Por Adriana Robreño
Corresponsal jefa en Ecuador
Así lo ven cientos de ecuatorianos que salieron a las calles en varias ciudades en rechazo a la gestión gubernamental.
“No hay luz, no hay educación y tiene el descaro de pedir la reelección” y “Fuera, Noboa, fuera”, se escucharon durante las movilizaciones.
El presidente del Frente Unitario de Trabajadores, José Villavicencio, señaló que “hay descontento porque es un Gobierno incapaz, mentiroso, que no ha resuelto los problemas del país y que hoy con tintes de dictador busca soluciones a costa del pueblo ecuatoriano”.
La encuestadora Comunicaliza, en su más reciente estudio, dio a Noboa un respaldo de alrededor del 30 por ciento, aunque señala que el mandatario ha perdido popularidad desde enero, cuando su aceptación rondaba el 50 por ciento.
¿PLAN FÉNIX?
Ecuador cerró 2023 con una tasa de 45 muertes violentas por cada 100 mil habitantes, o sea, con la mayor cifra de homicidios de su historia.
El 9 de enero de este año, Noboa decretó la existencia de un conflicto armado interno y catalogó como terroristas a las bandas criminales ligadas al narcotráfico.
Además, en esa fecha el jefe de Estado militarizó las cárceles y decretó estado de excepción luego de una serie de actos violentos en varias provincias del país, incluso dieron la vuelta al mundo las imágenes de un asalto al canal TC Televisión en plena transmisión en vivo.
Casi un año después de esas decisiones, el número de homicidios en Ecuador se acerca a los seis mil, aunque las autoridades insisten en que la violencia se ha reducido en un 18 por ciento y este 2024 al parecer concluirá como el segundo año con más asesinatos.
En medio de la crisis de seguridad, la Asamblea Nacional inició un juicio político contra la ministra del Interior, Mónica Palencia, por incumplimiento de funciones, sin embargo, no hubo los votos para censurarla y destituirla.
El movimiento Revolución Ciudadana (RC), que promovió el proceso, insistió en que no existe el denominado Plan Fénix, estrategia con la cual Noboa promovió desde su campaña la promesa de acabar con el crimen organizado.
Para el legislador Leonardo Berrezueta, de la RC, “el Plan Fénix es una ilusión, una promesa vacía, un lindo spot de marketing político”.
A su vez, activistas y defensores de derechos humanos critican la estrategia del mandatario de militarizar y encarcelar en vez de atacar la raíz del problema, o sea, la pobreza y la desigualdad social.
El Comité de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) publicó un informe que expone sus preocupaciones por “los frecuentes y aparentemente normalizados” estados de excepción, algunos declarados como inconstitucionales.
A pesar de todo ello, en las cárceles persisten los motines entre pandillas que dejan muertos y se disputan hasta los alimentos, algo que escasea dentro de los centros penitenciarios, de acuerdo con denuncias de familiares de los reos.
ASALTO A EMBAJADA DE MÉXICO Y POLÍTICA EXTERIOR
En cuanto a política exterior, el periodo de Noboa al frente del Palacio de Carondelet ha estado marcado por su decisión de asaltar en abril pasado la embajada de México en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas, quien se encontraba allí en calidad de asilado.
Ese hecho provocó el repudio de la comunidad internacional y México acusó a Ecuador ante la Corte Penal Internacional por “cruzar líneas que no se deben cruzar en el derecho internacional”, por entrar de manera violenta a la embajada y agredir físicamente a un diplomático.
El incidente, que el gobierno de Noboa justificó con la presunta fuga de Glas -acusado por la justicia nacional aunque muchos lo consideran un perseguido-, provocó la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambas naciones.
Desde que ocurrieron esos acontecimientos, el exvicemandatario se encuentra en la cárcel de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil, a pesar de las exigencias del gobierno mexicano y de diversas figuras políticas de que se respete su derecho al asilo y se le otorgue un salvoconducto.
Para analistas, una de las consecuencias de ese suceso, así como otros errores diplomáticos, conllevaron al reciente fracaso de la XXIX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, celebrada en Cuenca, que tuvo la más baja presencia de líderes y concluyó sin declaración conjunta.
“Esta vergonzosa situación es el resultado del absoluto descalabro de nuestra política exterior, y de un presidente que se ha vuelto el hazmerreír de la comunidad internacional”, señaló al respecto el excanciller ecuatoriano Guillaume Long.
La política exterior de Noboa resultó fuertemente cuestionada también por polémicas como la suscitada con Rusia en febrero de 2024 debido al intento de Ecuador de entregar a Estados Unidos armamento soviético considerado chatarra a cambio de artefactos de nueva generación.
Finalmente, Ecuador desistió de ese intercambio que afectaría las relaciones bilaterales y comerciales con el país euroasiático, que en ese contexto llegó a suspender la compra de banano ecuatoriano alegando problemas fitosanitarios.
