Por Lianet Arias Sosa
Corresponsal jefa en México
“Son meses de trabajo encabezados todos por la doctora Claudia Sheinbaum (presidenta de la nación) para tener lo que podría yo denominar como la carta de navegación de México para la nueva era que vamos a enfrentar”, resumió el titular recientemente.
A juicio de la mandataria, “pasamos de un período en donde la globalización representaba que se produjera en cualquier lugar del mundo”, a una visión distinta, en la que “hablamos más de mercados regionales, de producciones nacionales, de cadenas de valor y también de planes”.
En este escenario, la iniciativa –sostenida en pilares como la coordinación entre el sector público y privado, y la existencia de metas claras, ambiciosas y a largo plazo-, apunta hacia temas considerados clave, como la sustitución de importaciones y la relocalización de empresas.
También a la promoción de Polos de Desarrollo y de Bienestar a partir de vocaciones regionales, la ampliación del acceso a la educación media superior y universitaria; el desarrollo científico, tecnológico y la innovación, así como el impulso a la integración del continente.
Para llevar a buen puerto estas misiones, el Plan pretende elevar la proporción de inversión respecto al producto interno bruto arriba del 25 por ciento a partir de 2026, y aumentar 15 por ciento el contenido nacional en cadenas globales de valor de sectores como el automotriz y el aeroespacial.
La ruta trazada contempla, asimismo, la generación de 1,5 millones de empleos más, el desarrollo completo de vacunas en el país, la reducción de 2,6 a un año del tiempo para concretar una inversión, y la meta de que la mitad de las compras públicas sean de producción nacional.
Otros objetivos resultan la formación de un total de 150 mil profesionales y técnicos adicionales al año con preparación continua alineada a sectores estratégicos y el acceso a financiamiento para un 30 por ciento de pequeñas y medianas empresas. Además de incluir a la nación entre las cinco más visitadas a nivel mundial y lograr que el 50 por ciento de la proveeduría y el consumo nacional sean hechos en México en áreas como textil, calzado y mobiliario, la iniciativa posee la meta sustantiva de disminuir la pobreza y la desigualdad.
“Es una visión del desarrollo de nuestro país equitativo, sustentable, de industrialización, de crecimiento económico, sí, pero sobre todo de bienestar para nuestro pueblo y de beneficio para todas y para todos”, afirmó Sheinbaum.
Hasta el momento las autoridades contabilizan 277 mil millones de dólares en inversiones destinadas a dos mil proyectos que quieren llegar al país.
La iniciativa estableció para los próximos meses una serie de acciones relevantes, entre estas, una mesa de seguimiento al avance del portafolio de inversiones privadas y 100 parques industriales, y la presentación en febrero del fondo de Banca de desarrollo para medianas y pequeñas empresas.
Igualmente las disposiciones para consumo energético propio con el objetivo de que en el sexenio se amplíe a 27 mil megawatts, de los cuales el 54 por ciento sea generado por la Comisión Federal de Electricidad y el resto por privados, con reglas claras.
Las autoridades relanzarán la marca Hecho en México, al tiempo que se tendrán los esquemas de inversión mixta para proyectos de infraestructura y se creará la Red de colaboración para formación técnica, curricular y continua en educación media y media superior.
“Que cada uno de los mexicanos y mexicanas sepa que hay plan, que hay desarrollo, que frente a cualquier incertidumbre que venga en el futuro próximo, México tiene un plan y está unido hacia adelante”, aseveró Sheinbaum durante la presentación del Plan en esta capital.
AMENAZAS DE TRUMP
La iniciativa fue presentada unos días antes del retorno a la Casa Blanca de Donald Trump, quien amenaza con aumentar aranceles a los productos provenientes de este país y de Canadá, los socios comerciales de Estados Unidos en el tratado de Norteamérica (T-MEC).
El gobierno de México ha insistido en los beneficios para las tres partes del acuerdo comercial, en su opinión el más exitoso del planeta, y ha advertido sobre los perjuicios de una medida como la anunciada por Trump para la propia economía estadounidense.
La futura administración norteamericana debería, por lo menos, llamarse a la reflexión: según estimaciones de la Secretaría de Economía del país latinoamericano, Estados Unidos perdería unos 400 mil empleos y se reduciría su crecimiento de concretarse la promesa del futuro gobernante.
Pese a los anuncios de Trump, la mandataria se mostró confiada en que México seguirá siendo el principal socio comercial de la nación vecina, y auguró el mantenimiento del T-MEC, por los probados beneficios para sus miembros en diversos ámbitos.
“Somos el principal socio comercial de los Estados Unidos; hemos pasado a China, por mucho, a Canadá. Y sabemos, además, que esto va a seguir ocurriendo”, enfatizó la dignataria, quien mencionó fortalezas de México, como niveles muy bajos de desempleo y reservas internacionales históricas.
Al mencionar la participación en la concepción del Plan de los sectores público y privado a todos los niveles, Ebrard destacó el trabajo conjunto, de buena fe y de compromiso por el país.
“Hay incertidumbres en el futuro inmediato, pero si estamos cohesionados y tenemos una dirección nacional como la que tenemos, amigas y amigos, vamos a salir adelante”, aseguró.
arb/las