Por Lianet Arias Sosa
Corresponsal jefa en México
Según datos oficiales, unas 17 mil personas se manifestaron el sábado 15 de noviembre en esta capital en un recorrido que comenzó en el Monumento a la Independencia, atravesó avenidas como Reforma y culminó en el Zócalo de la Ciudad de México.
Promovida desde plataformas como X, TikTok y Facebook, el llamado a la movilización había sido acompañado en el contexto digital por imágenes alegóricas al anime One Piece, un intento de asociar la iniciativa a protestas realizadas en otras naciones como Indonesia, Nepal o Perú.
La icónica bandera de la serie también fue recurrente durante la marcha, cuyos promotores se definieron en un manifiesto, a nombre de la generación Z (personas nacidas entre 1997 y 2012), como un “movimiento cívico, realista y apartidista que nació del hartazgo colectivo de la juventud”.
Sin embargo, las imágenes vistas en la calle o a través de medios de comunicación revelaron un aspecto cuando menos discordante: la mayoría de los asistentes no encajaban ni de lejos en la franja etaria que, al menos en apariencia, había organizado la movilización.
Los reclamos de los participantes en torno a la inseguridad -si bien legítimos en sus inicios, en opinión de analistas- desembocaron después en frases y expresiones abiertamente soeces que pusieron a la mandataria Claudia Sheinbaum prácticamente en el centro de la inconformidad.
El hecho también levantó sospechas, pues un reciente estudio de opinión publicado por el diario El Financiero evidenció en octubre que precisamente un 66 por ciento de esos jóvenes aprobaba la gestión de la primera mujer presidenta de México.
A ello se suman datos de Latinobarómetro analizados por El País, los cuales develan que, entre generaciones Z de 17 países de la región, México tiene el tercer nivel más bajo de desconfianza hacia Gobierno, solo por detrás de El Salvador y Uruguay.
Hace pocos días, una investigación del Sistema Público de Radiodifusión arrojó luz sobre los orígenes y porqués de las contradicciones en torno a la marcha, convocada desde cuentas recién creadas, muchas operadas desde el exterior, y que emplearon inteligencia artificial para producir contenidos.
POCO JOVEN, VIEJA OPOSICIÓN
El coordinador del programa Infodemia, Miguel Elorza, apuntó que del 16 al 26 de octubre los perfiles se referían a la movilización como pacífica para solicitar la revocación de mandato, pero desde el 27 se publicaron imágenes modificadas que mostraban al Palacio Nacional en llamas.
A partir del 1 de noviembre, después del asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, en el occidental estado de Michoacán, la investigación evidenció que, de manera sincronizada, las comunidades y páginas cambiaron el motivo de la marcha en torno al suceso.
Aunque se percibe a la inseguridad como un asunto aún sin resolver completamente, llamaron la atención afirmaciones en la marcha sobre una supuesta política fallida en este sentido, pese a la disminución del 37 por ciento en homicidios dolosos en tan solo 13 meses del actual Gobierno.
Elorza puso más puntos sobre las íes al demostrar que la convocatoria tuvo por impulsores a representantes de la oposición, entre estos, el exmandatario Vicente Fox; la alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo, y los empresarios Claudio X. González y Ricardo Salinas.
Otro estudio realizado por el doctor en Ingeniería Carlos Augusto Jiménez, especialista en redes sociales, expuso que las etiquetas de la #MarchaNacional mostraron casi un millón de interacciones ligadas a la derecha internacional.
También a simpatizantes de Salinas y un 50 por ciento de cuentas extranjeras, detalló el experto al concluir que se trata de una campaña más para intentar manipular a la opinión pública contra la cuarta transformación, liderada por Sheinbaum.
A este propósito pareció unirse durante la manifestación en el Zócalo un grupo de individuos, buena parte con el rostro cubierto, que derribaron las vallas delante de Palacio Nacional con el empleo de martillos, cadenas y alicates.
Cuando los uniformados erigieron una valla humana, los sujetos iniciaron agresiones como golpes, robo de escudos y lanzamiento de artefactos explosivos contra los agentes, quienes no portaban armas, solo extintores y equipo de protección.
El saldo de las embestidas fue de 100 policías y 20 civiles lesionados, además de 40 detenidos, según la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
“Se tiene que investigar quiénes son, de dónde vienen y si les pagan”, dijo Sheinbaum al sostener que su gobierno no caerá en provocaciones y denunciar como objetivo de la hostilidad que los policías respondieran para luego acusarlos de represión.
DERECHA INTERNACIONAL
Revelada la participación de “los mismos políticos y empresarios que llevan un sexenio y un año consagrados a la invención y reciclaje de membretes en desesperada búsqueda de alguno que les dé la legitimidad social de la cual carecen”, La Jornada ubicó el foco en otro asunto.
El prestigioso medio de prensa invitó a analizar los eventos en un contexto global de auge de la ultraderecha y mencionó que los perfiles dedicados a promover las protestas provienen de Argentina, Colombia y España, donde los partidos de esa tendencia política tienen una enorme presencia.
Además, comentó en un editorial, “se ha comprobado su vínculo con el golpismo venezolano y con el bolsonarismo brasileño, donde surgió la actual camada de expertos en manipulación mediática a favor del neofascismo”.
De acuerdo con diversas fuentes, Salinas -con un largo expediente de evasión fiscal-, ha tratado de importar dicho modelo a México a través del español Javier Negre, copropietario de la plataforma La Derecha Diario, señalada por difundir noticias falsas.
A juicio de La Jornada, personajes como Negre y sus patrocinadores explotan la frustración de las clases trabajadoras, y en particular de los jóvenes, con un sistema que los ignora y los relega, desviando la atención desde los verdaderos causantes de los grandes males sociales: los oligarcas.
Comentó que ni este, ni anteriores intentos de introducir a la sociedad en la “guerra cultural” (nombre que dichos grupos dan a la defensa del machismo, la homofobia, la xenofobia, el culto a los multimillonarios y la apología de la violencia) consiguieron arraigo en México.
El rotativo lo atribuyó a la ausencia en este país de las problemáticas económicas que son caldo de cultivo de sus avances, y al hecho de que las cuestiones de género y diversidad que conforman su discurso no tienen aquí la centralidad adquirida en otras naciones.
Solo en la ciudad capital los convocantes consiguieron una concurrencia significativa, mientras en manifestaciones similares en Tlaxcala, Guerrero, Yucatán, Durango y Nuevo León hubo poca afluencia, y otra prevista frente a la Embajada de México en Madrid fue cancelada porque no asistió nadie.
El mismo escenario quizá se repita el próximo jueves, si llega a concretarse una nueva convocatoria de la supuesta generación Z.
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