martes 30 de diciembre de 2025

Camboya despide en paz un año de conflictos

Nom Pen (Prensa Latina) Luego de tres semanas de hostilidades en la frontera con Tailandia y con el esperado regreso de 18 soldados detenidos ilegalmente allí por más de 150 días, Camboya despide en paz un año cargado de conflictos.

Aunque en una escala mucho menor que los recién concluidos, los choques comenzaron a finales de mayo en la provincia camboyana de Preah Vihear, uno de los puntos históricamente conflictivos en la zona limítrofe, y parecieron sofocarse al cabo de unas semanas, cuando sesionó por primera vez en 12 años la Comisión Conjunta de Límites entre ambos países.

Mas, casi dos meses después y luego de reportarse par de incidentes con minas terrestres, el 24 de julio estalló la que fue considerada entonces como la más grave confrontación entre ambas naciones desde el enfrentamiento de 2011 por el disputado templo de Preah Vihear.

En apenas cinco días de combate el enfrentamiento dejó un saldo de 43 personas muertas de ambos lados, entre ellos varios civiles, decenas de heridos, el desplazamiento de casi 300 mil ciudadanos de sus lugares de residencia y 18 soldados camboyanos en manos del ejército tailandés

Un alto el fuego fue pactado entonces en una reunión extraordinaria de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) efectuada en Malasia a finales de julio pasado y en la cual ambas partes se comprometían a mantener los despliegues de tropas actuales sin nuevos movimientos, así como no aumentar las fuerzas en la frontera.

Semanas más tarde, a finales de octubre y en el contexto de la 47 Cumbre de la Asean, los primeros ministros de Camboya, Hun Manet, y Tailandia, Anutin Charnvirakul, rubricaron una Declaración Conjunta enfilada a garantizar una paz duradera capaz de aportar beneficios tangibles a los pueblos de ambos países.

ESTALLIDO EN DICIEMBRE

Un nuevo capítulo en los ya históricos enfrentamientos entre estas dos naciones estalló el 7 de diciembre último cuando tropas tailandesas acusaron a las del vecino país de abrir fuego en la frontera contra sus soldados, dejando como saldo de un muerto y cuatro heridos.

Nom Pen negó las alegaciones de Bangkok y condenó los agresivos ataques a gran escala efectuados contra las Regiones Militares 4 y 5 de Camboya, con incursiones armadas dirigidas fundamentalmente hacia las provincias de Preah Vihear, Oddar Meanchey, Pursat y Banteay Meanchey.

“Estas acciones brutales e ilegales constituyen una grave violación del Acuerdo de Alto el Fuego y la Declaración Conjunta firmada por Camboya y Tailandia el 26 de octubre de 2025”, enfatizó la portavoz del Ministerio de Defensa nacional, teniente general Maly Socheata.

En sus conferencias de prensa diarias la vocera ministerial denunció el empleo en los ataques tailandeses de aviones de combate F-16, artillería pesada, gases tóxicos, e incluso de municiones de racimo M46.

Respecto a esto último, el ministro principal Ly Thuch recordó que la M46 es conocida por su extrema sensibilidad, por lo que un ligero toque, una pequeña vibración, la curiosidad de un niño, o la herramienta de un agricultor en la tierra, cualquiera de ellas puede matar.

Según el también primer vicepresidente de la Autoridad de Acción contra las Minas y Asistencia a las Víctimas de Camboya, citado por la agencia de noticias AKP, estas minibombas se dispersan en la tierra y permanecen allí mucho después de que cesen los bombardeos, invisibles, sin dejar marcas, solo esperando.

Para los agricultores camboyanos, subrayó, esto significa miedo cada día que intentan alimentar a sus familias, y para los niños, la muerte disfrazada de chatarra o juguete.

“Esto no es defensa. No es un accidente. Es un envenenamiento deliberado de la tierra y la vida de los camboyanos”, enfatizó Thuch y recordó que el Reino tiene una larga y trágica historia asociada a las municiones sin detonar, lo cual hace que la situación actual sea particularmente grave.

Finalmente, el pasado día 27 los ministros de Defensa tailandés, general Natthaphon Narkphanit, y camboyano, general Tea Seiha, firmaron un acuerdo de alto el fuego para restablecer la estabilidad, permitir el regreso de los centenares de miles de civiles desplazados y prevenir una mayor escalada del conflicto, que esta vez cobró 31 vidas de civiles.

Según lo acordado, el alto el fuego se aplicaría a todo tipo de armas, ambas partes se abstendrán de emprender acciones provocadoras que puedan intensificar las tensiones, incluyendo actividades militares para ingresar al espacio aéreo, territorio o posiciones de la otra parte, así como no construir o mejorar cualquier infraestructura militar o fortificaciones más allá de su propio territorio.

También concordaron en indicar a la Comisión Conjunta de Límites la reanudación, a la mayor brevedad posible, de los trabajos de reconocimiento y demarcación, de conformidad con los acuerdos vigentes entre ambos países, para lograr una paz duradera.

Del mismo modo se decidió que, tras la plena aplicación del alto el fuego durante 72 horas, los 18 soldados camboyanos retenidos por las tropas tailandesas serían liberados y devueltos a su país, de conformidad con el espíritu de la Declaración Conjunta de Kuala Lumpur, firmada el 26 de octubre de 2025.

PAZ A LA MANERA ASIÁTICA

Apenas 48 horas después de suscrito el nuevo acuerdo de paz, los cancilleres y altos mandos de Camboya, Tailandia y China sostuvieron una reunión trilateral en la cual debatieron sobre el fuego, cómo reconstruir la confianza política mutua y mejorar las relaciones bilaterales entre Nom Pen y Bangkok, y para salvaguardar la estabilidad regional.

De acuerdo con un comunicado emitido al término del encuentro, celebrado a orillas del lago Fuxian en la provincia china de Yunnan, la prioridad inmediata es consolidar el alto el fuego y garantizar la aplicación plena y efectiva de la Declaración Conjunta.

Señaló como siguiente paso clave trabajar para reanudar los intercambios normales, además de trabajar para reconstruir la confianza política mutua y fomentar un ambiente propicio para la V Reunión de Líderes de la Cooperación Lancang-Mekong, prevista para celebrarse en Tailandia en el momento oportuno.

El objetivo a largo plazo es mejorar las relaciones bilaterales entre Camboya y Tailandia, señala el documento y subraya que la responsabilidad compartida es salvaguardar la estabilidad regional.

El comunicado refleja asimismo la disposición de China a brindar todo el apoyo necesario a las vecinas naciones para impulsar el desminado humanitario, así como a mantener contacto con los ejércitos camboyano y tailandés para apoyar la consolidación del alto el fuego, cuando sea necesario y a solicitud de ambos.

Beijing también está dispuesto a proporcionar asistencia humanitaria de inmediato para cubrir las necesidades de subsistencia de las personas desplazadas en las zonas fronterizas afectadas, y –cuando sea necesario- proporcionar una plataforma para que ambas partes mantengan una comunicación más integral y eficaz.

China, enfatiza el texto, “seguirá desempeñando un papel constructivo para facilitar la reconstrucción de la confianza y el logro de una paz duradera entre Camboya y Tailandia a la manera asiática, con el objetivo de construir una comunidad de futuro compartido con los países vecinos”. arb/mpm

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