Por Roberto F. Campos
De la redacción de Economía
Tal aseveración se apoya en los programas que en la actualidad abarcan incluso mucho más, con modalidades de recreo en cuanto a aventuras, naturaleza y ruralidades.
Las autoridades cubanas mantienen una preocupación constante por un balance apropiado entre la protección medioambiental y la explotación de las áreas protegidas a favor del turismo de naturaleza y aventuras.
El excoordinador del programa de turismo sostenible del Centro Nacional de Áreas Protegidas Elvis Milián señaló que el Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) toma muy en cuenta tanto el desarrollo de la industria de los viajes como el límite de visitantes hacia esos lugares especiales.
En Cuba, hay 211 áreas protegidas identificadas y de ellas, menos cuatro que son reservas naturales, el resto puede emplearse en las distintas modalidades de turismo, como Parques Nacionales en adelante, o sea, reservas ecológicas, refugios de fauna, entre otras, clasificación que crece.
Incluso puede aplicarse este concepto a las APRM (clasificación del CITMA) que tienen en su interior a otras áreas de mayor restricción para su mayor conservación.
Ejemplificó con la región de Buena Vista en el centro del país, en cuyo territorio se localizan el Parque Nacional Caguanes, el de Caimanes y el refugio de fauna Cayo Santa María, Las Loras y otros espacios.
Entre esas localidades figuran seis con codificación internacional de Reservas de la Biosfera, categoría otorgada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Justo en el oriente cubano, existen dos Sitios Patrimonio Mundial Natural, el Parque Nacional Desembarco del Granma (en la provincia del mismo nombre, Granma) y el Alejandro de Humboldt, en Guantánamo.
Relata el entendido que por regla general quienes se aventuran a visitar esos lugares son personas con una conciencia de protección medioambiental y les gusta beneficiar esos sitios.
Sin embargo, no todo aquel interesado en recorrer esos lugares es un ecologista, por lo que en ocasiones los acompañan expertos para cumplir con los parámetros de esos escenarios y se abren unas rutas, pero se cierran otras según las contingencias climáticas.
Todas las plazas protegidas cuentan con un plan de manejo según su categoría, y en esos planes se incluyen los senderos, la conservación y diversas actividades.
En dependencia de que la categoría sea más baja, se puede explotar más o admite la construcción de hoteles, siempre con respeto del entorno.
Se trata de un sistema bien engranado donde participan varias direcciones de la administración central del estado. El 80 por ciento de las resguardadas operan bajo la conducciòn de la Empresa para la protección de la Flora y la Fauna del Ministerio de la Agricultura.
Sobre estas administraciones el programa de turismo sostenible del CITMA realiza un papel de asesoría, o jurisdicción metodológica, ello se traduce en apertrechar a quienes trabajan en esos lugares de conocimientos para el mejor manejo de dichos espacios.
Cuba es un destino con un sinfín de propuestas de naturaleza que ofrece senderismo, cicloturismo, paseos a caballo, espeleoturismo, buceo, observación de flora y fauna, safaris fotográficos y trekking, en singulares parajes para vivir una experiencia única.
Los guías apuntan que se trata de un archipiélago de atractivos contrastes, sorprendente por la policromía y diversidad de su paisaje, que regala su variada biodiversidad de ecosistemas terrestres y marinos bien preservados en los que se puede disfrutar casi todos los días del año de un intenso sol.
El litoral cubano con unos cinco mil 700 kilómetros, salpicado de extraordinarios paisajes y vastas zonas de playas naturales de aguas cálidas y transparentes y blanca arena y adornado con más de cuatro mil cayos repletos de exotismo en su flora y fauna.
Las abundantes lluvias en Cuba y sus fértiles tierras propician una riqueza natural agregada por las especies animales endémicas como el zunzún, la cotorra cubana, el cocodrilo o la grulla.
El esplendor de esos lugares y la posibilidad de observar a esos animales convierte cada uno de los rincones en atractivos destinos para excursiones, caminatas o recorridos a caballo o en bicicleta.
Y para un disfrute organizado está la Agencia de Viajes de Naturaleza Ecotur especializada en este tipo de excursiones.
Con un ejemplo muy característico en el occidente insular, cuando a bordo de un jeep de esta compañía se realiza un viaje por el Complejo Turístico Las Terrazas, un paradisíaco enclave en la Reserva de la Biosfera Sierra del Rosario.
Experiencia rural de desarrollo sostenible que combina cinco mil hectáreas de flora y fauna protegida con servicios turísticos y experiencias sociales, uno de los tantos ejemplos que se distribuyen por todo el archipiélago y confirman la aspiración de muchos viajeros de conocer las riquezas naturales de este país.
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