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martes 8 de octubre de 2024
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Una ojeada sobre Santiago de Cuba

La Habana (Prensa Latina) Santiago de Cuba, atrapada entre montañas, es hoy tan cosmopolita como la capital, con encantos que apuntan a la historia, la cultura y la belleza de su entorno.

Por Roberto F. Campos

De la redacciòn de Economìa

Por tales motivos los organizadores de la XIV Convenciòn Internacional de Turismo de Naturaleza (Turnat 2024) la escogieron para que sus asistentes apreciaran en directo los valores de esa ciudad del oriente cubano.

Historia, calles, gente y un entorno natural atractivo, enriquecieron el programa y la agenda de los participantes, que además tuvieron la oportunidad de recorrer los cercanos territorios de Guantánamo y Granma.

Al centro urbano santiaguero lo adorna un paisaje bien conservado y establecido entre montañas, valles y ríos, propicios para quienes adoran vacaciones activas, dadas por naturaleza, aventuras y ruralidades.

Por demás, se trata de la segunda ciudad en importancia de la nación, uno de los sitios turísticos más apreciados por los viajeros.

Son muchos los que provenientes sobre todo de Europa y Canadá interesados por conocer las raíces religiosas y tradiciones de esa parte del paìs.

La actualidad depara al visitante una gama de posibilidades muy variada, con hoteles como Meliá Santiago, en pleno itinerario entre calles, o el Imperial, en un edificio antiguo o de espectaculares alojamientos como El Saltón en medio de la Sierra Maestra y otros tantos.

EL CAMINO OBLIGADO

Santiago es considerada la ciudad más caribeña de Cuba y tambièn la màs calurosa con veranos de altas temperaturas que sobrepasan los 35 grados centígrado.

Fundada por Diego Velásquez en 1515 fue primera capital y arzobispado cubano y siempre mantuvo su encanto histórico-cultural.

Se trata de una ciudad entre montañas, las calles incluso son muy inclinadas, de entre las que destaca Padre Pico, que realmente no es una calle propiamente, sino una gran escalinata de 45 grados de inclinación y que aparece en todas las postales turísticas.

La provincia ocupa más de seis mil kilómetros cuadrados, con poco màs de un millón habitantes, de acuerdo con cifras oficiales. Es una zona muy industrial, conocida por el oro en tiempos de la colonización española, y luego el cobre y el café.

Lo de caliente se siente a cada paso, incluso en los leves inviernos cubanos, porque las temperaturas mínimas varían en el año de 20 a 24 grados centígrado, y las máximas de 30 y 33, y una humedad media del 74 por ciento.

Por mencionar una pequeña lista, es obligado ir a La Gran Piedra, lugar a donde llegaron los delegados de Turnat, el sitio ecológico más significativo a mil 125 metros sobre el nivel del mar, con 450 escalones hasta la cima. Esa roca tiene calculado un peso de 70 mil toneladas y lo más impresionante es el paisaje de montañas que se aprecia desde allí.

Porque eso sí, es una provincia de naturaleza virginal que se aprecia en la Sierra Maestra con sus árboles milenarios y un follaje de diversas tonalidades de verde.

Ese follaje se puede disfrutar en parques naturales como el de Baconao, con una hilera de playas y centros turísticos, incluidos el Prado de las Esculturas o el Valla de la Prehistoria, en el cual dinosaurios de cemento te indican como tal vez fueron las cosas.

De todos los lugares a visitar, es imprescindible, se sea católico o no, la Basílica del Cobre a unos 18 kilómetros de la capital provincial, a escasa distancia de una mina a cielo abierto de ese mineral (allí ahora hay un moderno hotel nombrado precisamente El Cobre, y se disfruta de la música de la Steel Band del poblado).

Allí confluyen religiosos cubanos de diferentes tendencias, incluidos los de los llamados afro y muchos extranjeros interesados en comprender mejor a los lugareños, pues entre las ofrendas se pueden apreciar desde grados militares, hasta prendas de deportistas de alto rendimiento.

Entre las influencias, en particular en Santiago, aparecen lo picaresco español, el lirismo italiano y lo galante francés, que se unen en medio de los cabildos de nación (Carabalí).

Tales cabildos creados a partir de las aspiraciones culturales de los africanos esclavizados, la tumba francesa y su colonato. Todo ello influyó de tal manera que posteriormente se aprecia el surgimiento de los ritmos musicales del son y el bolero, este último de manos de autores como Pepe Sánchez.

Luego de 1920 se consolida la conga y comparsa, camino al son y aparecen nombres como el Trío Matamoros, entre muchos. Además la cultura cubana tiene allí al ya fallecido Francisco Repilado, Compay Segundo, quien nació en Santiago, fue tabaquero y figura muy conocida en el mundo del arte.

Por tanto, música, tradiciones, paisajes e historia se dan la mano, cuando todos los procesos revolucionarios surgieron precisamente en las montañas o en la zona, desde la primera guerra anticolonial en 1868, hasta el actual proceso triunfante en enero de 1959.

De esa suerte, el itinerario de Turnat incluyó a la ciudad, su entorno, el ascenso al lugar más alto del país, el Pico Turquino (1974 metros sobre el nivel del mar), refugios de cata para el ron, tabaco y café, de actuales emprendedores, paseos por sus calles y mirada de sorpresa de quienes por primera vez llegaron a Cuba y en particular a Santiago.

arc/rfc

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