martes 4 de marzo de 2025

Leyes de Bolivia respaldan patrimonio cultural nacional

La Paz (Prensa Latina) El ambiente de carnaval que alegra a Bolivia encuentra un sólido sustento en normativas aprobadas por el presidente, Luis Arce, con el objetivo de respaldar y defender esa y otras expresiones culturales.

Por Jorge Petinaud Martínez

Corresponsal jefe en Bolivia

“Promulgamos la Ley 1619 que declara Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado Plurinacional de Bolivia a la Fiesta de Jueves de Comadres en el municipio de Tarija, provincia Cercado, el último jueves antes del carnaval chapaco, como manifestación genuina de costumbres culturales y tradicionales”, escribió el dignatario en sus redes sociales.

Afirmó Arce que, con esta norma, el Ministerio de Culturas y la Cancillería deben aprobar y gestionar la postulación de esa tradición a la Lista del Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad ante la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

En su cuenta de Facebook, el jefe de Estado recordó que antes se puso en vigencia la ley que declara el 25 de enero de cada año como el Día Nacional de la Danza Los Caporales, que conmemora la “creación de esta maravillosa danza durante la Festividad de la Santísima Trinidad del Señor Jesús del Gran Poder”.

Será un homenaje a sus creadores, insistió el mandatario, “nuestros hermanos Víctor Estrada Pacheco y Paz Vicente Estrada Pacheco, quienes han dejado una huella imborrable en nuestra tradición cultural”.

“Al reconocer este día, reafirmamos nuestro compromiso con la preservación y difusión de nuestras tradiciones culturales, que son el alma de nuestro pueblo”, acotó.

Según el artículo cuatro de la normativa, el Ministerio de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización “queda encargado de la promoción, difusión, conservación, defensa y salvaguardia de la música y danza Los Caporales, su historia, el correcto uso de su vestimenta y ejecución dentro del territorio boliviano”.

Al Ministerio de Relaciones Exteriores, en tanto, corresponde la promoción y difusión de esta danza en todos los países donde el Estado Plurinacional de Bolivia tiene representación diplomática, precisa el documento.

UN NAPOLEÓN VICTORIOSO

Más de 25 mil personas que bailaron la danza Los caporales en 74 ciudades y tres provincias de cuatro continentes el 13 de enero de 2019, confirmaron la nueva victoria del boliviano Napoleón Gómez en su lucha en defensa de este patrimonio cultural.

“Lo único que los bolivianos y la Organización Boliviana de Defensa del Folklore (Obdefo) reclamamos es que se reconozca el origen de este baile, como, por ejemplo, nadie niega que el tango es argentino, las rancheras mexicanas, el danzón, el son, el mambo, el chachachá y la rumba cubanos”, declaró a Prensa Latina.

Según Gómez, artífice del Segundo Encuentro Mundial de Caporales 100 por Ciento Boliviano, esta danza fue recreada por la Fraternidad Urus del Gran Poder, fundada en 1969.

Explicó que la familia Estrada Pacheco, jóvenes bailarines con mucho talento, vieron al capataz de la danza de Negritos, que se baila en varios países donde hay descendencia africana, no solo en Bolivia.

“Víctor Estrada vio al capataz (caporal) que andaba delante, solito con su chicote (látigo) como mandamás, y concibió la idea de bailar todos, 20 jóvenes, como ese capo, imitando sus pasos. Así, la creación de los caporales nació sobre la base de ese personaje. No es el invento del personaje, sino la recreación y darle vida en otro sentido”, comentó.

Recordó que comenzaron así a ponerle pasos y coreografía al capataz, quien ya no era uno solo sino 20 caporales haciendo el mismo paso y añadiendo los de diferentes danzas, un vestuario muy sencillo al principio, que con los años las fraternidades han enriquecido.

Se bailó por primera vez en 1972, en la festividad paceña del Señor Jesús del Gran Poder, y ganaron el primer premio.

“Luego esta danza se convirtió en un éxito rotundo que comenzaron a bailar en diferentes lugares de La Paz -evocó el folklorista-, y en esa época había mucha discriminación, fuertes tendencias de racismo, solo podían bailar hasta cierto punto de la ciudad, no llegar al centro”.

Opinó Gómez que, de alguna manera, el éxito de Los caporales logró también la conquista territorial de La Paz, pues existían divisiones entre los blancos de origen hispano respecto a los indígenas, “en resumen una fuerte discriminación”.

“Pero a través de la cultura, del folklore, de la música y la danza, que para mí son un instrumento revolucionario, se logró conquistar espacios”, dijo.

Luego trascendió fuera del país con los grupos que fueron a bailar a Perú, en los años 1974-1975, y a los peruanos les gustó tanto que empezaron a bailarlo.

“En los años de 1990, cuando ya era un éxito, los jóvenes lo hicieron suyo, y en ese contexto las élites comenzaron a distorsionar la realidad y a presentar Los caporales como una danza peruana”, criticó el investigador.

“En esa misma década -describió Gómez-, también se trasladó al norte de Chile, donde también gustó, y se hizo una entrada folklórica también en Arica, en el carnaval de la Fuerza del Sol, al que llevaron músicos y bailarines bolivianos, que mostraron a una Arica diferente”.

“Obra en mi poder un folleto en el cual el alcalde de Arica se refería a estas expresiones culturales como danzas norteñas de Chile, otra mentira, y borraba el nombre de Bolivia”, precisó el estudioso con el ejemplar en la mano.

Subrayó que esta situación también se expandió al norte de Argentina, donde se bailó caporal durante el Segundo Encuentro Mundial en unos siete lugares, como Jujuy, Ledesma, Tilcara y otras localidades en las que muchos creen que esa danza es lo mismo que la saya, otra danza afroboliviana, “fenómeno que constituye otra distorsión”, según el líder de la Obdefo.

LA OBDEFO Y LOS GUINNESS

Egresado de Ciencias Políticas en la Universidad de Helsinki, Finlandia, en los años de 1990, el titular y fundador de la Obdefo confirmó al regresar a la tierra natal que en esa época su país carecía de políticas de promoción y difusión de la música y los bailes populares nacionales, que los países vecinos se apropiaban.

“Me di entonces a la pasión y la obsesión de dar a conocer la cultura boliviana, su folklore al mundo, realicé una gira por todo el país, y denuncié con videos, con documentos, cómo otras naciones vecinas difundían el patrimonio boliviano en Europa”.

Así fue como nació en 2004 el primer récord Guinness oficialmente reconocido con dos mil 317 zampoñistas, quienes interpretaron seis temas al unísono, vestidos de rojo, amarillo y verde -colores de la bandera boliviana-, y en ese mismo año también quedó fundada la Obdefo.

Concluyó el poseedor de cuatro registros de este tipo que el propósito de esta organización es difundir a escala mundial “nuestra cultura”.

arb/mml/jpm

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