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martes 10 de septiembre de 2024
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Camino de uvas en Ningxia, China: vino, turismo y ecología (+Fotos)

Yinchuan, China (Prensa Latina) Donde antes hubo un desierto, ahora está la mayor industria vitivinícola de China; lo que era grava devino viñedos y con ellos floreció también el turismo, la ecología y el empleo.

Por Isaura Diez Millán

Corresponsal jefe en China

En solo 40 años la Región Autónoma de Ningxia se convirtió en la principal zona productora de vino en el gigante asiático y actualmente cuenta con 261 bodegas (130 completadas) que proveen 140 millones de botellas al año.

Con más de mil 700 premios en competiciones internacionales, los vinos de este lugar se exportan a alrededor de 40 países y regiones, convirtiéndose en la “tarjeta púrpura” de Ningxia para dialogar con el mundo.

Prensa Latina visitó cinco de estas bodegas y constató el afán de los vinicultores por alcanzar la perfección en sus vinos de alta gama, la mayoría hechos a partir de las variedades de uvas tintas (como Cabernet Sauvignon, Merlot), que representan aproximadamente el 79 por ciento de la plantación.

“No se trata solo de calidad, sino de diferencia, es importante establecer un sello porque cada persona tiene sus preferencias y no podemos decir que un vino es superior a otro, creo que China debe encontrar su mercado”, nos dijo Cheng Yiou, futuro dueño de Hua Hao, especializada en la variedad Marselan.

Por otro lado, Ma Jie, representante de la bodega Helan Hong, nos explicó las características geográficas que hacen este lugar tan especial.

Según comentó, factores como la cantidad de horas de luz solar, las diferencias de temperaturas del día a la noche, las precipitaciones anuales promedio de 200 milímetros y las condiciones del suelo rico en minerales, influyen en que las uvas aquí tengan una acumulación suficiente de azúcar y de nutrientes fenólicos, formación adecuada de pigmentos y aroma único en el vino.

Además de sus distinciones internacionales, Helan Hong está presente en la mesa de grandes eventos oficiales del gobierno y fue elegida proveedora de vino tinto para los Juegos Asiáticos de Hangzhou 2022.

Esa zona productora de Ningxia se encuentra a los pies de la montaña Helan, la cual impide el paso de los vientos fríos del norte, mientras que el río Amarillo provee de los recursos hidrícos necesarios.

En 2003, al área la designaron zona de protección de indicación geográfica nacional y 10 años más tarde se incluyó en “El Atlas Mundial del Vino”.

No solo se trata de bebida, botellas y uvas, aunque ese sector y la zona piloto que el gobierno creó aquí, trajo consigo el desarrollo de la industria de servicios.

TURISMO Y VINOS, SINERGIA PERFECTA

Como parte de la simbiosis de vinos y turismo, las bodegas reciben más de tres millones de visitantes al año lo que reporta ingresos de unos 40 mil millones de yuanes (5.57 mil millones de dólares).

Gong Jie, gerente principal de Chateau Hedong, comentó a Prensa Latina que su producción anual es de unas 250 mil botellas de vino y aunque su prioridad de cara al futuro es mejorar el cultivo de las uvas, también considera imprescindible el desarrollo del turismo cultural alrededor de este sector.

De hecho, su vinícola destaca por la creación de espacios turísticos que van desde un paseo en tren por el viñedo hasta el alojamiento en habitaciones dentro de trenes antiguos, especialmente modificados para la estancia de los visitantes.

En Chateau Hedong todo se confabula para hacer agradable la permanencia: mesas con botellas de vino y uvas al aire libre listas para la degustación, un eficiente sistema de transporte interno, frutas por doquier, estatuas chinas antiguas, un ambiente “rústico” que capta cada año más de 60 mil visitantes.

De acuerdo con Ma Jie, el futuro del “turismo de vinos” tiene un gran potencial en Ningxia, porque en su opinión cada vez más personas prefieren acampar, beber, mirar las estrellas, reunirse alrededor de una hoguera, comer cordero completo asado o hacer su propia barbacoa al pie de la montaña Helan.

En todo caso, el gobierno emitió una serie de documentos para proporcionar apoyo en políticas y servicios a esa región, y favorecer así la creación de infraestructuras relacionadas con el agua, la electricidad, las comunicaciones, los bosques, entre otros, bajo la premisa de que donde se construyen bodegas, se hacen caminos.

