martes 10 de diciembre de 2024
Search
Close this search box.

ESCÁNER: El África que queremos (+Fotos +Info +Video)

Addis Abeba (Prensa Latina) "Una África próspera, pacífica e integrada" es la visión de la Unión Africana (UA) que el 25 de mayo cumple 60 años de creada, con múltiples retos a favor del continente más pobre del mundo.
Por:
Nara Romero Rams
Corresponsal jefa en Etiopía

Hace seis décadas, la entonces Organización de la Unidad Africana (OUA) fue fundada por 32 líderes del continente en esta capital, pero no fue hasta 2002 que cambió a su nombre actual y el número de miembros creció a 55 con la misión de trabajar conjuntamente para abordar los principales problemas políticos, sociales y económicos.

Con el pasar del tiempo, la organización política trabaja también en la prevención y solución de los conflictos internos de sus países, sin la injerencia externa, además de promover el desarrollo y la integración como parte de una ambiciosa Agenda 2063: El África que queremos.

Considerado el modelo y plan maestro para transformar a África en la potencia mundial del futuro, es el marco estratégico impulsado por la UA con el objetivo de un desarrollo inclusivo y sostenible, la unidad, la autodeterminación, la libertad, el progreso y la prosperidad colectiva.

La génesis de la Agenda 2063 fue la comprensión, por parte de los líderes africanos, de la necesidad de reenfocar y priorizar el programa del continente desde la lucha contra el apartheid y el logro de la independencia política, entonces en la mira de la OUA.

De igual modo, pretenden priorizar el desarrollo social y económico inclusivo, la integración continental y regional, la gobernabilidad democrática, la paz y la seguridad, entre otros temas destinados a reposicionar a África para que se convierta en un actor dominante en la arena global.

La visión panafricana de un continente integrado, próspero y pacífico es la manifestación concreta de cómo el área en 50 años (2013-2063) quiere lograr ese objetivo, resultado de una Declaración Solemne a propósito del aniversario 50 de la organización.

Visualizar una trayectoria de desarrollo a largo plazo para África es importante ante la necesidad de revisar y adaptar su agenda de desarrollo debido a las transformaciones estructurales en curso, el aumento de la paz y la reducción del número de conflictos que se imponen como retos actuales.

Un desarrollo centrado en las personas, la igualdad de género y el empoderamiento de los jóvenes, contextos globales cambiantes como el aumento de la globalización y la revolución de las ciencias de la informática y las telecomunicaciones, son tenidos en cuenta para la agenda.

No quedan fuera las oportunidades emergentes de desarrollo e inversión en áreas como la agroindustria, el avance de la infraestructura, la salud y la educación, así como el valor agregado de los productos básicos africanos.

La Agenda 2063 resume no solo las aspiraciones de África para el futuro, sino que también identifica programas emblemáticos clave que pueden impulsar el crecimiento económico y conducir a la rápida transformación del continente.

DESPLAZAMIENTOS FORZADOS, OTRO GRAN DESAFÍO

La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) destaca que la Unión Africana es uno de sus socios más importantes al liderar los esfuerzos mundiales con vistas a poner fin a los desplazamientos forzados, otro de los grandes desafíos para el continente.

Según la Acnur, es el más afectado al registrar más de un tercio (unos 20 millones) de las personas refugiadas y desplazadas internas del mundo.

Como una prioridad en la agenda de la organización, desde la OUA se aprobaron tratados históricos sobre las personas refugiadas y los desplazamientos internos que ayudaron a millones de sujetos dentro y fuera de África.

La relación entre ambas organizaciones se inició hace 50 años y, desde 2009, se estrechó más con el establecimiento de una oficina de representación oficial de la Acnur ante la Unión Africana en Addis Abeba, que presta apoyo en diversos ámbitos.

Durante la Cumbre de la UA, que contó con la presencia del Alto Comisionado Filippo Grandi, fue proclamado 2019 como “Año de las personas refugiadas, retornadas y desplazadas internas: Hacia soluciones duraderas al desplazamiento forzado en África”, para promover soluciones duraderas al respecto.

Más allá de las buenas intenciones, los peligros naturales como inundaciones, intensas sequías, invasiones de langostas del desierto, ciclones como aquellos provocados por el hombre (conflictos en los que participan fuerzas armadas, grupos no estatales o enfrentamientos entre comunidades) son realidades con las que hay que lidiar en África.

Sumando los efectos de la pandemia de la Covid-19, el ente africano tiene como retos reducir las vulnerabilidades subyacentes entre los desplazados como pobreza, infraestructura deficiente, rápida urbanización, superpoblación, agua insalubre, saneamiento y servicios de salud deficientes.

