miércoles 22 de octubre de 2025

Otro modelo económico es posible, claman en Uruguay (+Foto)

Montevideo (Prensa Latina) En Uruguay se da la paradoja que exporta alimentos suficientes para 30 millones de personas, pero la pobreza infantil es alta y hay familias que no tienen asegurada la comida.

Por Orlando Oramas León

Corresponsal jefe en Uruguay

En pocas líneas lo expresa el presidente de la central sindical unitaria, el PITT-CNT, Marcelo Abdala, quien en entrevista exclusiva con Prensa Latina argumenta las razones por las cuales el movimiento obrero uruguayo propone dar un golpe de timón al modelo económico del país sudamericano.

Conversamos en su austero despecho de la casona sindical en la calle Juan D. Jackson, donde también tiene su sede el Instituto Cuesta Duarte, que mucho ha contribuido a las propuestas y proyecciones del movimiento obrero uruguayo.

Abdala se remota a la historia y sostiene que existe la suficiente evidencia de que el modo capitalista dependiente que en rige en toda América Latina y en Uruguay no satisface de las necesidades de la “buena vida” (término artiguista) de la población.

Subraya que desde la etapa colonial la región quedó relegada al rol de suministradora de materias primas y recursos naturales.

Fue y es una inserción internacional sobre la base del intercambio desigual por el cual vendemos materias primas e importamos bienes tecnológicos de punta, asevera.

En su parecer ello genera una condición en la cual se transfieren desde América Latina, por distintas vías, un conjunto de recursos que van a parar a los centros neurálgicos del capital financiero internacional.

“En Uruguay queda confirmado en la propia evolución del producto interno bruto. Si observamos el comportamiento del PBI, hay ciclos económicos caracterizados por un momento de auge y luego de caída, sin importar el signo político de la administración gobernante”.

Explica que el auge ocurre cuando suben los precios internacionales de las materias primas. Viene entonces una afluencia de dólares por las exportaciones y flujos de inversión extranjera.

A la par se produce un atraso cambiario peso-dólar, crecen las importaciones y los sectores productivos comienzan a padecer problemas de competitividad.

Se produce entonces un ajuste a la crisis y caída del PIB en lo que ubica como la segunda fase del ciclo.

“En general cuando se dan estos momentos de caída ocurre un proceso de ajuste contra los ingresos y derechos del pueblo trabajador y muchas veces hay cambios políticos”, apunta y sentencia: “En nuestro propio éxito se esconde nuestro fracaso”.

La frase se acompaña con el hecho de que Uruguay hila 10 años de estancamiento con crecimiento del PIB en torno al uno por ciento.

En una población económicamente activa pequeña como la uruguaya, ocurre el fenómeno de que más de medio millón de trabajadores reciban salarios deprimidos, fustiga.

“A ello súmale un 20 por ciento de informalidad laboral y gente en situación de calle. Te pone de manifiesto que la base productiva del país no logra satisfacer la buena vida de la población”.

LA PROPUESTA

Por esa razón el movimiento sindical ha considerado la necesidad de generar acuerdos hacia un modelo nacional de desarrollo que reindustrialice el país, apunta el dirigente obrero.

Se trata -abunda- de una estrategia que aporte al valor agregado, genere una inserción internacional más acorde a la actual revolución tecnológica, con mayor porcentaje de innovación en el PIB, que mejore la participación científica.

El propósito es generar una base productiva “más sofisticada” que no dependa solo de los recursos naturales, sino del trabajo y el conocimiento para tener una base mayor de riqueza que permita mejor distribución.

Abdala remarca que se trata de la propuesta del movimiento sindical aprobada en el XV Congreso del PIT-CNT, con talante histórico. “No solo para un gobierno, sino una que se plantea la liberación nacional”.

Opina que una estrategia de este tipo “debería cambiar el perfil de nuestras exportaciones”, principalmente carne, productos forestales, soya y lácteos (“con escasa industrialización”).

“Exportamos recursos naturales e importamos trabajo y conocimiento”, enfatiza.

LA SANGRÍA

Abdala opina que el modelo actual lleva consigno una sangría que beneficia al capital foráneo.

“Si notas, en el primer trimestre dl 2024 a igual periodo de 2025 salieron del país cinco mil 22 millones de dólares por remesas de utilidades de las transnacionales”, expresa gráfica en mano.

Se trata de un mecanismo expoliador “del mismo modo que la deuda externa, y el intercambio desigual, por donde se esfuman nuestros recursos y alimentan la desigualdad por la cual el uno por ciento del planeta tiene probablemente la misma riqueza del resto de la humanidad”.

Lo califica parte de un régimen económico y social “absolutamente injusto que está agrediendo hoy a la naturaleza y a la humanidad por la precarización del mundo del trabajo”.

De ahí la propuesta de cambio: “Por tanto un modelo económico de radicalización democrática, por decirlo así, debería tener una mayor participación del Estado en la economía, de la economía social en la producción y reducir el peso del capital financiero”.

El PIT-CNT está claro en que Uruguay “no es una isla”, en medio de una nueva división del trabajo.

“La otra cara de la moneda para que nuestra propuesta sea posible es la integración latinoamericana. Porque lo poco que exportamos de industria manufacturera lo hacemos en la región y exportamos los recursos naturales a los países altamente desarrollados.

En su argumentación Marcelo Abdala compara al modelo capitalista uruguayo con “un embudo al revés, que succiona hacia arriba y transfiere miles de millones de dólares del trabajo de los uruguayos al capital financiero.

Por ahí se van parte de nuestros esfuerzos y recursos necesarios para diversificar la matriz productiva y satisfacer las necesidades sociales.

Y vuelve a la idea inicial: “un país que exporta alimentos para millones de seres humanos tiene que uno de cada tres de sus niños y adolescentes vive bajo el nivel de pobreza. Es inadmisible y su ética, irrespirable”.

arb/ool

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