lunes 20 de octubre de 2025

El Salvador: Bukele con el campo abierto

San Salvador (Prensa Latina) Cuando falta más de un año para las elecciones presidenciales el 28 de febrero de 2027, las de la Asamblea Legislativa y las municipales, nada seguro se aprecia en valoraciones tempranas, a no ser la reelección del presidente Nayib Bukele.

Por Luis Beatón

Corresponsal jefe en El Salvador

Ya comenzaron los anticipos y opiniones de expertos, de magistrados, de figuras políticas y algunos que tal vez que se atribuyen poderes de pitonisos en unos casos, y otros que, con “los pies sobre la tierra” lanzan pronósticos de esos eventos que cambiarán el rumbo del país.

Guillermo Wellman Carpio, abogado y notario, exmagistrado del Tribunal Supremo Electoral (TSE) por el partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (Arena), emitió en entrevista con el diario El Salvador valoraciones que aportan elementos sobre la oposición y el futuro electoral.

Hasta ahora diversas opiniones e informes plantean un escenario de éxito para el gobierno. Según el exmagistrado Wellman, cuando ocurran las elecciones en 2027 no solo será la seguridad lo que impulse a Bukele, como diversas encuestas sostienen, sino que hay resultados en su gestión que le granjean un sólido apoyo en la población.

En 2027 va a estar concluida “la carretera de Los Chorros, terminado el hospital Rosales, probablemente ya esté terminado el Metrocable, el hospital de Nejapa; el hospital de Lourdes ya lo van a terminar; habrá un montón de obras”, ejemplificó como resultados.

Ya no será lo que críticos señalan como un gobierno de “mucho circo y luces”, sino que se verán resultados palmarios.

Uno de los logros del gobierno fue eliminar de la capital la acción de las pandillas e impulsar una metamorfosis del Centro Histórico, renovado, con antiguas construcciones resplandeciendo y otras nuevas como la Biblioteca Nacional, entre otras obras que atraen a salvadoreños y turistas.

Sobre la proyección electoral de 2027 para los partidos políticos, Wellman expresó: “Le voy a decir la verdad, y sin temor a lo que pueda publicar (el diario El Salvador): la política de oposición no existe, no levanta cabeza, porque no quieren entender que necesitan un cambio, una renovación diferente”.

“La oposición, ni siquiera entre ellos están conformes, se comen entre ellos”, nada más cerca de la verdad pues disputas internas entre partidos de oposición como el derechista Arena impiden que sean considerados como una alternativa seria al gobierno y entorpecer una victoria de Bukele en 2027.

Por otro lado, la oposición de izquierda inició un proceso de renovación para tratar de presentar una alternativa al pueblo salvadoreño después de perder apoyo en las pasadas elecciones y que aún no rinde frutos.

Manuel Flores, secretario general del FMLN, en reciente rueda de prensa dijo que en su segundo congreso, recién celebrado, se reunió a representantes de la militancia que no abandonaron al Frente en sus peores momentos.

Valoró el regreso de muchos seguidores del Frente que en su momento, dijo, le dieron su voto al partido Nuevas Ideas, fundado por el presidente Bukele.

El FMLN, antigua guerrilla devenida partido político tras el fin del conflicto armado (1980-1992), durante la celebración de su segundo congreso, en la localidad de San Antonio Los Ranchos, departamento de Chalatenango (norte), develó parte de sus objetivos.

Exalcalde de Quetzaltepeque y diputado a la Asamblea Legislativa de 2012 a 2021, Flores dijo que en dicha cita fueron fijadas las estrategias del partido de aquí a cinco, 10, 15 y 20 años, como parte de dicho proceso de renovación.

Pero la realidad es amarga aun en la oposición, tanto de derecha como de izquierda; no aparece un líder que guíe a los seguidores hasta la Casa Presidencial y otros órganos de poder como la Asamblea Legislativa, cuya integración en 2027 determinará el rumbo futuro.

Wellman opinó que Bukele puede llegar hasta el 2033: “Esa elección la gana hasta dormido, sin hacer campaña, se ve el trabajo que ha desarrollado este Gobierno”.

En la actualidad valoraciones apuntan a que el tratamiento dado por anteriores gobiernos al tema de las pandillas influye mucho en la población que compara cómo vivían en años antes, con mucha violencia y ahora se sienten seguros.

El tema de la seguridad, visto como la principal carta de presentación del gobierno, obviando presuntas violaciones de derechos humanos y la muerte de reos en cárceles, influye entre la población tras años de vivir atemorizados por la violencia existente antes de 2019.

Según Óscar Martínez Peñate, politólogo y doctor en Ciencias Sociales, el país camina sobre el sendero de la democracia aunque otros aseguran que es un dictadura, que Nuevas Ideas busca perpetuarse en el poder.

No se puede negar que el gobierno salvadoreño tiene el respaldo de importante sectores incluyendo sindicatos, gremios, cámaras empresariales, grupos y asociaciones de la sociedad civil, y sobre todo, un sector de la burguesía local, estimó Martínez.

Si como dice la oposición, el apoyo a Bukele y a Nuevas Ideas se debe a que el pueblo es “engañado por la maquinaria estatal”, hay que ver cómo eso se traducirá en las urnas en 2027.

El panorama es complicado y su explicación rrsulta un empeño difícil, sin embargo, las encuestas aseguran a Bukele un apoyo de más del 80 por ciento, y pese a críticas de violaciones de derechos humanos y una reelección inconstitucional, existen opiniones de que país avanza por el sendero correcto.

Esa es la carta que presenta el mandatario en su afán de seguir en el gobierno.

arb/lb

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