lunes 21 de abril de 2025

Mal empezó en EEUU, peor terminó la oposición en Bolivia

La Paz (Prensa Latina) La división actual de fuerzas opositoras partidarias de la restauración neoliberal en Bolivia para las elecciones generales de agosto próximo, confirman que si mal empezaron en Estados Unidos, peor terminaron en el país altiplánico.

Por Jorge Petinaud Martínez

Corresponsal jefe en Bolivia

En mayo de 2024, el semanario La Época denunció “el padrinazgo” de funcionarios gubernamentales de Estados Unidos en un pacto secreto sellado en Miami entre partidos de la oposición para, con un candidato único a presidente, hacerse del Gobierno en Bolivia este año.

La publicación advirtió que esa alianza fue denunciada por Ronald McLean, excanciller (1997-2002) del Gobierno del exdictador Hugo Bánzer, exalcalde de La Paz por el partido banzerista Acción Democrática Nacionalista (1987-1991) y exasesor del ultraderechista Luis Fernando Camacho en los comicios de 2020.

Precisó el escrito que su efectivización se realizó a través de la Fundación Ríos de Pie, conducida por Jhanisse Vaca Daza, activista que en 2019 fue una de las protagonistas del golpe de Estado contra el expresidente constitucional Evo Morales.

Esta fundación contaba con financiamiento de Washington mediante una de sus instituciones que conducían directamente a la hoy maltrecha Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) tras la llegada a la Casa Blanca del presidente Donald Trump.

Investigaciones sobre la Usaid coincidieron en que, en particular en América Latina, a través de “organizaciones no gubernamentales” ese instrumento de subversión operaba contra naciones que defendían su independencia y soberanía y que no se plegaban a los afanes hegemónicos del Gobierno de Estados Unidos.

La Época aclaró que, si bien al conciliábulo de Miami no concurrió toda la derecha, como anticipó el representante del partido opositor Creemos Zvonko Matkovic, este encuentro fue solo la primera de otras reuniones que tendrían lugar para construir un proyecto de unidad de la derecha boliviana.

Según el integrante del ala más radical de Creemos, el objetivo de esa unificación era consolidar una fuerza que haga frente al candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), tolda respaldada por los sectores populares que encabeza el Estado Plurinacional desde 2006, con el paréntesis (noviembre 2019-noviembre 2020) originado por el golpismo.

Mencionó el semanario que al “pacto secreto” también concurrieron un alto representante del también opositor partido Comunidad Ciudadana, de Carlos Mesa, y el empresario y frustrado aspirante a la presidencia por Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, quien ahora como candidato a presidente encabeza la flamante alianza Unidad.

Advirtió La Época que lo que develó el “pacto secreto” de Miami es la intensa actividad de Estados Unidos para organizar una alternativa frente al MAS desde la derecha de cara a los comicios generales de agosto próximo.

“Habrá que indagar el papel cumplido en este nuevo capítulo opositor por parte de la encargada de negocios de Estados Unidos en Bolivia, Debra Hevia”, concluyó el semanario.

Por su parte, la publicación digital El Radar caracterizó a Hevia como “una tecnócrata que ya inició (…) programas de formación de liderazgos, y se reunió con políticos de distintos partidos y organizaciones a lo largo del país”.

La embajada de Estados Unidos en Bolivia, en tanto, negó las acusaciones de La Época y El Radar contra la jefa de esa misión diplomática, y aseguró que reconoce la legitimidad de Luis Arce como presidente y que respeta la determinación que vaya a asumir la ciudadanía en los futuros comicios, según el medio digital sin fines de lucro Bolivia Verifica.

Sin embargo, en la opinión pública boliviana subyacen antecedentes como el puesto que ocupó Hevia en el Centro de Operaciones del Departamento de Estado, caracterizado por ser un espacio de diseño de estrategias de desestabilización.

Los estudiosos del tema afirman que esta área, en realidad, es un grupo de trabajo dedicado a las tareas de inteligencia y de operaciones especiales.

Desde allí, Philip Goldberg siguió operando después de ser expulsado de Bolivia en 2008 por respaldar las acciones de violencia de la oposición antidemocrática sobre la base de informes de inteligencia política proporcionados por la Agencia Antinarcóticos norteamericana (DEA por sus siglas en inglés), también expulsada ese mismo año, concluyeron los denunciantes.

