Por Verónica Núñez Lastres*
Colaboradora de Prensa Latina
Andy Despaigne, productor musical y exdirector artístico del dúo urbano Charly & Johayron, comentó a esta agencia de noticias que para alguna gente el Reparto, más que una tendencia musical, se ha convertido en un estilo de vida.
La música repartera ha sido un tema polémico abordado en múltiples ocasiones en ámbitos académicos, periodísticos y audiovisuales en Cuba, con un profundo enraizamiento en la identidad cultural del pueblo, sobre todo entre los jóvenes.
Moras, especialista del Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello y profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana, explicó que en el contexto cubano ha habido múltiples experiencias de grupos urbanos.
La cuestión es la relación entre estos grupos y patrones de consumo cultural, donde la identidad se conecta con aspectos fenoménicos vinculados a la manera de vestir, de expresarse o lo que consumen (música o audiovisuales), comentó.
El investigador añadió que mientras algunos grupos, de cierta forma, han desaparecido por no estar solidificados como identidad cultural, los “repas”, como también los llaman, se han estabilizado a partir de la inclinación por determinados consumos y maneras de expresión.
Durante un panel sobre reparto auspiciado por la revista cubana Temas, la musicóloga Xiomara Pedroso recordó que estas canciones a menudo exhiben un profundo machismo, violencia de género y proyección marginal.
Muchas de las letras tienen un vocabulario sexualizado explícito, prácticamente es una oda a lo marginal; son recurrentes el sexo, el dinero, la ropa, las mujeres y las posesiones materiales, afirmó Pedroso.
A dicho panel asistió en calidad de ponente Lis Cuesta, directora de eventos del Ministerio de Cultura, quien manifestó que si bien las instituciones no defienden el mensaje violento y misógino que promueve el Reparto, este viene del barrio cubano y por tanto, merece una mirada y una atención.
El crítico musical e historiador de arte Emir García explicó que esta tendencia proviene del Reguetón, el cual desde principios de 1990 aglutinó a todas aquellas personas del barrio que necesitaban una nueva forma de expresión.
La crisis económica de 1990 en Cuba, conocida como Período Especial, implicó que el barrio comenzó a asumir actitudes y a vivir determinado nivel de degradación social, cultural y hasta personal, afirmó Emir García.
En opinión de Xiomara Pedroso, existen criterios encontrados sobre si el Reparto es un reflejo monolítico de la música, cultura y sociedad cubanas. ¿Acaso toda Cuba es repartera?, cuestionó.
Es una parte de la creación musical contemporánea cubana, dentro de la música popular; está entronizado en el contexto donde surge, el barrio, y es por supuesto una parte de la cultura y de lo que nos constituye como sociedad, apoyó Pedroso.
Sin embargo, añadió, no es lo que define unitariamente al cubano; a la vez, el fenómeno resulta llamativo por la transformación en los hábitos de consumo.
Ya no se limita solo a los ambientes marginales, cualquier persona escucha reparto sin importar su nivel de instrucción y de vida; aunque en un principio las instituciones culturales censuraron esta expresión musical, actualmente se muestran dispuestos a la colaboración.
Por su parte, Cuesta reconoció que las instituciones se mantuvieron de espaldas al fenómeno por más de 10 años, existiendo contradicción entre su promoción en redes sociales digitales y su ausencia consistente en las entidades estatales.
La popularidad del Reparto expresa un vacío frente al diálogo de la música que gusta a los jóvenes, quienes buscan consumir en grupo; de pronto perdimos la idea de esa preferencia y lógicamente, ese vacío se llenó con Reguetón y Reparto, apuntó Cuesta.
El despertar institucional no tiene solamente interés económico, hay en primerísimo lugar un interés cultural; se hacen audiciones para acreditar a los músicos, se permite que sean representados por empresas e instituciones cubanas y hay participación habitual de esos ritmos urbanos en diferentes espacios culturales del país, amplió.
Meses después del encuentro auspiciado por la revista Temas, Fernando León Jacomino, viceministro de Cultura, subrayó que a ese ministerio le toca trabajar con todo el bosque que representa la cultura cubana, de manera que todas sus expresiones encuentren un cauce hacia el disfrute del pueblo.
Ahora, la institución también tiene función de orden público; debe moderar, balancear y articular determinados posicionamientos críticos frente a un fenómeno de la cultura que tiene un alcance en la sociedad, aclaró Jacomino durante su intervención reciente en el programa Mesa Redonda, de la Televisión Cubana.
Durante un encuentro organizado en 2024 por el proyecto universitario La Cafetera, en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, el artista urbano Orlenis 22k manifestó su opinión respecto al impacto social del Reparto.
Siento que el artista de Reparto no tiene necesariamente una responsabilidad con la sociedad; el arte va de sentirlo; por ejemplo, si yo te doy un cuchillo, tú decides si cortas una cebolla o matas a una persona, y quien delinque, lo hará, aunque escuche música clásica, expresó Orlenis.
Emir García comentó a los asistentes del encuentro de la revista Temas que el Reparto se ha convertido en la expresión musical del joven de este tiempo, con sus matices.
Es sencillamente una expresión de resistencia musical ante una realidad que se vive, donde se retoman elementos del barrio y en el que luego empezaron a involucrarse músicos de formación, consideró.
Hay Reparto bien y mal hecho, Reparto que de alguna manera nos refleja, y otro que es antiestético, repudiable, finalizó el crítico musical.
Guille Vilar, destacado crítico musical e intelectual cubano, manifestó su disgusto por el Reguetón, pero tiene la impresión de que el Reparto es una manifestación superior, en un video publicado durante la Mesa Redonda mencionada.
Vilar expuso que, aunque emplean la misma base rítmica, en algunos productos reparteros que ha escuchado, incorporan instrumentos naturales y cantan mejor, incluso con letras más consumibles.
Cada generación tiene su música y les deseo suerte realmente; hagan las variaciones que sean, pero que tengan una calidad, que merezcan el respeto de todos, incluso de los que no somos parte del mundo del Reguetón y el Reparto, concluyó.
Con defensores y detractores, el Reparto corre hoy por las venas musicales de la isla, en especial de sus jóvenes; resulta imposible cerrarle las puertas, porque trajo mucho ritmo bueno y letras pegajosas que ya son parte de la cotidianidad del cubano.
Pero también es cierto que en su currículo abundan temas violentos, misóginos y chabacanos que atentan contra valores humanos. Frente a estos últimos, especialistas opinan que debiera limitarse su reproducción a través de los medios de comunicación, en centros culturales, recreativos y turísticos. Al final, lo mejor del Reparto prevalecerá.
arb/mml/vnl
*Estudiante de Periodismo