Por Juan Carlos Díaz Guerrero
Corresponsal jefe en Venezuela
Esa nueva política social, surgida en febrero último, despertó los “poderes creadores de nuestro pueblo” como expresó el gran Aquiles Nazoa, declaró en entrevista con Prensa Latina el ministro venezolano para la Cultura, Ernesto Villegas.
“No era algo que podía producirse de la nada, sino es la continuidad de un proceso de larga resistencia por parte de los creadores, artistas y cultores”, quienes tuvieron que sortear momentos muy difíciles como el bloqueo y la pandemia del SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, que golpearon fuertemente, afirmó.
Reconoció que de manera admirable estos hombres y mujeres mantuvieron su apego a las distintas dinámicas culturales y artísticas.
La Gran Misión Mi Patria Querida fue “como meterle combustible a un motor que estaba bien entonado” y por eso la iniciativa del presidente Nicolás Maduro “se disparó por todos los rincones de la nación”, espetó.
Villegas reconoció que falta mucho y no puede cantarse victoria porque todavía persisten “muchas heridas y deudas por sanar”.
Admitió, sin embargo, que se entró en una dinámica distinta, en el recorrido por el país con el Festival Viva Venezuela, Mi Patria Querida, así como con la producción cinematográfica del cantautor Alí Primera.
Sobre esta última opinó ha sido todo un suceso en el país, además de alcanzar el Premio Roque Dalton, otorgado por Radio Habana Cuba, en el contexto del recién finalizado Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de la nación caribeña.
Mencionó que todas las modalidades de la música venezolana tuvieron una expansión, la tradicional, contemporánea y académica, junto a las distintas expresiones de las artes escénicas y el patrimonio cultural que adquirieron valor.
Valoró también la existencia de trabajo para los cultores y artistas, y la recuperación de museos e instituciones.
El periodista y escritor insistió en que todavía falta mucho por hacer, aunque admitió que todo esto fue posible “por una decisión política de la Revolución bolivariana, del Presidente y su Gobierno de atender el frente cultural”.
Remarcó que la batalla de hoy es cultural porque al final todas las demás se resumen en ella; “las guerras, las confrontaciones y los debates, al final siempre terminan siendo de carácter cultural”, recalcó.
Encarar esa realidad, dijo Villegas, nos llevó a que la Cultura haya sido “una de las principales prioridades” al jerarquizarse a través de una de las Grandes Misiones de Nueva Generación aprobadas.
Significó que el jefe de Estado de manera personal “ha estado capitaneando iniciativas en este campo” y afirmó estar muy contento, pero aún insatisfecho “porque falta todavía mucho más”.
En ese sentido se refirió a los ocho vértices de la Gran Misión Viva Venezuela, Mi Patria Querida, orientados a generar el movimiento, el registro y la participación; el apoyo económico, la inversión, el financiamiento y emprendimiento; la educación para las culturas y la formación.
Además, promueve llevar la cultura nacional a todo el mundo; la creación de un sistema de reconocimiento y seguridad social para los cultores; afianzar el patrimonio y raíces en crecimiento, y la cultura en comunicación permanente.
Este 2024 ha sido el año del punto de inflexión para una nueva etapa de “mayor brillo, expansión y consolidación de nuestra identidad cultural”, reafirmó.
RECONOCIMIENTO A CUBA
En el diálogo con Prensa Latina, el ministro venezolano reconoció el trabajo que en su tiempo desarrollaron en Venezuela miles de colaboradores cubanos en el contexto de la Misión Cultura Corazón Adentro, a los cuales calificó como “semillas que se regaron por todo el territorio” nacional.
Comentó que cuando llegó el momento de la Gran Misión Viva Venezuela, encontraron “el suelo sembrado y esta terminó siendo como el agua que permitió florecieran esas semillas”.
Ponderó Villegas que sin ese trabajo previo de la Revolución bolivariana y la cooperación Cuba-Venezuela, habría sido mucho más difícil el florecimiento de la cultura venezolana en este tiempo.
“Por dondequiera que te metas, en esas profundidades, en las Catacumbas del pueblo como las llamaba el comandante Hugo Chávez, te encuentras una semilla sembrada por la Misión Cultura”, significó. Explicó que estas Grandes Misiones no vinieron a confrontar o desplazar a las Misiones fundacionales, sino a nutrirse de ellas, como es el caso de estas dos mencionadas.
El ministro ejemplificó que en el ejército de la Gran Misión Viva Venezuela, Mi Patria Querida, tienen a los animadores culturales de la Misión Cultura y a todas las unidades artísticas y espacios que fueron escenarios de los talleres y actividades de Corazón Adentro.
2025: GRANDES DESAFÍOS POR LA BATALLA CULTURAL
Sobre los objetivos para 2025 en el ámbito cultural, Villegas expresó la necesidad de hacer un balance de lo alcanzado este año para poder “plantearnos en el próximo las metas más ambiciosas de desarrollo de los ocho vértices de la Gran Misión, los cuales resumen una gran política cultural”.
Aclaró que estos no niegan otros aspectos incluidos en danzas, música, cantos, ritmos y artesanías de raíz tradicional venezolana, pero “en líneas generales son el mapa de navegación ideal para una política cultural exitosa en el 2025”.
Tendremos grandes desafíos en la batalla que se libra frente a una industria cultural globalizante que busca, muchas veces, borrar la memoria y la identidad de los pueblos, estimó.
Este trabajo a contracorriente, valoró, tiene en Venezuela “uno de los sitios de confrontación más importantes porque la venezolanidad es un valor a defender frente a las fuerzas imperiales que pretenden dominar a nuestro pueblo”.
Desestimó que esa venezolanidad entre en contradicción con la inserción dentro de la Patria Grande porque “no es un nacionalismo chovinista, como en ocasiones la derecha suele invocar, sino más bien estamos prestos a la integración y al diálogo cultural con los pueblos hermanos”.
Una venezolanidad que se siente parte de algo mucho más grande: nuestra América y del Sur Global, sentenció.
El ministro venezolano recalcó que son grandes los desafíos ante un mundo al borde de una tercera guerra mundial, de la cual se habla con desparpajo, y en ese contexto “nos aferramos a las palabras melodiosas de Alí Primera cuando clamaba por una humana humanidad”.
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