Por Claudia Dupeirón García
De la redacción de Ciencia y Técnica de Prensa Latina
Para muchos pareciera que los días de confinamiento por la pandemia de Covid-19 forman parte del pasado, aunque miles de personas padecen aún sus secuelas, otros lloran a los seres queridos que les arrebató y las instancias internacionales de salud siguen alertando sobre sus variantes y pidiendo la equidad de la distribución en las vacunas.
La emergencia sanitaria por el coronavirus SARS-Cov-2 se dio por terminada oficialmente en mayo del presente año, según anunciaba la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En septiembre, el director general de la OMS, doctor Tedros Adhanom aseguró que siguen presentes “tendencias preocupantes de casos antes de la temporada de invierno” y aunque “no hay una variante predominante” el foco estaba puesto en la EG.5, que aumentaba, y la BA.286, detectada en varios países.
“Los datos son limitados porque muchos países dejaron de comunicarlos, pero seguimos teniendo cifras preocupantes a medida que se acerca la temporada de invierno en el hemisferio norte”, precisó Adhanom.
Según la doctora Mandy Cohen, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, hasta el 1 de diciembre pasado, la pandemia continúa provocando en ese país la mayor cantidad de hospitalizaciones y muertes entre todas las enfermedades respiratorias: alrededor de 15 mil ingresados en instituciones de salud y alrededor de mil fallecidos cada semana.
A inicios de noviembre, la OMS consideró que se ha reducido el riesgo de enfermedad grave y fallecimiento para la mayoría de los pacientes. Hasta el 30 de agosto de este año se registraron más de 769 millones de casos y las muertes superaban la cifra de 6,9 millones en todo el orbe.
SIN AMOR Y CON CÓLERA
Pero la Covid-19 no es la única preocupación sanitaria que “agobia” al mundo. El cólera cobró la vida este año de más de tres mil 500 personas con un total de 610 mil casos hasta el 15 de noviembre de 2023.
Datos de la OMS señalan que un total 29 países notificaron pacientes desde el 1 de enero de 2023, mientras la región africana es la más afectada, con 16 naciones que reportan enfermos desde inicios de año.
Por el gran número de brotes, su amplia distribución y la actual escasez de vacunas u otros recursos, la entidad internacional calificó de “muy alto” el riesgo mundial.
Tal repunte ocurrido desde 2022 tiene agravantes como la falta de agua potable y saneamiento adecuados. Además, varias agencias relacionadas con el cuidado del medio ambiente, refieren que el cambio climático también desempeña un papel en dicho incremento a causa de fenómenos extremos como inundaciones, sequías y ciclones.
El cólera, una infección intestinal causada por la ingestión de la bacteria ‘Vibrio cholerae’, afecta actualmente la subregión de África Sudoriental, con datos preocupantes en Zimbabwe desde mediados de septiembre, especialmente en las provincias de Harare, Masvingo y Manicaland, alertó la OMS.
Del otro lado del planeta, el país con más casos confirmados es Haití, con 71 mil 270 y, en Asia, es Afganistán, con 203 mil 911.
Un reporte del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, (Unicef) señala que cada año se producen hasta cuatro millones de casos de cólera y unas 143 mil muertes, y “las niñas y niños de corta edad, especialmente los menores de cinco años de edad, son las principales víctimas”.
Hoy día existen tres vacunas orales contra el cólera precalificadas por la OMS para el control de brotes en regiones endémicas: Dukoral, Shanchol y Euvichol-Plus que requieren dos dosis para una protección total.
Un estudio publicado en The Lancet precisó que esos inmunizantes proporcionan una protección de unos tres años, pero la escasez mundial ha exacerbado la crisis.
“Esa insuficiencia no se debe sólo al consumo debido al aumento global de los casos de cólera, sino a la falta de interés de los fabricantes de producirlas. Esta vacuna es barata y requiere ventas en cantidades importantes para generar ganancias, lo que contribuye a que posiblemente tenga poco interés comercial para la mayoría de las empresas ubicadas en países de altos ingresos”, referenciaba la revista.
Ante esta situación, la OMS ha lanzado un llamado para recaudar 160,4 millones de dólares a fin de hacer frente a esta enfermedad como parte del plan mundial estratégico de preparación, disposición operativa y respuesta frente al cólera.
MOSQUITOS LETALES
El dengue, chikungunya y zika son enfermedades del grupo de las arbovirosis, transmitidas por los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus. Estas afecciones se han incrementado tanto en incidencia como en distribución geográfica.
