lunes 8 de diciembre de 2025

Partido Socialista Unido de Venezuela: Síntesis orgánica de la nación

Caracas (Prensa Latina) El proceso de trasformación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en la estructura de base y la creación de su Buró Político consolidaron en 2025 a la Revolución bolivariana y a su vanguardia política.

Por Juan Carlos Díaz Guerrero

Corresponsal jefe en Venezuela

Este año que concluye cerró y abrió una nueva etapa de transformaciones que tuvo como epicentro la celebración conjunta el pasado febrero del V Congreso del Partido y el IV de la Juventud del PSUV, donde se adoptaron acuerdos definitorios del camino a seguir en lo inmediato y hacia el futuro.

La amenaza de agresión armada imperialista, a partir del segundo semestre, sirvió de catalizador para reimpulsar los planes concebidos en sus lineamientos históricos bolivarianos y que el comandante Hugo Chávez (1954-2013) plasmó para la posteridad en sus Líneas Estratégicas de Acción Política.

Como expresó el presidente Nicolás Maduro, este proceso de “reingeniería organizativa” tiene como fundamento la coherencia y ética mantenida por la Revolución en 26 años de intenso bregar, en los que pensamiento y acción y teoría y práctica está unificados con el proyecto original y legado de Chávez. En busca de elementos de juicio y para profundizar sobre el tema, este corresponsal de Prensa Latina en Caracas conversó con el director de Comunicaciones del PSUV, Gustavo Villapol, en su oficina del periódico Cuatro F.

-Celebrar este año el V Congreso del Partido, aprobar una serie de transformaciones encaminadas a fortalecer las bases y funcionar como eje transversal en los cambios estructurales para contribuir al fortalecimiento del Poder Popular, ¿convierten a la organización en elemento estratégico en la transformación?

-El Partido Socialista Unido de Venezuela surgió en 2006, en un contexto muy diferente al actual, con una Revolución en plena pujanza, sin los conflictos económicos motivados por el bloqueo y persecución económica, y tras una victoria electoral extraordinaria.

Pero también como parte del proceso de comprensión de la transición al socialismo de la Revolución bolivariana, liderada por el comandante Chávez, en la que veníamos de varias victorias electorales y “emerge el Partido para aglutinar todas las fuerzas revolucionarias, pero con un horizonte socialista claro”.

Luego de la siembra del Comandante Eterno y todo lo sucedido después, el PSUV “se ha consolidado como la gran vanguardia de la Revolución”, primero se forjó en el terreno electoral con Chávez y luego en la batalla revolucionaria con su presidente Nicolás Maduro.

Como dijo León Trotsky por “el látigo de la contrarrevolución” que acelera las revoluciones por la contradicción -y que el líder bolivariano hizo suya-, vimos un horizonte más claro y nos tuvimos que reponer del “golpetazo” por la partida a destiempo de su fundador.

Mantener la unidad, con un enemigo tan grande como el imperialismo estadounidense con todas sus capacidades de penetrar, dividir y de guerra, “ya es bastante fuerte”, pero lo que vino después, en la última década con la guerra multiforme contra el país, el Partido asumió un rol central.

De manera directa contribuyó en la distribución de alimentos a la población a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción; durante la pandemia del SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, con sus jefes de Calles, Comunidad y Unidades de Batalla Bolívar-Chávez, fue casa por casa con los médicos cubanos y venezolanos para atender al pueblo.

También el PSUV y su juventud de vanguardia fueron los que batallaron y “se cosió a plomo” en la frontera con Colombia contra los militares y quienes pretendían invadir Venezuela durante la Batalla de los Puentes, el 23 de febrero de 2019.

Por eso decimos que en los últimos 10 años “el Partido se forjó en el fuego revolucionario”, y es en ese proceso en que se cuece y nos lleva hasta esta nueva etapa en que reacciona también ante la real amenaza de agresión militar contra el país y el asesinato de sus líderes.

No solo reaccionó, sino que convoca a su Congreso para adaptarse a las nuevas circunstancias, en un contexto en que “el mismo imperialismo con sus ataques nos forjó en acero”, y el PSUV como expresión de vanguardia del pueblo, llama a reorganizarse.

El gobierno del presidente Nicolás Maduro también viene “reconstruyendo el tejido de organización del Poder Popular dejado por el comandante Chávez”, con las consultas y el empoderamiento de la gente en sus comunidades con la reparación de sus canchas, escuelas, centros de salud y cotidianidad.

Ante esta dinámica, el Partido tiene que adecuarse a la defensa integral militar de la nación, la construcción del Poder Popular y a la nueva etapa económica del país, y es por eso que toma las decisiones aprobadas en su V Congreso, como la reestructuración de su base.

Ello conllevó a la creación de más de 237 mil Comités Bolivarianos de Base Integral que modifica la dirección individual en colectiva, además de convertir las 47 mil comunidades en Comandos de Comunidades Bolivarianos Integrales que lo transforman en una “organización político militar”.

Pero, fíjate, el PSUV no es el tejido del Poder Popular que está haciendo gobierno, está ahí para que ese proceso “resurja, florezca y crezca”, porque no hace falta militar en él para trabajar en una Comuna, en un Consejo Comunal, si estás ahí “formas parte de ese proyecto que el Partido sueña como horizonte”.

