viernes 21 de noviembre de 2025

UKG, otra firma que se va de Uruguay

Montevideo (Prensa Latina) El cierre de operaciones por parte de la empresa estadounidense UKG provocó la sorpresa del gobierno en Uruguay y se sumó a igual camino tomado por otras compañías extranjeras.

Por Orlando Oramas León

Corresponsal jefe en Uruguay

Ultimate Kronos Group es una empresa tecnológica con sedes en Lowell, Massachusetts en y Weston, Florida. Ofrece servicios de gestión de personal y recursos humanos.

El presidente uruguayo, Yamandú Orsi, dijo que le resultó inesperada la medida, que dejará en la calle a 300 personas.

Salió de la nada, totalmente inesperado, comentó a Prensa Latina uno de los empleados.

Por su parte, el Ministerio del Trabajo convocó a los representantes de la compañía para conocer los fundamentos de su retiro y buscar alternativas.

Así lo adelantó el ministro Juan Castillo, quien afirmó que esa institución no fue notificada oficialmente.

Desde el gobierno uruguayo se cuestionan la modalidad de despidos que se está utilizando mediante redes sociales, como sucedió con los empleados de UKG, dijo en rueda de prensa.

Castillo acotó que Ultimate Kronos Group se asentó tres años atrás con muchas expectativas, e incluso hace unos días su gerente declaró que iban a crecer hasta llegar a 500 funcionarios.

En los últimos tiempos, varias firmas extranjeras cerraron sus plantas en Uruguay.

La empresa Fenedur, fabricante de pegamentos, mudó recientemente su producción a Argentina. Antes, la estadounidense Verizon, de comunicaciones, cesó su actividad y dejó en la calle a 265 empleados.

En enero último fueron mil 500 los trabajadores despedidos por la firma japonesa Yazaki, proveedora de autopartes, la cual clausuró sus dos plantas en Uruguay y las trasladó a Argentina y Paraguay.

En abril de 2024, Fanacif -propiedad de la brasileña Frasle Mobility- dejó de producir aquí componentes para sistemas de freno, que ahora fabrica en Brasil. Gloria Foods, del Grupo Gloria de Perú, canceló el año pasado su producción láctea en Uruguay y dejó en la calle a 43 trabajadores, quienes se enteraron través de un comunicado enviado por WhatsApp.

Falta de competitividad y activismo sindical estuvieron entre los argumentos esgrimidos por esas empresas y la Cámara de Industrias del Uruguay.

POLÍTICA POR DEFINIR

Uruguay carece hoy de una política industrial, afirmó a la prensa la titular del Ministerio de Industria, Energía y Minería (Miem), Fernanda Cardona, tras comparecer ante la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda del Senado, donde definió las prioridades de su cartera.

Cardona explicó que el articulado del proyecto de presupuesto que corresponde al Miem pone énfasis en la “elaboración de una política industrial”, que sea “de mediano y largo plazo”.

Opinó que “gran parte de la situación estructural de la industria tiene que ver con no tener una política desde hace más de 10 años”.

Hizo referencia al cierre de empresas extranjeras asentadas en el país y a la falta de monitoreo gubernamental del sector industrial.

La ministra subrayó que entre las prioridades está el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas.

Detalló que las pymes representan el 95 por ciento de las empresas. Están en todo el país y son las que generan la mayor cantidad de empleo formal, añadió.

Acotó que el Miem busca promover la instalación de compañías tecnológicas, en particular en el ámbito de la información y la comunicación, y la inteligencia artificial.

CAÍDA DEL EMPLEO INDUSTRIAL

El informe de julio del Instituto Nacional de Estadística (INE) del empleo en el sector industrial registró una caída del tres por ciento interanual, según el Índice de Personal Ocupado.

Tal porcentaje representa la mayor caída interanual desde la pandemia por la Covid-19 y da cuenta de una situación adversa que atraviesa la industria respecto a la capacidad competitiva del sector.

El 30 de septiembre la Confederación de Sindicatos Industriales protagonizó un paro nacional parcial en protesta por la continuada pérdida laboral debido al cierre de empresas, un proceso que persiste.

«La situación es preocupante y ocupante. Perdimos más de dos mil puestos de trabajo entre febrero y julio y, si le sumáramos trabajos indirectos e informales, rondaríamos las cinco mil personas», lamentó el presidente del sindicato, Daniel Dárdano.

arb/ool

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