Por Odalys Troya Flores
Corresponsal jefa en Colombia
En exclusiva con Prensa Latina, Claudia Flórez aseguró que es un reto bastante grande, complejo, pero a la vez resulta también una motivación; “son sentimientos que se encuentran, pero que no se niegan y se puede hacer el trabajo”.
Esto significa también un proceso en el que el Partido venía trabajando, no es algo abrupto, no es una sorpresa, aseveró.
Llevábamos casi tres períodos anteriores trabajando el tema de la participación política de las mujeres, de cómo generar no solo un espacio seguro en términos de lo que se llama las violencias basadas en género, sino también para potenciar la participación de género, detalló.
Enumeró que estaban las escuelas de formación política, el criterio de que el 50 por ciento de la participación debía ser de ellas; “en los escenarios y en las dinámicas de construcción que el Partido hace de la práctica política debía estar la participación de las mujeres”.
Efectivamente, el Departamento de Mujeres se convirtió en ese espacio que potencia esta labor, acotó.
“No es fácil, no será fácil, pero hay mucha motivación y tenemos el empeño y las capacidades a fin de que colectivamente podamos dar un salto importante para el Partido y es un momento político en el cual necesitamos de hombres y mujeres unidos avanzando en ese trabajo”, subrayó.
CON TODAS LAS GENERACIONES
El término del relevo generacional es necesario en todos los partidos políticos y en especial los de izquierda, dijo a Prensa Latina la también directora del semanario Voz, órgano del PCCol.
En un partido como el nuestro, que sufrió el genocidio sistemático y continuado en Colombia, donde muchos de sus líderes y lideresas fueron asesinados, perseguidos, algunos hasta tuvieron que salir del país, hay un hueco generacional importante, enfatizó.
“Más que de relevo, hablamos del ensamble, del encuentro generacional. Necesitamos de la juventud esa pasión por el trabajo, pero también de la experiencia, la sabiduría y la certeza que los cuadros del Partido tienen”, manifestó.
El XXIII Congreso tomó una decisión importante no solo en el tema de la paridad y la participación de las mujeres, también en la aportación de la juventud al interior de la dirección nacional porque se busca ir trabajando esa transición que necesita el Partido.
“Para eso hay que abrir espacios a la juventud, a fin de que nos acompañe con esa pasión, con vistas a construir los cambios que necesita el país”, subrayó.
Añadió que, también en lo poblacional, abogan por la participación de los afrodescendientes, los pueblos indígenas, la comunidad Lgtbiq+, porque son parte de la realidad colombiana.
“Queremos lograr un arraigo e identidad con lo que existe en el país donde hay una lucha importante por el cambio, donde los territorios y las poblaciones buscan avanzar por una sociedad con mayores niveles de justicia social”, dijo la nueva secretaria general.
Durante el XXII Congreso se creó la figura del presidente del PCCol, que en esta ocasión recae en el saliente secretario general Jaime Caycedo.
“Se creó no como un espacio accesorio, sino que esa figura encabezada por Caycedo garantiza la posibilidad de extender el trabajo político que venimos haciendo. Hay un cambio político en el país que necesitamos construir colectivamente con ese ensamble donde él sigue siendo uno de los cuadros principales”, explicó.
INMERSOS EN EL PROCESO DE CAMBIOS
Llegamos al XXIII Congreso -celebrado del 7 al 10 de diciembre- luego de pasar la pandemia de la Covid-19, y del gobierno nefasto del expresidente Iván Duque (2018-2022), el cual dejó endeudado al país con prácticas de corrupción que casi llevan al acabose de la economía, en un momento donde el PPCol es legal, detalló.
“Hacemos parte de ese grupo de partidos que acompañan al gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez, con retos diferentes, en una etapa histórica en la cual podemos construir un mejor futuro para las nuevas generaciones”, señaló.
Para ello trabajan con nuevos elementos: en primer lugar, somos parte del gobierno y no oposición como fuimos toda la vida; participamos en los ministerios, y también en el parlamento como parte del Pacto Histórico, precisó Flórez.
Valoró que “estamos en un camino muy importante que no se hubiera abierto sino hubiese existido el Acuerdo de Paz” -firmado en 2016 entre las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo y el gobierno de Juan Manuel Santos, en representación del Estado.
“Quiero expresar mi gratitud al gobierno y pueblo de Cuba que nos acompañaron en ese momento también histórico que fueron las conversaciones de paz celebradas en la isla”, manifestó.
Aseguró que la idea de buscar una salida negociada al conflicto armado en Colombia le abrió también caminos importantes al país y hoy parte de esa unidad del PCCol con el gobierno de Petro es precisamente el apoyar la gran propuesta de Paz Total.
En el nuevo contexto político, dos mujeres que representan al PCCol se desempeñan como ministras en carteras clave en el país.
“Frente al Ministerio del Trabajo, qué mejor papel para defender a los trabajadores que una comunista y con la experiencia del PCCol en la defensa de la clase trabajadora, Gloria Inés Ramírez ha sido de las lideresas con mayor capacidad”, destacó.
Resaltó que en cinco ocasiones hasta el momento, el presidente la dejó como ministra delegataria con funciones presidenciales, algo casi imposible para un comunista y además mujer.
Hoy se envía un mensaje y una idea muy poderosa para el imaginario de la gente de lo que sí somos capaces los comunistas, gente con mucha capacidad humana para construir la Patria Grande, tras décadas de estigmatización y señalamientos para hacerlo ver como algo malo.
De igual forma, refirió el nombramiento de la ministra de Cultura, Patricia Ariza, quien empieza a trabajar para cambiar esa imagen vendida del país guerrerista y del narcotráfico; “es una idea muy hermosa porque se empieza a entender la verdadera identidad y riqueza de Colombia”.
Es otra manifestación del reconocimiento al papel de los comunistas, porque es momento de empezar a contar nuestras historias diferentes, y la cultura y sus expresiones artísticas son de verdad un instrumento fundamental para el cambio que Colombia quiere, concluyó.
arb/otf