-¿Podemos afirmar entonces que el actuar del Partido Socialista Unido de Venezuela en 2025 no ha sido cosa fortuita ni improvisada, sino un momento de madurez del proceso seguido en todos estos años que deriva a su vez en el surgimiento de su Buró Político?

-El nacimiento del Buró Político fue parte de las decisiones del V Congreso y era ya indispensable reestructurar las formas directivas para poder adecuarlo a los tres grandes objetivos de la nueva etapa de la Revolución bolivariana, como tener la capacidad de defendernos militar y políticamente.

Cuando ves la constitución de ese Buró, entiendes un poco más la comprensión de la guerra en esta etapa, su complejidad cognitiva, económica, los ciberataques, todo ese entramado “está expresado en el secretariado y en la señal de los sujetos que terminan dirigiendo”.

Ahí puedes ver, por ejemplo, a la ministra de Ciencia y Tecnología Gabriela Jiménez en la secretaría de Formación; pero todas las instancias que se conformaron tienen que ver con esta etapa y los tres objetivos mencionados.

Por eso aseguramos que cada paso que está dando el PSUV es producto de la madurez de una Revolución que le ha tocado fajarse en el terreno de la batalla, sin soltar el horizonte histórico de Hugo Chávez, que es su significado ideológico, teórico, político y praxis cotidiana.

La adaptación del Partido, con fallas, contradicciones y “cosas que no podemos olfatear va por esa vía”.

-El Partido Socialista Unidos de Venezuela se ha convertido en algo repetido por Maduro y su secretario general, Diosdado Cabello, en una poderosa fuerza dentro de la nación. ¿A qué atribuyes esa concepción?

-Son dos cosas, una tiene que ver con la batalla librada por la vanguardia de base, su Dirección Nacional y dirigencia, está última ha sabido depurar y sacar cuadros que parecían inamovibles, lo cual proporciona legitimidad ética a la Revolución y creo es uno de los grandes éxitos del presidente en ese sentido.

En 100 años de renta petrolera, nunca antes en la historia habían llevado a la cárcel a un presidente de la empresa estatal Petróleos de Venezuela, y Nicolás Maduro “ya ha metido a tres”, lo cual da una cualificación ética que la gente reconoce.

Esa misma ética que está en la dirección del PSUV la tiene también el liderazgo de base y por eso tiene esta gran fuerza que le hace estar en las principales batallas y lo convierten en el partido más importante del país, reconocido así por sus principales líderes políticos.

Lo otro tiene que ver con lo ocurrido en las cinco semanas más álgidas desde el comienzo de la inminente posibilidad de una invasión militar estadounidense contra Venezuela, en que el pueblo salió a alistarse y la Fuerza Armada fue a la comunidad a adiestrar al pueblo.

En ese punto el Partido, que es también ejemplo, y al mismo tiempo cualidad y cantidad, logró desplegar no menos de 300 mil personas distintas los fines de semana, “saca la cuenta de lo que significa una vanguardia que ya no solo sirve a la sociedad, sino que cuando se prende el candelero”, dice presente.

Yo coincido con nuestros líderes de que el PSUV es la gran vanguardia política de este país, el que moviliza, va al frente todo el tiempo, combate y da el ejemplo.

-El Partido tiene alianzas con otras organizaciones, ¿cómo se conjuga eso dentro de su militancia y dirigencia?

-El Partido Socialista Unido de Venezuela no es único porque dentro de la Revolución bolivariana la pluralidad es un derecho adquirido a partir de la propia Constitución de 1999 en un país donde hacen vida decenas de partidos, en su gran mayoría opositores.

Más de 40 son opositores y otro grupo de 11 forman parte de una alianza de la Revolución bolivariana agrupados en el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar (Gppsb), el cual ha sido un acompañante permanente en la vanguardia de todo este proceso, a lo que se suman más de 40 movimientos sociales estructurados y organizados.

Cuando hablamos de ellos -unos con mejor capacidad de organización que otros- en su acompañamiento al proceso revolucionario, al Partido y al Gppsb, forman parte de la concepción de la Revolución al constituirse en frentes para organizar los distintos espacios de la sociedad, quieran o no tener vida partidista.

Ese ecosistema político en que se ha transformado la Revolución bolivariana le da legitimidad al proceso en su cotidianidad.

La guerra cognitiva y mediática contra Venezuela impiden, “en un verdadero crimen”, que los pueblos del mundo no puedan disfrutar lo que significa una Revolución como la bolivariana, verla en su complejidad, contradicciones, pero también en belleza y capacidad organizativa.

El nivel de participación política en Venezuela es una locura, en un país completamente dialogante, que desde la llegada de la Revolución no ha parado de dialogar, la guerra contra Nicolás Maduro ha sido tan bestial e injusta, porque si hay un hombre entregado por completo a la causa revolucionaria ha sido él.

Lamentablemente la parte cultural diseñada por el imperialismo en el mundo es tan poderosa que es capaz de esconder eso, inclusive, a sus mismos connacionales que viven esa realidad.

Todo esto lo sabe el Gobierno de Estados Unidos, que conoce a la vanguardia del PSUV y el altísimo costo que significaría enfrentarla junto a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en un conflicto contra nuestro país, más allá de las asimetrías militares.

Como dijo Maduro al clausurar la plenaria del V Congreso, “cada agresión del imperialismo acelera nuestra evolución, nos hace más fuertes, más participativos y democráticos; ante más agresión, más Revolución; ante la máxima presión, máxima preparación”.

arb/jcd

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