RESULTADO DE LA REUNIÓN

El resultado de la reunión celebrada en Estados Unidos por fuerzas opositoras bolivianas en busca de un candidato único capaz de derrotar al MAS se hizo público en La Paz el 18 de diciembre de 2024.

En esa fecha, cabezas de la oposición partidarias de las políticas neoliberales de Estado Unidos y del Fondo Monetario Internacional anunciaron la creación del bloque Unidad de la Oposición Democrática.

Estaba integrado por Carlos Mesa, Samuel Doria Medina, Jorge (Tuto) Quiroga y un representante del encarcelado preventivamente gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, líder de la alianza Creemos.

Con posterioridad, se sumaron también como precandidatos el rector de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, de Santa Cruz, Vicente Cuéllar, y la exministra de Vivienda y Servicios Básicos durante el segundo gobierno de Hugo Bánzer (1998) y exfuncionaria del Banco

Mundial (se jubiló en 2017) Amparo Ballivián.

Una encuesta debía definir el mejor posicionado de todos, y el resto de los precandidatos se comprometieron a brindarle su apoyo para lograr el triunfo unitario frente al MAS, fuerza gobernante en Bolivia en las últimas dos décadas.

UN TORPEDO

Sin embargo, como un torpedo contra el buque del Bloque de Unidad fue la carta fechada el 6 de abril último y enviada por Jorge (Tuto) Quiroga al Tribunal Supremo Electoral (TSE), para advertir que la encuesta que debía definir el nombre del aspirante presidencial fue pagada por su rival, el precandidato millonario Samuel Doria Medina, y era ilegal.

Fue enfático Quiroga en la advertencia de que él no participó de la iniciativa. “Tanto las empresas que realizan las entrevistas de campo, la metodología y supervisión no corresponden al Bloque de Unidad, sino solamente a quien financia la misma, que es el Sr. Samuel Doria

Medina”, plasmó en el escrito.

Asimismo, insistió con el TSE en que “en el marco de las funciones de control y fiscalización que ejerce”, se sirva “ordenar” a Doria Medina hacerle llegar, en su condición de miembro del Bloque de Unidad, los “contratos celebrados con las empresas especializadas en

estudios de opinión”.

Tras la declinatoria a la candidatura de varios de esos aliados, solo quedaron en la disputa Quiroga, Doria Medina y Ballivián, quien finalmente también se apartó de la competencia.

Desde el TSE, su vicepresidente, Francisco Vargas, los vocales Tahuichi Tahuichi y Gustavo Ávila coincidieron en la aclaración de que no están penalizadas las encuestas realizadas por las organizaciones políticas siempre que no se difundan al público y tengan como objetivo

la toma interna de decisiones.

Sobre esta base, los aliados Camacho, Ballivián y Cuéllar respaldaron el sondeo en marcha, con lo cual Quiroga pareció quedar aislado.

Desde la prisión de máxima seguridad de Chonchocoro, departamento de La Paz, donde permanece durante el juicio en el que se le imputa como el principal orquestador del golpe de Estado de noviembre de 2019, Camacho llamó a preservar la alianza sin la presencia de Quiroga.

QUIEBRE DE UNIDAD OPOSITORA

Finalmente, la proclamación de Samuel Doria Medina como candidato a la presidencia del Bloque de Unidad en Bolivia y la estampida de otros precandidatos, confirmó el quiebre de ese intento de alianza de opositores neoliberales.

A nombre de Camacho, Efraín Suárez ratificó que Samuel Doria Medina quedó confirmado como el candidato oficial a la presidencia del denominado Bloque de Unidad de cara a los comicios generales del 17 de agosto próximo.

El expresidente Carlos Mesa había anunciado el 9 de abril su renuncia. La ruptura también fue confirmada por el aliado del hasta entonces precandidato Jorge (Tuto) Quiroga e impulsor de las políticas promovidas por Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional (FMI), Branko Marinkovic.

Tras el cierre del plazo para la inscripción de partidos políticos el 18 de abril, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia aseguró que registró cinco solicitudes de alianzas, 11 organizaciones políticas y tres indígenas de cara a las elecciones generales de agosto.

Así las cosas, el Bloque de Unidad quedó fragmentado con Doria Medina y Quiroga como rostros más visibles, y empeoran la posibilidad de cumplir el objetivo inicial otros candidatos a la presidencia partidarios del neoliberalismo como Manfred Reyes Villa, Jaime Dunn y Carlos Sánchez Berazaín.

arb/jpm

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