Movimientos sociales han advertido que la política exterior del actual gobierno se alinea con los intereses de Estados Unidos e Israel y piden un giro en esa postura.
ACUERDO CON EL FMI, ALZA DEL IVA, AUMENTO DE COMBUSTIBLES
En el ámbito económico los ecuatorianos han visto con Noboa un alza de impuestos, del valor de los combustibles y del empleo informal.
Si bien el gobernante en su primer año implementó cambios tributarios que le permitieron tener más ingresos, el gasto en inversión pública sigue siendo una deuda con la ciudadanía.
Paralelamente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la entrega de un crédito de cuatro mil millones de dólares en medio de cuestionamientos al Gobierno por el impacto de ese acuerdo.
Especialistas advirtieron que buena parte de los recursos recibidos se destinarán al mismo FMI, entidad con la que el país tiene una deuda de cuatro mil millones de dólares solamente por vencimientos o amortizaciones, pues la suma total asciende a más de nueve mil millones.
La Comisión de Transparencia, Participación Ciudadana y Control Social de la Asamblea Nacional (parlamento) analizó lo pactado y recomendó declarar como ilegítimo el acuerdo, que consideran inconstitucional.
El incremento de tres puntos del Impuesto al Valor Agregado (IVA), que pasó del 12 al 15 por ciento desde el 1 de abril, así como la eliminación del subsidio a las gasolinas de bajo octanaje (Extra y Ecopaís) son consideradas parte de la receta impuesta por el organismo internacional
El Ejecutivo justificó el alza del IVA con la necesidad de más ingresos para financiar los operativos en el marco del conflicto armado interno, sin embargo, la violencia persiste en las calles con hechos que relata a diario la prensa nacional.
EN TINIEBLAS
Aunque en enero la Asamblea Nacional aprobó una ley económica urgente según la cual no habría más apagones en Ecuador, lo cierto es que desde hace dos meses esta nación sudamericana sufre los prolongados cortes de electricidad.
La titular de la Cámara de Comercio de Quito, Mónica Heller, estimó que el sector industrial en 60 días de interrupciones ha perdido cuatro mil millones de dólares y el gremio comercial alrededor de tres mil 500 millones.
Especialistas y ciudadanos aseguran que el origen de la actual emergencia energética está en la falta de inversión y previsión de las autoridades, que no adoptaron medidas ante los reportes que preveían la sequía.
De hecho, la exministra de Energía Andrea Arrobo, que fue acusada de presunto sabotaje, afirmó que ella alertó a funcionarios de la presidencia en abril pasado de la gravedad de la situación del sector eléctrico.
Noboa culpa constantemente de la crisis a gobiernos anteriores y prometió que para diciembre de este año terminarán los cortes que comenzaron el pasado 23 de septiembre y actualmente son de ocho horas diarias.
Anteriormente, el gobernante, que aspira a la reelección en 2025 y cuya imagen se ha visto afectada por los apagones, ofreció en cadena nacional reducir paulatinamente el tiempo de las interrupciones eléctricas hasta llegar a cuatro horas diarias, sin embargo, esa promesa no se ha cumplido.
CONFLICTO CON VICEPRRESIDENTA
Las desavenencias entre el jefe del Ejecutivo y su vicepresidenta, Verónica Abad, se evidenciaron desde la elección del binomio y luego, el 8 de diciembre de 2023, a pocos días de asumir el cargo, Noboa la envió a Israel como embajadora y colaboradora para la paz.
Sin que nadie sepa por qué, aunque él dice tener razones, Noboa afirmó en una entrevista que “podía haberla enviado hasta la Antártida”.
Tras varios procesos en el Tribunal Contencioso Electoral y acusaciones penales contra su hijo, el pasado 9 de noviembre el Ministerio de Trabajo suspendió a Abad de sus funciones por 150 días, sin remuneración.
La medida se da por “abandono injustificado del trabajo por tres o más días laborales”, al considerar que no llegó desde Tel Aviv a Türkiye en la fecha establecida por la cancillería.
Mientras políticos y juristas de diferentes tendencias ideológicas criticaron la decisión del Ejecutivo por considerarla inconstitucional, la penalización de la segunda jefa del Ejecutivo derivó en la designación de Sariha Moya como vicemandataria encargada.
Abad, que retornó ya a Ecuador en lo que catalogó como “un acto de rebeldía”, declaró que el Gobierno buscaba una forma de inhabilitarla para que ella no asuma la presidencia cuando Noboa pida licencia a fin de realizar campaña con vistas a las elecciones de 2025.
Ese es el panorama de Ecuador tras un año de Noboa al frente del Palacio de Carondelet, un periodo en el cual al “cuadro social dramático” se suma cómo “ha procurado marginar a opositores y cortar obstáculos a su triunfo”, advirtió el historiador Juan Paz y Miño.
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