounidenses, por la salvación de la patria”, a las cuales se incorporaron de 1965 a 1975 unos 290 mil miembros para abrir caminos, transportar alimentos, armas y suministros, cuidar enfermos o asumir cualquier otra tarea.
Así, los grandes movimientos juveniles como “Tres Listos” y “Cinco Voluntarios”, devinieron símbolos de lucha que iluminaron la tradición patriótica y guiaron el espíritu de dedicación en toda la población.
Surgido en la Universidad Pedagógica de Hanoi (1964) el movimiento “Tres Listos” expresaba la decisión de “Ir a donde sea necesario para servir a la Patria; hacer cualquier tarea que el Partido y el pueblo soliciten; y aceptar cualquier condición que se presente”.
Mientras, los “Cinco Voluntarios”, lanzado en el Sur del país en 1965, ratificaba la voluntariedad para eliminar a tantas fuerzas enemigas como sea posible; alistarse y participar en la guerra de guerrillas; ser trabajadores civiles y servir en las unidades de jóvenes voluntarios en el frente; para la lucha política y contra el reclutamiento forzado, y para producir alimentos en las cooperativas agrícolas.
Más allá de ello, también por estas fechas hubo un reconocimiento oficial al papel desempeñado durante los cruentos años de la guerra por la diplomacia que, al decir del presidente Luong Cuong, se convirtió en un frente crucial, estratégico, para dividir al enemigo, ganar el apoyo internacional y difundir la justicia de la lucha del pueblo vietnamita.
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