Por Deisy Francis Mexidor
Corresponsal jefe en Estados Unidos
Son casi mil páginas las que integran esta especie de hoja de ruta, un manual elaborado por la Heritage Foundation, considerado el más influyente centro de pensamiento ultraconservador en el paìs norteamericano.
El exgobernador de Maryland, Larry Hogan (R), uno de los críticos del texto escribió en un artículo publicado en el diario The Washington Post que los “valores tradicionales estadounidenses” peligran tanto para la izquierda como para la derecha.
Al referirse a los conservadores afirmó que “no hay un ejemplo más claro de la amenaza a los valores estadounidenses que el Proyecto 2025″.
El plan, ganó terreno como proyecto no oficial de transición presidencial, se divide en secciones basadas en cinco temas principales: “Tomar las riendas del gobierno”, “La defensa común”, “El bienestar general”, “La economía” y “Agencias reguladoras independientes”.
Se estima que la propuesta cuenta actualmente con el apoyo de más de un centenar de organizaciones de derecha y conservadores que, según los críticos, podrían formar parte de un segundo mandato de Trump.
Sin embargo, el expresidente calificó los intentos de vincularlo con el documento como “pura desinformación” y dijo que “no tiene nada que ver” con él, lo cual, a juicio de observadores, es la manera de evitar el pánico entre sectores de votantes.
Hogan comentó que los republicanos restan importancia a la influencia del plan, porque “en verdad, el Proyecto 2025 toma muchos de los principios que han hecho grande a esta nación y los destruye”.
El exgobernador de Maryland se postula este año para cubrir la vacante en el Senado que dejó al jubilarse el legislador demócrata Ben Cardin y para él uno de los objetivos principales del proyecto de marras va dirigido a los trabajadores federales y podría afectar a más de 150 mil residentes en su estado.
Alertó que el propósito es “destituir a los funcionarios públicos no partidistas, la mayoría de los cuales hacen su trabajo patrióticamente sin fanfarrias ni agendas políticas, y reemplazarlos con leales al presidente”.
Hogan, cuyo padre era un agente del FBI, también destacó que el Proyecto 2025 debilitaría la independencia del Departamento de Justicia respecto del presidente, y argumentó que la justicia imparcial no debe abandonarse por elección y diseño.
Respecto a las políticas “absurdas y peligrosas” del plan, destacó que, por ejemplo, el Departamento de Educación y la Reserva Federal podrían potencialmente disolverse y además se realizarían deportaciones masivas.
“Este enfoque radical está fuera de contacto con el pueblo estadounidense”, añadió. “La mayoría de los estadounidenses, independientemente de su afiliación partidista, tienen más en común de lo que muchos creen”, consideró.
“Quieren soluciones de sentido común para abordar el costo de vida, hacer que nuestras comunidades sean más seguras y proteger la frontera mientras se arregla el sistema de inmigración fallido”, añadió.
Pero “en lugar de abordar estos problemas, el Proyecto 2025 opta por una guerra total contra el otro lado, haciendo imposible encontrar puntos en común”.
RECHAZO AL PROYECTO
Los estadounidenses rechazan el controvertido programa de propuestas políticas y hasta podría ser un lastre para el candidato republicano, de acuerdo con sondeos.
Estudios de opinión de YouGov realizadas para el Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Massachusetts y The Economist arrojaron que del 70 y al 80 por ciento de los ciudadanos escuchó hablar del Proyecto 2025.
El tanteo de YouGov/The Economist arrojó que 47 por ciento pensaba que Trump apoyaba al menos un poco el plan, en tanto un 45 por ciento estimó en una investigación de Navigator Research que el programa “describe con precisión lo que Trump representa”.
Las pesquisas de Navigator también compararon las actitudes de los entrevistados hacia el proyecto a fines de junio y mediados de julio, y determinaron que se hizo más conocido y a la vez menos popular entre los estadounidenses de todo el espectro político.
Los criterios desfavorables sobre el Proyecto 2025 aumentaron más entre los demócratas, para quienes la favorabilidad neta del plan disminuyó nada menos que 36 puntos porcentuales, arrojó el tanteo.
Pero también resulta interesante que se volvió menos popular entre la proporción más pequeña de republicanos que habían oído hablar de ese tema.
Por ejemplo, la favorabilidad neta del Proyecto 2025 descendió nueve puntos entre quienes se identificaron como partidarios del movimiento trumpista MAGA (Make America Great Again) y 17 puntos entre otros republicanos. En lo que respecta a las políticas específicas del Proyecto 2025 que desagradan a los estadounidenses, la encuesta de la Universidad de Massachusetts encontró que una mayoría estaba en desacuerdo con políticas como “despedir a miles de empleados federales y reemplazarlos con personas designadas leales al presidente”.
Además, rechazaron “reducir las protecciones federales de los derechos civiles para las personas lesbianas, gays y transgénero”.
El discurso de campaña de la vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris está atacando por el flanco del Proyecto 2025 a su rival.
Pese a las afirmaciones de Trump de que nada sabe sobre el polémico manual, su candidato a vicepresidente, el senador por Ohio JD Vance, escribió el prólogo de “Dawn’s Early Light” (La primera luz del alba), un libro de Kevin Roberts, presidente de la Fundación Heritage, que es toda una apología al proyecto.
El texto tenía programada su presentación el 24 de septiembre y la aplazaron para después de las elecciones de noviembre.
Por lo demás, pese a la distancia que pretende establecer Trump de la iniciativa, no está lejos de las promesas que el republicano ha repetido durante su campaña electoral y que reiteró en julio en la clausura en Milwaukee de la Convención Nacional Republicana.
El magnate inmobiliario anticipó deportaciones masivas y que, de ganar nuevamente las llaves de la Casa Blanca, cerrará la frontera con México “desde el primer día” y concluirá la construcción del muro fronterizo que inició en su primer periodo presidencial (2017-2021).
Durante su discurso de aceptación de la nominación del partido que se extendió por 96 minutos (récord para ese tipo de evento) dijo, ante miles de seguidores y toda la dinastía Trump, que “es tiempo de un cambio”.
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