viernes 22 de agosto de 2025

Desfile militar en China: historia, símbolos y modernización

Beijing (Prensa Latina) China se prepara para una parada militar histórica que busca reforzar el significado pacífico y estratégico del Ejército Popular de Liberación (EPL), en medio de la reforma integral de las fuerzas armadas.

Por Isaura Diez Millán

Corresponsal jefe en China

El próximo 3 de septiembre la Plaza de Tiananmen -centro administrativo y político del país- acogerá a miles de soldados y oficiales con motivo del aniversario 80 de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la agresión japonesa.

En declaraciones a Prensa Latina, el sargento segundo Shao Xiaoguang, miembro del Grupo 76 del EPL, afirmó que este desfile tiene como propósito mirar hacia la historia, abrazar la paz y forjar un futuro mejor.

Subrayó que el ejército chino está dedicado a la paz mundial y cumple con su responsabilidad como fuerza de una gran nación.

Shao expresó que marchará con determinación firme para demostrar la dignidad y el porte de los militares chinos de la nueva era.

En su opinión esta parada militar transmitirá el compromiso de China de contribuir aún más a la estabilidad y la paz globales.

Por su parte, la capitana Wang Ranran, de la Guardia de Honor del EPL, señaló a Prensa Latina que participar en el desfile es un honor inmenso.

Es la primera vez que toma parte en este evento, pese a haberse incorporado al escuadrón de ceremonias en 2014.

Wang afirmó que el alto nivel de entrenamiento permitirá ejecutar con precisión todos los movimientos a pesar de los cambios en las armas.

El coronel superior Han Liming, subdirector de la Oficina de Mando de las Formaciones de Desfile, explicó que las unidades combinan tradición y modernidad ya que reflejan la trayectoria gloriosa del ejército popular y su nueva configuración tras las profundas reformas militares.

Destacó entre los aspectos clave “la lealtad inquebrantable” a la dirección del Partido Comunista y el reconocimiento a la historia de resistencia contra la agresión de Japón.

En este sentido comentó que la mayoría de las unidades participantes provienen de formaciones con legado en esos episodios, lo que demuestra respeto por los revolucionarios del pasado y continuidad de sus tradiciones.

Prensa Latina presenció parte del entrenamiento de esos escuadrones para una parada militar enfocada en reflejar el orgullo institucional y la disciplina de las fuerzas armadas chinas.

En las entrevistas los soldados y oficiales subrayaron además su compromiso con la paz, la estabilidad regional y el desarrollo de un sistema de seguridad global más equilibrado.

De acuerdo con las autoridades, el acto marca la presentación pública del Ejército Popular de Liberación en el camino hacia el centenario de su fundación.

El mandatario Xi Jinping, en su calidad de secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China y presidente de la Comisión Militar Central, presidirá la ceremonia y pasará revista a las fuerzas armadas.

EL DESFILE

La banda militar conjunta se organizará en 14 filas, en alusión a los 14 años de guerra, y contará con 80 trompeteros en la primera fila, en conmemoración del aniversario 80 de la victoria.

Los grupos de equipos militares se han organizado bajo criterios de operatividad real y carácter conjunto.

Por primera vez, se exhibirán públicamente armas estratégicas terrestres, navales y aéreas, así como sistemas de alta precisión, plataformas no tripuladas y contramedidas contra drones.

Todos los equipos que se expondrán son de producción nacional y actualmente en servicio activo.

La parada representa la segunda exhibición concentrada de la nueva generación de armamento chino, tras la del aniversario 70 de la fundación de la República Popular en 2019.

Además, mostrará el nuevo diseño estructural de las Fuerzas Armadas, con especial énfasis en capacidades emergentes y de nuevos dominios, como el ciberespacio, la guerra espacial y la inteligencia artificial.

Los oficiales aseguraron que el próximo acto militar resumirá el estado actual del desarrollo militar chino, su capacidad tecnológica y su compromiso con la defensa nacional, en un contexto de transformación estratégica y modernización integral de sus fuerzas armadas.

Según lo previsto, líderes y altos representantes de varios países participarán en este desfile, entre ellos el mandatario de Rusia, Vladimir Putin.

AGRESIÓN JAPONESA

La Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa duró 14 años desde el 18 de septiembre de 1931 (Incidente de Mukden) hasta la victoria el 15 de agosto de 1945, cuando Japón anunció su rendición incondicional.

Aunque el conflicto a gran escala (Segunda Guerra Mundial) comenzó con el Incidente del Puente Marco Polo el 7 de julio de 1937, China reconoce oficialmente que la resistencia nacional inició en 1931 tras la invasión japonesa de Manchuria.

Dado el desequilibrio militar, el gigante asiático adoptó una estrategia de resistencia prolongada y evitó batallas decisivas al tiempo que desgastó al ejército japonés.

Asimismo, las fuerzas del Partido Comunista de China destacó con tácticas de guerra de guerrillas en áreas ocupadas.

Es ampliamente reconocido por diferentes estudios que las fuerzas japonesas cometieron atrocidades como la Masacre de Nanjing (1937), donde murieron cientos de miles de civiles, el uso de armas bacteriológicas (Unidad 731), el trabajo forzado o esclavitud sexual (las llamadas “mujeres de confort”), así como el saqueo sistemático.

China fue uno de los Cuatro Grandes Aliados (junto con Estados Unidos, la Unión Soviética y Reino Unido) e impidió el despliegue de las tropas niponas en el Pacífico Sur y el Sudeste Asiático.

El 2 de septiembre de 1945 Japón firmó formalmente la rendición incondicional a bordo del acorazado estadounidense USS Missouri, por la diferencia de horario ya era 3 de septiembre en China.

El canciller chino, Wang Yi, subrayó recientemente que solo a través del reconocimiento sincero del pasado se puede obtener respeto.

Citó el Acta de El Cairo y la Declaración de Potsdam como documentos internacionales clave que establecen la responsabilidad de Tokio por la guerra y determinan que las tierras robadas a China, incluida Taiwán, debían ser devueltas a su país.

Wang Yi afirmó que esos acuerdos constituyen logros inamovibles de la victoria contra el fascismo y forman parte esencial del orden internacional posterior a la guerra.

Sin embargo, señaló que hasta la fecha algunos sectores en Japón continúan con el intento de justificar o negar la agresión, distorsionar la historia, modificar libros de texto y rehabilitar a criminales de guerra.

Calificó esas acciones como moralmente reprobables y contrarias al espíritu de la Carta de las Naciones Unidas.

De igual manera, instó a Japón a tomar decisiones correctas, a no olvidar los hechos históricos y a evitar desviarse nuevamente del camino de la política pacifista y la cooperación regional.

arc/idm

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