Por Isaura Diez Millán
Corresponsal jefa de Prensa Latina en China
La comunicación estratégica que sostuvo aquí con el canciller Wang Yi sobrepasó las 11 horas en total de conversaciones, según fuentes oficiales.
Los analistas señalaron que el objetivo más evidente no fue lograr avances en los nexos entre los dos principales países, sino cuidar la estabilidad para que la competencia no se convierta en una mayor confrontación.
Expertos también consideraron la posibilidad de un encuentro en el futuro próximo entre los líderes de estas naciones, especialmente si se tiene en cuenta que en noviembre próximo sesionará en Brasil y Perú la Cumbre del G20 y el Foro de Cooperación Asia-Pacífico, respectivamente.
Para Su Xiaohui, subdirector del Instituto de Estudios de Estados Unidos en el Instituto de Estudios Internacionales de China, la visita de Sullivan destaca la voluntad y la necesidad de una comunicación estratégica entre Beijing y Washington.
“Biden también espera que este viaje pueda demostrar su capacidad diplomática y desde la perspectiva de China, esperamos que la interacción bilateral evite errores de cálculo, gestione las diferencias y estabilice la relación”, enfatizó.
Los expertos interpretaron que la elección de Beijing como sede del diálogo de alto nivel fue una señal positiva para las relaciones entre los dos países, ya que los tres encuentros anteriores ocurrieron en un tercer lugar (Viena, Malta y Bangkok).
“Además, nos dimos cuenta de que hay personas en el equipo de Sullivan que entienden chino, tal fenómeno en sí mismo representa la importancia que Estados Unidos otorga a las relaciones entre China y Estados Unidos y espera que la eficiencia de la comunicación mejore aún más”, señaló Su.
Por su parte Yang Tao, director general del Departamento de América del Norte y Oceanía del Ministerio de Relaciones Exteriores, enfatizó que la diplomacia de los jefes de Estado desempeña un papel estratégico de liderazgo en las relaciones bilaterales.
Recordó que desde el “Consenso de Bali” (2022) hasta la “Visión de San Francisco” (2023), la diplomacia de los presidentes fue ancla en los nexos entre los dos países pese a altibajos.
“Durante la comunicación estratégica, las dos partes discutieron la reciente nueva ronda de interacción entre los dos jefes de Estado”, dijo Yang y agregó que este encuentro “inyectará estabilidad y certidumbre en las relaciones”.
AGENDA EN UN CONTEXTO TURBULENTO
Esta es la segunda visita en ocho años de un asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos a China y la primera de Sullivan.
El funcionario llegó en un momento de renovadas tensiones por la intromisión de Washington en el tema Taiwán, los derechos de navegación en el Mar Meridional, la guerra comercial, el diferendo respecto a derechos humanos y la politización de los asuntos económicos por parte de Estados Unidos.
Todos estos temas estuvieron sobre la mesa, además de opiniones respecto a cuestiones regionales e internacionales como la crisis de Ucrania, Oriente Medio y la península coreana.
Algunas voces creen que debido al creciente “déficit de confianza” entre las dos naciones y el final del mandato de Joe Biden, la visita de Sullivan en este momento es de poco valor.
De acuerdo con Sullivan, el objetivo de sus encuentros con Wang Yi fue gestionar las relaciones de manera responsable para garantizar que la competencia no se convierta en confrontación y para que los nexos sean estables hasta el final del actual mandato en la Casa Blanca.
“Específicamente buscamos lograr más avances en áreas como el control de drogas y la reducción de su flujo hacia Estados Unidos”, agregó en conferencia de prensa aquí. Asimismo, dijo que ambas partes profundizarán los intercambios militares para que estos resultados puedan transmitirse al sucesor de Biden.
Wang Yi resumió los resultados de la visita en cinco claves que, según él, pueden allanar el camino para el entendimiento mutuo.
De acuerdo con el canciller chino, en primer lugar la dirección correcta de las relaciones bilaterales radica en que los dos jefes de Estado dirijan el camino.
Segundo, la clave para evitar el conflicto y la confrontación radica en cumplir con los tres comunicados conjuntos.
Mencionó Wang Yi además la importancia de tratarse mutuamente como iguales, consolidar los cimientos de la opinión pública y coexistir de forma pacífica a través de un entendimiento correcto sobre cada uno.
De hecho, el presidente Xi Jinping dijo a Sullivan al recibirlo en esta capital, que los pueblos de cada país quieren ser abiertos y progresistas, no cerrados y regresivos.
El mandatario expresó su esperanza de que ambas naciones trabajen de conjunto de una manera positiva y racional.
Llamó a considerar el desarrollo del otro como una oportunidad en lugar de un desafío y encontrar la forma correcta para que las dos principales economías se lleven bien.
En este sentido, abogó por manejar los nexos de acuerdo con el respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la cooperación de beneficio de ambos.
“La posición de salvaguardar firmemente la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo de China no han cambiado, y los esfuerzos para continuar la amistad tradicional entre los pueblos chino y estadounidense no han cambiado”, agregó.
Desde la cumbre entre ambos presidentes en 2023, China y Estados Unidos establecieron más de 20 mecanismos de diálogo y las dos partes mantuvieron comunicación entre los equipos de relaciones exteriores, finanzas, aplicación de la ley y cambio climático, así como los dos ejércitos.
Sin embargo, Beijing acusó en varias ocasiones a Washington de continuar con sus intenciones de contener y reprimir al gigante asiático.
En la visita de Sullivan a esta capital, las dos partes acordaron profundizar la cooperación en áreas como el control de drogas, la aplicación de la ley, la repatriación de inmigrantes ilegales y el cambio climático.
Asimismo, coincidieron en realizar videollamadas entre los líderes de los dos teatros militares y la segunda ronda del diálogo intergubernamental China-Estados Unidos sobre inteligencia artificial en un momento apropiado.
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