Hasta agosto de 2023, siete países de las Américas (Brasil, Belice, Nicaragua, Perú, Bolivia, Argentina y Paraguay) se encontraban en situación de epidemia por dengue, según un informe de la plataforma de Información en Salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS).
Mientras México, Guatemala, Costa Rica, Venezuela y Colombia mostraban un aumento considerable.
El Ministerio de Salud de Brasil informó que hasta el 8 de diciembre el número de casos de dengue pasó de un millón 600 mil en 2023, un aumento de 17,5 por ciento respecto al mismo período del año pasado.
Por otra parte, el Centro Nacional de Referencia de Virología de Costa Rica, reportaba a inicios del presente mes que, además de los serotipos uno y dos de dengue que circulan de manera habitual en ese país, los casos identificados mostraban un incremento de las variantes tres y cuatro de este virus.
DESDE CUBA BUSCANDO SOLUCIONES
A mediados de noviembre pasado, el Centro de Inmunoensayo (CIE), perteneciente a BioCubaFarma, anunció que trabaja en la investigación y desarrollo de una prueba rápida para la detección del dengue.
El centro científico comenzó a trabajar en el diseño de un test rápido a partir de la detección del antígeno NS1 durante las primeras horas de la enfermedad.
A la par, especialistas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Cuba iniciaron los estudios preclínicos con dos formulaciones de un candidato vacunal contra el dengue.
El futuro inmunógeno está en su etapa de investigación-desarrollo con vistas a determinar cuál variante será la que se llevará a los estudios clínicos.
De acuerdo con los científicos del CIGB, se trata de un candidato tetravalente, basado en proteínas de los cuatro virus del dengue. El fármaco cuenta con una plataforma tecnológica segura y está basado en proteínas recombinantes.
Autoridades e investigadores del CIGB aseguraron que si se logra bajar el nivel de infección por el virus del dengue (la carga viral) se evita la gravedad, y que la sintomatología sea subclínica o ligera.
Al analizar las cifras relacionadas con la incidencia del chicunguya en la región, el resumen de la plataforma de Información en Salud de la OPS señala que en 2023 hubo un incremento de 40 por ciento respecto a 2022, y 125 por ciento en comparación con el promedio de los últimos cuatro años.
Los países con brotes más significativos son Bolivia, Paraguay y Argentina. Además, se reportan 340 muertes en 2023 a causa de esta enfermedad.
Otro de los arbovirus que afecta a las Américas es el zika; sin embargo, las cifras oficiales señalan que los casos ocurridos en los últimos seis años representan el 28 por ciento (181 mil 146) de los ocurridos durante el año epidémico del 2016 (652 mil 207).
MPOX, SIN ALARMAS, PERO ATENTOS
La viruela del mono, Monkeypox o Mpox, no se considera una emergencia de salud pública desde el mes de mayo, empero, y siguiendo también las recomendaciones de la OMS, es importante “no bajar la guardia”.
Hasta el pasado mes de agosto, la OMS reportaba desde el 1 de enero de 2022, un acumulado de 89 mil 308 casos de Mpox, 152 de ellos mortales, procedentes de 113 países.
Los 10 países que notificaron el mayor número acumulado de casos fueron Estados Unidos (30 mil 446), Brasil (10 mil 967), España (siete mil 560), Francia, Colombia, México, Perú, Reino Unido, Alemania y Canadá. Estos países representan el 82,9 por ciento de los detectados en todo el mundo.
La viruela del mono se extendió también significativamente por la República Democrática del Congo, donde hasta agosto ocasionó cerca de nueve mil contagios y 500 muertes.
Al referirse a la propagación de esta enfermedad, el director general de la OMS, señalaba que la viruela símica continúa planteando importantes desafíos de salud pública que necesitan una respuesta sólida, proactiva y sostenible.
“Si bien damos la bienvenida a la tendencia a la baja de los casos de viruela símica en todo el mundo, el virus continúa afectando a las comunidades en todas las regiones, incluso en África, donde la transmisión aún no se comprende bien”, apuntó.
Mientras las noticias sobre los conflictos bélicos llenan los espacios noticiosos, la humanidad lucha también con enfermedades que podrían tener soluciones a corto o mediano plazo si se compartieran las vacunas de forma equitativa o el acceso a servicios básicos sanitarios no fuera un lujo para muchos.
Ni el zika, el dengue, el chikungunya, el cólera y la Covid-19 se eliminarán con armas de fuego inteligente, ni aviones de guerra no tripulados. El mundo necesita de la ciencia, sobre todo para sanar.
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