lunes 10 de noviembre de 2025

Intercambio desigual y subdesarrollo

La Habana (Prensa Latina) Al intervenir como presidente del Movimiento de Países No Alineados (Mnoal) ante la Asamblea General de la ONU, el 12 de octubre de 1979, Fidel Castro acusó al intercambio desigual de convertir el comercio internacional en “un vehículo provechoso para la expoliación adicional de nuestras riquezas”.

Por Frank González

Periodista de Prensa Latina

Comprobamos que el intercambio desigual en las relaciones económicas internacionales, enunciado como característica esencial del sistema, se ha hecho, si cabe, aún más desigual, indicó el líder de la Revolución cubana al presentar los resultados de la VI Cumbre del Mnoal realizada en La Habana.

Casi medio siglo después, el problema persiste en condiciones más desfavorables para los países del Sur Global como exportadores, generalmente, de bienes primarios a precios relativamente bajos e inestables.

Mientras tanto, pagan precios cada vez más elevados por manufacturas y otros productos y servicios provenientes de las naciones industrializadas.

En esa relación se produce una transferencia de valor de los países subdesarrollados a los desarrollados, mediante la igualación de la tasa de ganancia a nivel internacional, como señaló el economista greco-francés Arghiri Emmanuel, quien elaboró su teoría del intercambio desigual en las décadas de 1960 y 1970.

Un aspecto clave en la formulación de ese concepto son las diferencias de salarios, definidos institucionalmente por cada una de las partes, con niveles extremadamente bajos en el Sur, respecto a los del Norte.

Para Emmanuel, el intercambio desigual es una condición inherente al sistema capitalista, imputable a una relación entre países subdesarrollados y desarrollados, cualquiera sea el producto o servicio intercambiado.

Toda definición válida del intercambio desigual debe hacerse con relación y sobre la base de las leyes de funcionamiento del régimen capitalista mismo y, principalmente, puesto que se trata de formación de precios, con relación a la ley del valor, indicó.

Tales afirmaciones están contenidas en su ensayo El intercambio desigual, publicado en 1971 en un compendio colectivo de autores en el cual participaron también Charles Bettelheim, Samir Amin y Christian Palloix, titulado Imperialismo y comercio internacional (El intercambio desigual).

Otros estudiosos del tema como Raúl Prebish y Hans Singer atribuyeron los desequilibrios en el comercio internacional al deterioro de los términos de intercambio entre productos primarios, por una parte, y manufacturados, por la otra.

El diferencial de productividad entre los actores estuvo presente también en el debate sobre el intercambio desigual y su inserción en un contexto más amplio sobre las causas y consecuencias del subdesarrollo, abordado por postulados como la teoría de la dependencia y el sistema mundo.

En opinión del sociólogo estadounidense Immanuel Wallerstein, el sistema mundo moderno es “un grupo intrincadamente construido y complejo de instituciones que ha funcionado sin problemas y eficazmente a lo largo de los últimos 500 años”.

En ese entramado de mediaciones surgieron y crecen las desigualdades entre regiones y países, acentuadas por las secuelas del pasado colonial y flagelos como la deuda externa, el proteccionismo, la escasa inversión extranjera directa y la disminución de la cooperación internacional, entre otros aspectos.

La dependencia Norte-Sur alcanza niveles alarmantes en los ámbitos de la tecnología, ciencia e innovación.

Las corporaciones estadounidenses Apple, Microsoft, Amazon, Alphabet (compañía matriz de Google), Meta, Nvidia y Tesla, sobresalen en el desarrollo y comercialización de productos y servicios en el sector de alta tecnología a nivel global.

Coca Cola, General Mills, Kellogg’s, Mars, Modelez, Pepsi Co y Unilever, comparten el predominio mundial con Nestlé, de Suiza, Associated British Foods, de Reino Unido y Danone, de Francia, en el alimentario. Algo similar ocurre con la industria automotriz, aeroespacial y farmacéutica.

Según el informe de actualización del mercado global, correspondiente a julio de este año, publicado por la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo, las plataformas digitales dominaban la economía mundial, tomando como referencia la capitalización de mercado o el valor de las acciones en circulación de cada una.

Nvidia, Microsoft, Apple, Amazon, Google, Meta, Broadcom, encabezan las 10 primeras empresas, seguidas por la petrolera Aramco, de Arabia Saudita,TSMC de la provincia china de Taiwán, y Tesla.

Mientras las plataformas digitales dominan los mercados, demasiados países en desarrollo se quedan atrás, subrayó la fuente.

arb/fgg

Tomado del periódico Negocios en Cuba

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