Por Amelia Duarte de la Rosa
Redacción Américas de Prensa Latina
El objetivo es dar a los millennials canadienses y a la Generación Z “una oportunidad justa de tener una vida de clase media”, expresó la ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, al dar a conocer las finanzas federales del presente año.
Enmarcada como una búsqueda de justicia fiscal, el Partido Liberal del primer ministro Justin Trudeau planea generar nuevos ingresos “pidiendo” a los más ricos de Canadá que paguen más.
Sin embargo, como aún no se proyecta un equilibrio y se pronostican déficits mayores para cada año, el presupuesto, titulado “Equidad para cada generación”, señala que los cargos de la deuda pública federal están en camino de dispararse a 64,3 mil millones en 2028-29. Aparte de esto, el monto de 2024 incluye 52 mil 900 millones de dólares en nuevos planes de gasto (algunos de los cuales se basan en préstamos y dependen de la aceptación provincial), así como unos 20 mil millones en nuevos ingresos fiscales, incluidos impuestos al tabaco y al vapeo.
Se proyecta que el déficit federal será de 39 mil 800 millones de dólares en 2024-25, 38 mil 900 millones en 2025-26, y disminuirá en los tres años siguientes, a 20 mil millones en 2028-29.
Freeland cumplió su objetivo de mantener el déficit federal para 2023-24 en 40 mil 100 millones de dólares y reducirá la relación deuda-PIB en el año fiscal actual. “Nuestro enfoque renovado hoy es abrir la puerta a la clase media para millones de jóvenes”, escribió Freeland en el prólogo del presupuesto, cuyas 416 páginas fueron presentadas en la Cámara de los Comunes.
Confiando en este “aterrizaje suave” y en que la inflación disminuya a cerca del dos por ciento para finales de año, la ministra dijo que el gobierno federal siente la necesidad de afrontar el momento con más inversiones para ayudar a estimular la competencia y crecimiento del empleo.
Pero algunos economistas advierten que en esta proyección financiera no se está haciendo lo suficiente en lo que respecta a la productividad. Fred O’Riordan, líder nacional de política fiscal, dijo a CTV News que, en su opinión, era el “elemento faltante” del presupuesto.
“Hay muy pocas medidas diseñadas para aumentar la inversión de capital y mejorar la productividad laboral”, señaló.
“El presupuesto de hoy contiene pocas sorpresas y las proyecciones del gobierno para el déficit están en gran medida en línea con predicciones anteriores”, explicó por su parte el director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Canadá, Perrin Beatty.
LOS MÁS RICOS PAGARÁN MAYORES IMPUESTOS
El componente más significativo es el aumento de los impuestos sobre las ganancias de capital para las personas con mayores ingresos de Canadá, que se prevé recaudará 19 mil 300 millones de dólares en los próximos cinco años.
Si bien no es exactamente el impuesto sobre el patrimonio o sobre las ganancias excesivas que algunos sospechaban, Freeland se dirige al 0,13 por ciento más rico al aumentar la tasa impositiva para personas con más de 250 mil en ganancias de capital en un año.
Ese nivel aumentará de la mitad a dos tercios y también se aplicará a todos los ingresos de capital obtenidos por corporaciones y fideicomisos.
Según expertos, se espera que esto afecte a aproximadamente el 12 por ciento de las corporaciones de Canadá y a los canadienses con un ingreso promedio de 1,42 millones de dólares. Este cambio impositivo se aplicará a las ganancias de capital realizadas a partir del 25 de junio de 2024.
Los liberales, que prometieron no aumentar los impuestos a la clase media del país, destacaron en el presupuesto que este cambio no afectará al 99,87 por ciento de los canadienses.
NUEVOS DETALLES SOBRE VIVIENDAS
La estrategia que promete construir 3,9 millones de viviendas para 2031, incluye una serie de medidas y ocho mil 500 millones de dólares en gastos adicionales. Gran parte de este gasto se distribuirá a lo largo de los próximos años.
Entre los mayores compromisos se encuentra un complemento de 15 mil millones de dólares al Programa de Préstamos para la Construcción de Apartamentos. También contempla seis mil millones para un Fondo de Infraestructura de Vivienda de Canadá, así como mil millones en préstamos y 470 millones en aportes para un nuevo fondo de protección de alquileres.