Cuando visitamos la vinícola de Xia Mu nos sorprendió ver un proyecto que aún sin terminar, ya recibe en cabañas a decenas de turistas.

Los visitantes chinos, que normalmente comen temprano, estuvieron hasta altas horas de la noche con sus barbacoas en el patio, entre copas de vino y cordero asado, algunos incluso se ubicaron cerca de la hoguera que encendieron para el disfrute general.

Xia Mu es una bodega única porque apuesta por la producción de un vino “ecológico y natural” que adquiere de la tradición antigua gran parte de su esencia, nos comentó el propietario Zhang Pai.

Él ofrece una experiencia de agroturismo y destaca por su rechazo a los pesticidas o químicos en los viñedos, solo deja que el ecosistema haga su trabajo antes de cosechar.

Para la fermentación se apoya en la gravedad, coloca las uvas en grandes vasijas de cerámica adaptadas para el proceso.

“Estamos concentrados en aplicar el concepto de energía piramidal, por eso este lugar tiene forma de pirámide, permite el bajo consumo de energía, el diseño del edificio hace que la bodega respire naturalmente, absorba el espíritu del cielo y la tierra, y la vitalidad de las cuatro estaciones”, dijo.

ENERGIA VERDE EN EL VINO

A propósito del desarrollo ecológico y el respeto a la naturaleza, la principal proveedora de servicio eléctrico de China, State Grid, apuesta por el uso de fuentes de energía limpia en la industria vitivinícola de Ningxia.

En declaraciones a Prensa Latina, Sun Zhuo, miembro de la sucursal local de esa compañía, aseguró que la capacidad instalada de nueva energía en esa región autónoma alcanzó los 37,74 millones de kilowatts.

“Para promover el desarrollo refinado, inteligente y preciso de la industria vitivinícola aquí, aprovechamos al máximo los recursos únicos de los vientos en las estribaciones orientales de la montaña Helan e instalamos un sistema inteligente de generación de energía eólica más fotovoltaica”, comentó.

Según apuntó, al mismo tiempo se emplean equipos de control inteligentes en algunas bodegas, combinados con “big data” y computación en la nube, así como varios sensores para monitorizar plagas, agua y fertilizantes al tiempo que se promueve la construcción de un sistema industrial bajo en carbono.

La vinícola Great Wall Terroir es un ejemplo de ello. Con el uso de la tecnología y de plataformas inteligentes, los viñedos están las 24 horas “vigilados” desde el “sofware” y los teléfonos de los trabajadores.

El programa fiscaliza la humedad de los suelos, combina la respuesta con el sistema por goteo, realiza un control de recursos general de las plantaciones, cuenta con sensores de presión y proporciona una alerta al ocurrir una situación anormal.

Ese viñedo tiene además su propia estación meteorológica, lo que ayuda a consolidar a Great Wall Terroir como una bodega ecológica integral.

Asimismo, la vinícola se especializa en investigación científica, cultivo, elaboración, degustación, turismo, experiencia cultural, “catering” y conferencias, al tiempo que mantiene una producción de 10 mil botellas por hora.

Durante la visita nos explicaron que las plantaciones disponen de suficiente luz y calor, y muy poca precipitación, lo que forma un entorno microclimático único, con suelos de grava bien ventilados y permeables.

Todo ello otorga a las uvas una madurez adecuada, sustancias de sabor complejas y diversificadas y una acidez moderada, al tiempo que proporciona condiciones innatas superiores para la elaboración de vinos de alta gama.

Aunque esa es una de las principales vinícolas de la región y destaca por el uso de plataformas inteligentes, Ningxia promueve el desarrollo a gran escala e intensivo de la silvicultura y la agricultura, lo que mejora la productividad laboral y el rendimiento de la tierra.

La implementación de programas de formación profesional y capacitación técnica en la industria del vino permite optimizar las habilidades técnicas de los agricultores, lo que se traduce en un incremento de los ingresos laborales.

Cada año, ese sector en Ningxia crea aproximadamente 130 mil empleos y genera salarios estables de alrededor de 1.22 mil millones de yuanes (169.5 millones de dólares).

Por otra parte, para promover el ajuste de la estructura industrial regional, el gobierno local respalda a empresas de producción relacionadas con equipos mecánicos y materiales de embalaje como corchos, botellas y etiquetas.

De la misma forma, incentiva la creación de compañías que empleen los derivados como aceite de semilla de uva, orujo, entre otros, con el objetivo de aumentar el valor añadido de la industria del vino.

arc/idm

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