sábado 31 de mayo de 2025

Desalojos, ¿certeza jurídica sobre la tierra en Guatemala?

Ciudad de Guatemala (Prensa Latina) Los desalojos, en menor medida este año, siguen en Guatemala y evidencian la gran necesidad de dar seguimiento de la certeza jurídica sobre la tierra, afirmó el dirigente indígena Domingo Hernández.

Por Zeus Naya

Corresponsal jefe en Guatemala

Sabemos sobre la existencia de una cantidad de documentos falsos que ponen a tal señora dueña del terreno, cuando en verdad no lo es, explicó en declaraciones a Prensa Latina el coordinador de la Asociación Maya Uk’U’x B’e.

Es la continuidad del despojo colonial que comenzó en esta zona hace 500 años y no ha parado, añadió el cofundador del Comité de Unidad Campesina (CUC), una de las organizaciones históricas de defensores de los campesinos. Lo que ahora el problema se vuelve mucho más difícil, porque estamos creciendo en población y la superficie se mantiene, con el agregado del aumento del corredor seco, describió el también miembro de la convergencia maya Waqib’kej.

Además, porque en los últimos años se introdujeron la caña, el café, el monocultivo principalmente, la palma africana, lo cual está quitando todo el suelo a la siembra del maíz, advirtió Hernández.

¿POLÍTICA DE ESTADO?

A juicio del luchador por la defensa del territorio originario, el desalojo aquí ha sido una política de Estado para responder a los intereses de los grupos dominantes, de esa pequeña élite oligárquica en el país.

Insistió en la presencia de las transnacionales interesadas en promover el monocultivo, la palma africana y otros productos, aunque complejo el tema con la presencia del narco, que está igualmente disputando áreas.

Hay una mezcla clara en la cuestión de los desalojos, el interés de la oligarquía, los traficantes de drogas y la complicidad del Estado a través del Ministerio Público, acotó.

Desde el ente investigativo todo lo que se hace es legal, subrayó a esta agencia el entrevistado, natural del noroccidental municipio Santa Cruz del Quiché.

GUATEMALA SIN MAÍZ

En esta nación la población, principalmente la indígena, sustenta su modo de vida a través del maíz, recordó Hernández, quien viviera en el exilio en Europa y luego en los Estados Unidos.

Es decir, amplió el activista comunitario, se come tortilla o tamales con sal, chile o algo, con un aguacate y ya tienes para tu comida.

Entonces ahora se da la presencia del maíz mexicano, un 35 o 40 por ciento del que consumimos en el país viene de Chiapas, señaló, mientras aseguró que estos datos no los saca de un estudio sino de la observación directa. Si comienza la crisis a nivel de los alimentos, y escasea ese producto en el territorio vecino, “qué vamos a hacer nosotros”, preguntó. Prácticamente subirá la hambruna, ya que no estamos preparados ni existen condiciones como para pensar en soberanía alimentaria, porque no la tenemos, respondió.

Es decir, lo que vendría después sería hambre, muerte, lo cual es importante tomarlo muy en cuenta, reflexionó el dirigente indígena.

Los desalojos se están dando, la pérdida de propiedades, de territorio de los pueblos ancestrales, y el área se concentra en pocas manos, remarcó.

Esas les dan un uso al suelo, no para alimentar al pueblo de Guatemala, sino para sustentar los bolsillos de ellos, para producir aceite, impulsar la minería, aseveró el cofundador del CUC.

DISMINUCIÓN DE DESALOJOS EN 2025

Estaban programados 55 desalojos en estos meses de inicio del año, lo que no se ha logrado porque el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, jugó su papel, reconoció el coordinador de la Asociación Maya Uk’U’x B’e.

Su intervención detiene el problema en parte, pero no lo puede parar del todo, consideró, al tiempo que mencionó casos en El Estor, municipio del oriental Izabal, y otro en Cobán, del central Alta Verapaz.

Esto es importante tomarlo en cuenta, pero lo mejor que hay que hacer, no sé con qué, si con el apoyo del Estado, de organismos internacionales, es la cuestión de trabajar la certeza jurídica sobre la tierra, enfatizó Hernández.

Expuso la necesidad de mostrar quiénes son los verdaderos propietarios, hacer todo un análisis de fondo de cómo obtuvieron ellos el papel, quién les vendió, y todo esto.

Porque existen documentos de los pueblos indígenas e incluso desde la colonia, cuando les devolvieron determinadas áreas, comentó en sus palabras a Prensa Latina.

OTROS PROBLEMAS DEL CAMPO

Preguntado por otros problemas que afectan a las comunidades agrícolas de este territorio centroamericano, el miembro de la convergencia maya Waqib’kej refirió la desnutrición y la falta de acceso a servicios básicos.

Pero sobre todo, acentuó, la agresión total a la dignidad humana, una idea que llamó a desarrollar, vinculada a cómo las personas se vuelven vulnerables con los desalojos.

No tienen absolutamente algún derecho y el agresor que es el que ordena, se beneficia de esas expulsiones, prácticamente tiene una actitud deshumanizante, definió.

La gente se queda en la calle absolutamente sin nada, a la espera de ver dónde va a vivir, lo que constituye una agresión a la identidad y a la cultura, reafirmó el entrevistado.

En su opinión, tales acciones violentan los derechos de los indígenas, los convierten en personas de tercera categoría en derecho, pierden su idioma, costumbres y la solidaridad comunitaria.

No es nada más una cuestión de decir, bueno, se va, ya perdió su terreno, los desalojaron, sino las otras implicaciones que tiene hacia los pueblos originarios, concluyó Hernández.

arb/ZNC

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