Queda por ver cuál será el cronograma para promulgar la prometida Declaración de Derechos de los Inquilinos Canadienses y seleccionar otras reformas a las reglas de hipotecas y alquileres.
En cuanto a las políticas, el presupuesto ofrece más información sobre los planes para implementar una estrategia de “tierras públicas para viviendas”.
De acuerdo con el gobierno, esta iniciativa pretende “desbloquear 250 mil nuevas viviendas” mediante la conversión de torres de oficinas en desuso, aparcamientos y propiedades de Canada Post y de la Defensa Nacional en terrenos residenciales.
En concreto, se están asignando mil 100 millones de dólares en 10 años para convertir el 50 por ciento del espacio de oficinas del gobierno federal en viviendas, ahorrando tres mil 900 millones durante ese mismo período.
El primer lote de cinco propiedades federales que se arrendarán “inmediatamente” a proveedores de vivienda se encuentran en Calgary, Edmonton, Ottawa, Toronto y Montreal, y suman 800 hogares nuevos. Además, se están celebrando consultas sobre un posible impuesto a los terrenos baldíos en zonas residenciales.
“Creo que lo que están haciendo en tierra es bastante inteligente”, dijo el economista Mike Moffatt, a quien los liberales consultaron directamente.
PEQUEÑAS EMPRESAS, APOYOS A LA INVESTIGACIÓN
Los planes prevén medidas destinadas a brindar a las empresas más certeza a la hora de invertir, incluida una serie de incentivos y apoyos para impulsar la productividad.
Como parte de un nuevo paquete centrado en las pequeñas empresas, el presupuesto asigna 200 millones de dólares durante dos años a partir de 2026-27 a fin de aumentar el acceso al capital de riesgo para los empresarios que lo merecen y aquellos fuera de los principales centros.
Además, se prometen tres mil 500 millones de dólares para infraestructura de investigación estratégica, inversiones en instalaciones modernizadas, incluidos 2.400 millones de dólares para subvenciones de investigación básica y con vistas a fomentar el talento local a través de mejores becas y becas.
NUEVO GASTO EN SEGURIDAD, DEFENSA Y DAÑOS EN LÍNEA
Por último, el presupuesto de 2024 contiene los miles de millones prometidos previamente en gastos de defensa a largo plazo y créditos fiscales para bomberos voluntarios y búsqueda y rescate.
Más allá de esto en el frente de la seguridad, el gobierno señala que planea seguir adelante con “condenas adicionales según el Código Penal para quienes cometan un delito relacionado con el robo de automóviles”, y está reservando 30,4 millones de dólares para la recompra de armas de fuego de tipo asalto.
El presupuesto también incluye 273,6 millones de dólares destinados al Plan de Acción de Canadá para Combatir el Odio y 16 millones de dólares a fin de ayudar a “crear un entorno deportivo más seguro y acogedor” a todos los atletas.
REACCIONES POLÍTICAS
El líder conservador Pierre Poilievre pidió a Trudeau que “por favor detenga” sus planes de gasto hasta que un gobierno conservador pueda asumir el poder.
“Todo lo que gasta el primer ministro empeora y se vuelve más costoso. Ha gastado y los canadienses están en quiebra”, dijo Poilievre. “Este no es un gobierno que le da a la gente todo lo que quiere, les quita todo lo que tienen”, manifestó sobre el presupuesto en la Cámara de los Comunes.
El Bloc Quebecois, por su parte, escribió en un comunicado de prensa que “el presupuesto sólo sirve a Justin Trudeau” y a los objetivos electorales del primer ministro.
El líder del bloque, Yves-François Blanchet, añadió que los planes no responden a las expectativas de su partido en materia de apoyo a las personas mayores o a los solicitantes de asilo, y que interviene en la jurisdicción provincial de Quebec en cuestiones como la vivienda.
Mientras, la colíder del Partido Verde, Elizabeth May, calificó el presupuesto como “un excelente ejemplo de política de marcar casillas, muestra una serie de medidas a medias que no responden a la escala de los desafíos que enfrentan los canadienses”.
arb/ymr/adr