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miércoles 13 de noviembre de 2024
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Campaña electoral en Japón, estrategia y oportunidad

La Habana (Prensa Latina) La campaña electoral en Japón acapara la atención pública en medio de dudas sobre quién será el próximo gobernante de esta nación asiática.

Por Martha Sánchez

Redacción Asia y Oceanía

El 27 de octubre los ciudadanos emitirán sus votos para elegir a un nuevo Gobierno, por tanto, en los días previos más de mil candidatos exploran vías para presentar sus propuestas políticas con vistas a ganar un escaño en la Cámara Baja.

El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, disolvió la Cámara Baja del Parlamento el 9 de octubre a fin de despejar el camino con el objetivo de realizar comicios generales anticipados.

La Cámara Baja tiene 465 escaños y, de estos, 289 se elegirán a través de distritos uninominales y 176 mediante un sistema de representación proporcional. Cada votante emite dos votos, uno para seleccionar un candidato en un distrito electoral de un solo escaño y el otro persigue escoger un partido para la representación proporcional.

Lograr la mayoría, requiere -para cualquier fuerza política- conquistar 233 escaños.

Al momento de disolver la Cámara, el Partido Liberal Democrático (PLD), liderado por Ishiba, contaba con 290 asientos. Esta organización ha regido en Japón casi sin interrupción desde 1945, gracias a controlar durante décadas ambas cámaras del Parlamento.

Tal potestad le permitió implantar una especie de tradición mediante la cual su jefe también ejerce el cargo de primer ministro.

Sin embargo, la oposición ha manifestado la intención de destruir la preponderancia del PLD, cuya popularidad se ha visto socavada por problemas graves de corrupción.

El predecesor de Ishiba, Fumio Kishida, se vio envuelto en escándalos político-financieros y en diversos reclamos por la profunda crisis económica en Japón, que repercute en aumentos del costo de la vida y preocupa a todo el pueblo.

Las elecciones internas del principal partido gobernante en esta nación asiática concluyeron el 27 de septiembre con el nombramiento de Ishiba como nuevo líder.

Aunque se encargó de armar enseguida un Gabinete de Gobierno, Ishiba declaró que era su responsabilidad preguntar a los ciudadanos japoneses si lo apoyarán o considerarán otras opciones.

Basado en este argumento, convocó a elecciones generales anticipadas, con una campaña oficial de 12 días de duración, hasta el 26 de octubre.

La composición del nuevo gabinete llamó la atención porque solo aparecieron convocadas dos mujeres y la edad promedio de los ministros es de 63,5 años.

Por su parte, el líder de la principal fuerza de oposición, el Partido Democrático Constitucional de Japón, Yoshihiko Noda, ha criticado a Ishiba por no dedicar suficiente tiempo al debate parlamentario, como había prometido, y utilizar las elecciones para desviar la atención pública del escándalo del dinero.

Después de conocerse que miembros del PLD no habían declarado adecuadamente los ingresos provenientes de la recaudación de fondos, la entidad retiró su apoyo oficial a los implicados en el escándalo, pero la oposición esperaba tener tiempo para interrogar a la principal fuerza política. Recuperar la confianza popular deviene una prioridad máxima reconocida por el propio Fumio Kishida al dimitir.

Medios nipones de prensa reconocen a Ishiba, de 67 años, como un veterano político muy respetado entre las bases del PLD, del cual fue secretario general.

Además, ha estado al frente de las carteras de Defensa y de Agricultura y Pesca, y colocó en el centro de su agenda política el apoyo a las economías regionales para inyectarles mayor dinamismo. De manera estratégica, Ishiba escogió iniciar su campaña en Fukushima, un lugar conocido en el mundo entero porque en 2011 ocurrió el peor accidente nuclear desde Chernóbil, cuando un terremoto y un tsunami devastaron la instalación, cuyo desmantelamiento tardará décadas.

Allí reconoció que afrontaba las elecciones con un profundo remordimiento, pero las calificó como una oportunidad para revivir a su país. “Voy a crear un nuevo Japón”, prometió en la prefectura de Fukushima, en el noreste de la nación.

Desde el 15 de octubre, los candidatos comenzaron a debatir cuestiones relacionadas con medidas económicas para enfrentar la inflación y otras dificultades en esa esfera, así como distintas políticas de seguridad nacional.

Por supuesto, han aparecido cuestionamientos a las respuestas y reformas políticas adoptadas para hacer frente al escándalo de recaudación de fondos que involucra al PLD, socio principal de la coalición gobernante, compuesta por este y Komeito.

Ishiba afirmó que si la coalición logra obtener la mayoría, lo considerará una victoria.

La votación del pueblo definirá, en pocos días, si se rompe una tradición o se conserva, en un país poco apegado a los cambios drásticos, pese a estar afrontando no pocas dificultades económicas.

arb/asg/msm

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