En el marco de Sendai para la Reducción de Desastres 2015-2023, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana aprobaron un programa de acción en el cual se comprometen a proporcionar asistencia humanitaria adecuada a los desplazados internos en su totalidad, en la medida de lo posible y con la menor demora.

Sin embargo, las brechas de financiación continúan siendo un desafío porque la carga la asumen los países anfitriones, lo que impacta en la respuesta humanitaria tanto para los desplazados internos como para los refugiados.

Así lo reflejó la Conferencia Humanitaria y de Compromisos de Contribuciones de la Unión Africana, realizada del 23 al 27 de mayo de 2022 en Malabo, Guinea Ecuatorial.

 

LIBRE COMERCIO, EL SUEÑO DE ÁFRICA

Desde que el presidente de Comoras, Azali Assoumani, asumió la presidencia anual rotatoria de la Unión Africana en febrero pasado, tiene como uno de los retos más importantes agilizar la implantación del mercado común en un continente que lucha todavía por recuperarse de los efectos económicos de la pandemia de Covid-19.

En sus primeras intervenciones, Assoumani insistió en la necesidad de acelerar el Área de Libre Cambio Continental Africana (Afcfta) que este año se presenta como una oportunidad para fortalecer las asociaciones, movilizar recursos y, más allá del continente, robustecer el papel de la diáspora en el avance la de integración económica.

De acuerdo con la UA, la eliminación de las barreras comerciales sacará a 30 millones de personas de la pobreza y a otros 68 millones de la pobreza moderada.

En un impulso mayor en la región, la eliminación gradual arancelaria sobre el 90 por ciento de los bienes y servicios aumentarían los ingresos en 450 mil millones de dólares para 2035.

La implementación exitosa del Afcfta conducirá a la creación de más trabajos y garantizará la inclusión de mujeres y jóvenes, sobre todo procedentes de zonas rurales, así como el desarrollo de pequeñas y medianas empresas y la industrialización general del continente.

En febrero de 2022, ocho países que representan las cinco regiones (Camerún, Egipto, Ghana, Kenya, Mauricio, Ruanda, Tanzania y Túnez) participaron en la iniciativa comercial guiada por ese acuerdo, que busca facilitar el comercio entre los Estados y que cumplieran los requisitos mínimos para la implementación.

Trabas burocráticas, principalmente en la negociación de los derechos aduaneros y la libre circulación de mercancías, atentan contra ese ambicioso mercado común africano.

Los intercambios comerciales interafricanos representan un 15 por ciento del total, unos 100 mil millones de dólares, y en 2045 deben llegar al 26 por ciento, según la Comisión Económica para África de las Naciones Unidas.

La iniciativa debe contribuir a dinamizar una economía muy afectada por la pandemia que dejó a millones de personas en la pobreza y que causó la pérdida de 18 millones de empleos en 2021, de acuerdo con African Economic Outlook.

El presidente anual Assoumani tiene como tarea pendiente la crisis de seguridad en el Sahel, los ataques del grupo insurgente M23 en la República Democrática del Congo y recientemente los enfrentamientos entre el Ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido en Sudán, por mencionar algunas.

El extremismo armado es otra área que incide para la organización africana debido a que su expansión en el continente es enfrentado por Mali, Burkina Faso y Nigeria, y pone en alerta a Camerún, Chad, Benín, Níger, Togo, Costa de Marfil y Guinea Ecuatorial.

La crisis climática no es olvidada por Assoumani que, al ser jefe de Estado de un país insular sensible a sus efectos, defenderá un papel activo de la UA en los foros internacionales, como en la COP27 celebrada en Sharm el Sheikh (Egipto) en noviembre del año pasado.

De igual modo, promoverá la denominada economía azul que moverá este año 405 mil millones de dólares. África, que alberga el 17 por ciento de la población mundial y con una emisión del tres por ciento de dióxido de carbono, es uno de los continentes más afectados por el cambio climático.

De un discurso anticolonialista y antiapartheid hace seis décadas atrás, hoy la Unión Africana va más allá y aboga por la unidad, el desarrollo de sus Estados miembros, la cooperación recíproca con otras regiones, pero, sobre todo, resolver los problemas africanos con soluciones africanas.

 

arb/nmr

Colaboraron en este trabajo:
Amelia Roque
Editora Especiales Prensa Latina
Laura Esquivel
Editora Web Prensa Latina
Yadira Cruz
Jefa Redacción África
RELACIONADOS