jueves 27 de febrero de 2025

Selección danesa de balonmano (m): ¿dinastía sin límites? (+Fotos)

La Habana (Prensa Latina) La selección masculina de balonmano de Dinamarca conquistó su cuarto cetro mundial consecutivo, tras vencer por el título a Croacia (32-26) en una final realizada con todo éxito en Oslo, la capital noruega.

Por Julio César Mejías

Jefe de la redacción de Deportes

Conducidos por Mathias Gidsel, todo un látigo para las porterías rivales, y el cancerbero Emil Nielsen, muro casi impenetrable, los daneses sumaron otra corona a las conseguidas en 2019, 2021 y 2023, para extender así una dinastía que parece no tener límites.

Se anticipa que, al menos durante algunas temporadas más, mantendrá esa supremacía gracias a la mezcla de juventud y experiencia, explosividad y mesura, y un balance entre ofensiva y defensiva pocas veces visto con anterioridad.

Con una velocidad y precisión admirables en sus transiciones, los Rojos barrieron a todos sus contrincantes y ganaron los nueve partidos del programa con una diferencia media de 12 goles a su favor; únicamente checos (22-28) y croatas (26-32) perdieron por menos de 10 unidades.

Tan superlativo es el reinado actual de los balonmanistas daneses en Mundiales que su última derrota data de la fase de octavos de final en la edición de 2017, cuando cayeron ante Hungría (25-27), a partir de lo cual han eslabonado 36 triunfos en 37 choques —uno de ellos por penaltis— y solo un empate frente Croacia (32-32) en 2023.

La jerarquía de los Rojos se extiende a los más recientes Juegos Olímpicos, pues ganaron la plata en Tokio 2021 y subieron a lo más alto del podio en Paris 2024.

En cuanto a las lides del orbe, Dinamarca iguala el tetracampeonato de la considerada mejor generación de la historia: Les Experts franceses conducidos por Nikola Karabatic, y supera la década prodigiosa de los Bengan Boys suecos.

Este último equipo, dirigido por el prestigioso entrenador Bengt Johansson y liderados por Magnus Wislander, estuvieron en el podio seis veces consecutivas (1990, 1993, 1995, 1997, 1999, 2001), pero solo dos en lo más alto (1990 y 1999).

El dominio actual de los daneses dentro de la cancha es quizás solo inferior al ejercido por la espectacular armada francesa de Karabatic, considerado casi de forma unánime el mejor jugador de todos los tiempos, con una vitrina personal que incluye tres oros olímpicos (2008, 2012, 2021), cuatro Mundiales (2009, 2011, 2015, 2017) y cuatro europeos (2006, 2010, 2014, 2024).

Tras el Mundial de 2017 —sexto ganado por Francia— Dinamarca recogió ese testigo de excelencia, gracias a artífices como el portero Niklas Landin y el goleador Mikkel Hansen, ausentes ya de la selección, pero con inmejorables sucesores en las figuras de Gidsel y Nielsen, llamados a mantener a los Rojos por varios años en el trono del balonmano y quién sabe si les da para incluso superar la trayectoria tejida por la sinfonía de Les Experts.

Sin el legendario Hansen sobre la cancha, Gidsel, de 25 años, tomó la batuta de conductor e impuso su vertiginosa velocidad para burlar las defensas rivales, que le permitió sumar 74 goles en nueve partidos —10 en 11 lanzamientos en la final ante los croatas, con cuatro asistencias, mejor imposible.

Se erigió así en “pichichi” del campeonato y resultó elegido el MVP (jugador más valioso) por segundo Mundial consecutivo, hazaña individual igualmente conseguida en Tokio 2020 y Paris 2024.

En el caso de Nielsen, también portero del club FC Barcelona, aficionados y expertos se quedaron sin palabras en esta cita del orbe: 125 balones parados —13 en la final a Croacia— con un acierto de 43 por ciento, o sea, casi la mitad de los disparos rivales detenidos, desviados o bloqueados, ¡incalificable!

¿Hasta cuándo se extenderá esta nueva dinastía? Gidsel, Nielsen y compañía aspiran mínimo llevarla hasta el siguiente Mundial (Alemania 2027) y la cita olímpica de Los Ángeles 2028.

¿Cómo quedaron los rivales? ¿Qué equipos atrajeron la atención de aficionados y expertos?

Croacia resultó, sin dudas, un gran rival de Dinamarca en la discusión del título, al cual accedieron de forma invicta, incluida una histórica remontada en cuartos de final ante el potente cuadro de Hungría, con un parcial de 5-0 a su favor en los últimos cinco minutos de juegos y concluir con mínima ventaja (32-30).

Los croatas agradecerán por años un detallazo que tuvieron los daneses cuando apenas restaban segundos de partido y el triunfo de los Rojos ya era incuestionable: Nieldsen, Gidsel y compañía dejaron marcar antes del pitazo final un último gol con su selección a Domagoj Duvnjak, icónico jugador balcánico que dijo adiós a la selección con dicho desafío.

La gran revelación la constituyó Portugal, ubicado en la cuarta posición con una formación que mostró grandes avances en el último lustro, en particular apoyado en el fortalecimiento de su liga profesional —en particular el respaldo de tres grandes clubes con gran tradición futbolística: el Porto, el Benfica y el Sporting de Lisboa.

En esta cita del orbe, los lusos avanzaron por primera vez a cuartos de final con sorprendentes y a la vez contundentes victorias sobre Noruega (28-31) y España (29-35), además de ante Suecia (37-37).

Ya en cuartos, no frenaron y superaron por la mínima (31-30) al vigente subcampeón olímpico, Alemania, pero en la semifinal no pudieron con los a la postre campeones daneses (27-40) y disputaron entonces el bronce a los titulares de París 2024: Francia. Les Bleus lograron ganarle a los portugueses 35-34, en gran medida gracias a la decisiva parada hecha por el portero galo Charles Bolzinger a disparo del extremo derecho António Antunes —“Areia” para la fanaticada— cuando solo restaban seis segundos para el final del partido.

El gran desempeño de varios jugadores lusos permitió a tres de ellos, quedar incluidos en el equipo Todos Estrellas: Martim Costa (central), Víctor Iturriza (pívot) y Kiko Costa (mejor joven), quien a sus 19 años finalizó como segundo máximo goleador junto al lateral francés Dika Mem (54), este último estrella del club FC Barcelona.

Otras actuaciones dignas de encomio fueron las de Egipto (quinto lugar), Brasil (séptimo), en tanto muchos extrañaron en la final al monarca olímpico Francia—quedaron con bronce— tras caer en semis ante los subtitulares croatas.

Las decepciones: España, que pasó del bronce en los dos anteriores mundiales al puesto 18, Suecia (lugar 14) y Noruega, anfitriona de la final, subcampeona mundial en 2017 y 2019, que finalizó en la décima posición.

arc/jcm

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