martes 26 de agosto de 2025

El Salvador: expectativas por política migratoria de Estados Unidos

San Salvador (Prensa Latina) La población de El Salvador vive entre la expectativa y el sobresalto por las posibles afectaciones que tendrán las políticas migratorias del gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en especial por su impacto sobre las remesas o ayudas familiares.

Por Luis Beatón

Corresponsal jefe en El Salvador

Es una situación preocupante, y no es para menos, las remesas representaron el 25.9 por ciento del producto interno bruto (PIB) en el primer semestre de 2025, dinero que llegó al 26.8 por ciento de los hogares salvadoreños.

Según el VII Censo de Población, al menos 514 mil 739 familias reciben estos ingresos, un 90 por ciento más que los 270 mil 045 receptores de 2007, cuando se realizó el anterior censo.

Preocupa sobremanera pues si a Trump, como hizo con otros países, le da por expulsar de forma masiva a los salvadoreños que tienen un estatus ilegal, el Pulgarcito de las Américas pudiera rondar altos niveles de pobreza, incluso algunos expertos lo acercan a Haití.

Es como una Espada de Damocles, pues en territorio estadounidense viven cerca de 850 mil nacionales como migrantes irregulares y por ejemplo, si como ya hizo con Honduras y Nicaragua, suspende el Estatus de Protección Temporal (TPS), cerca de 230 mil salvadoreños deberán recoger sus maletas.

La cifra de al menos 850 mil salvadoreños ilegales en la nación norteña fue revelada por un informe del Pew Research Center, un centro de estudios con sede en Washington y con gran renombre en el análisis del tema migratorio, que analizó datos de 2023.

El estudio titulado “La población inmigrante no autorizada en Estados Unidos alcanzó un récord de 14 millones en 2023”, mostró que El Salvador y Guatemala ocupan el segundo lugar en la lista de países con más inmigrantes que viven en la sombra, solo por detrás de México, que representa el 30 por ciento del total.

La sangría sería notable atendiendo a que las ayudas familiares crecieron 18.6 por ciento hasta julio y superaron los cinco mil 700 millones de dólares, incremento histórico, tal vez por temores de aranceles y otros impuestos que pudiera imponer el mandatario estadounidense.

Estadísticas del Banco Central de Reserva (BCR) confirman que los hogares salvadoreños recibieron más de cinco mil 710.2 millones de dólares entre enero y julio de 2025, un aporte sustantivo a la economía familiar que se puede ir a bolina.

Sin embargo, algunos comentaristas consideran que dada la cercanía del presidente Nayib Bukele con su par estadounidense, Donald Trump, eso no sucederá. El incremento de 894.2 millones de dólares en esta parte del año se vincula con el temor de los salvadoreños a las deportaciones.

En la lista de temas de preocupación está el impuesto de 10 por ciento que se aplicará a partir del 1 de enero de 2026 a cualquier transferencia realizada desde Estados Unidos, con excepción de los fondos que procedan de cuentas o tarjetas de instituciones domiciliadas en la nación norteña.

En la actualidad, Estados Unidos representó el 92.5 por ciento de las remesas luego de sumar cinco mil 281.9 millones hasta julio, una cifra que aumentó en 19.6 por ciento frente al mismo período de 2024.

Aportes menores pero sin amenazas de impuestos, son las ayudas procedentes de España, que pese al crecimiento de un 17 por ciento hasta 37.6 millones de dólares, e Italia con un 12.6 por ciento hasta 33.2 millones, son ínfimas en comparación con lo que llega del norte.

Precisiones de Pew Center sostienen que el concepto de “inmigrantes no autorizados” incluye a quienes entraron ilegalmente, pero también a aquellos que lo hicieron legal y posteriormente perdieron su estatus, incluyendo beneficiarios del TPS.

A nivel regional, el mayor aumento de migración no autorizada se registró en Sudamérica (1.3 millones), seguido por Centroamérica (725 mil) y el Caribe (575 mil) pero las políticas de Trump frenaron el aumento aunque persiste el interés de llegar a territorio estadounidense.

Un aspecto en el futuro de los inmigrantes es su peso en la economía estadounidense, pues en 2022 pagaron aproximadamente 96.7 mil millones en impuestos federales, estatales y locales, y se estima que su expulsión causaría una contracción económica devastadora.

Además, su poder adquisitivo y la fundación de empresas impulsan aún más la economía del país.

Las estadísticas sostienen que en el ámbito económico, los irregulares tienen presencia en todos los sectores. Las industrias con más trabajadores indocumentados en 2023 fueron: construcción (15 por ciento), agricultura (14 por ciento), hostelería y ocio (ocho por ciento), otros servicios (siete por ciento y servicios profesionales/empresariales (el siete por ciento). Muchos de estos empleados son salvadoreños.

La victoria aplastante de Trump en las últimas elecciones le dio “carta blanca” para de declarar una emergencia nacional (que le permitió conseguir recursos adicionales) y utilizar el ejército para implementar su plan de deportación masiva de inmigrantes indocumentados.

Los nacionales del Pulgarcito de las Américas en menor medida se enfrentaron al problema y aunque fueron deportados cinco mil 551 en este año, en el primer semestre de 2025, esa cifra fue menor en un 23.94 por ciento en comparación con el mismo período de 2024, según precisiones de las autoridades locales.

Según Pew Center, unos tres millones de todos los que viven en la sombra no son deportables, dado que tienen permiso para vivir y trabajar en el país.

En este grupo están las personas que solicitaron asilo, los que se acogieron al TPS, los que pertenecen al programa de personas llegadas en la infancia (DACA), y aquellos que están en el país con permisos de permanencia temporal, conocidos como parole.

No obstante, hay mucha incertidumbre pues si la administración Trump elimina de un plumazo muchas de estas protecciones, una gran parte de esas personas se enfrentarán a un limbo legal que puede terminar en deportación.

En el caso de los salvadoreños, una deportación masiva complicaría las cosas para la economía local, pues en el país hay crisis de empleo y el trabajo informal es la principal fuente.

Para Estados Unidos, la deportación crea un grave problema, pues por ejemplo, la agricultura ya entró en crisis por la falta de mano de obra.

De acuerdo con fuentes oficiales, aumentarán los costos de producción, habrá retrasos en los proyectos de construcción e interrupciones en los servicios.

Los más afectados son los trabajadores agrícolas. Las estimaciones señalan que entre un 40 y un 50 por ciento son indocumentados, muchos de ellos, migrantes de departamentos salvadoreños donde escasea la mano de obra por los bajos salarios, lo que llevó a muchos a poner la vista en el norte para resolver las necesidades de sus familias.

A grandes rasgos estos son los elementos que mantienen a los salvadoreños en la incertidumbre y a la expectativa, mientras son muchos los que demandan de Bukele el uso de su estrecha relación con Trump para proteger a sus compatriotas que viven sin papeles en territorio norteño.

arb/lb

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