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lunes 16 de septiembre de 2024
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Un baile con sabor a merengue (+Foto)

Santo Domingo (Prensa Latina) Pese a los intentos de colonización cultural de Estados Unidos sobre América Latina y el Caribe, los pueblos de estas regiones defienden sus raíces que, hasta hoy, en su mayoría, dominan en el arte nacional.

Mariela Pérez Valenzuela

Corresponsal jefe en Repùblica Dominicana

Los habitantes de República Dominicana asumen con orgullo su soberanía e identidad propia, aunque en su historia la presencia extranjera fue notable (incluidas guerras e invasiones foráneas, entre ellas la de Estados Unidos en 1965).

La población dominicana actual, estimada en unos 11 millones de personas, es alegre y cálida, y como ocurre en otras naciones integradas por distintas culturas, gustan en especial de la música y el baile.

Los quisqueyanos disfrutan sus ritmos, en los que se mezclan los instrumentos traídos de África, Francia –por la influencia de la colonia europea en la vecina Haití- y España, a través de territorios cercanos como Cuba, Colombia y Venezuela.

Cuando se habla de República Dominicana, muchos la asocian de inmediato con sus playas, de las más hermosas del Caribe, pero también con el merengue, un contagioso ritmo considerado el baile nacional.

Algunos historiadores indican que el Merengue le tomó el nombre prestado a un dulce de la época en que surgió, a mediados del siglo XIX, y otros apuntan que procede de los vocablos muserengue o tamtan mouringue, conocido baile de algunas culturas africanas traídas por personas esclavizadas desde las costas de Guinea, y que recalaron en los territorios próximos.

El 23 de junio fue declarado el Día del Merengue, en coincidencia con la historia y origen de esa música, según conclusiones oficiales. La fecha recuerda el nacimiento del coronel dominicano Juan Bautista Alfonseca, en 1810, reconocido por los historiadores locales como el primer intérprete y compositor del ritmo.

Sin embargo, en círculos intelectuales todavía existen otras tesis que indican dudas al respecto.

Algunos, como la musicóloga Flérica de Nolasco, defienden la autoría de Alfonseca, mientras otros creen que su origen y aparición nunca se sabrá con exactitud, señala el compositor de música folclórica Julio Alberto Hernández.

El periodista e intelectual Rafael Vidal considera que nació como melodía criolla, tras la batalla librada contra invasores haitianos, en la que Alfonseca participó.

Por su parte, el folklorista, ensayista e investigador Fradique Lizardo defiende que se desprende de una música cubana llamada URPA, pues una de sus partes era conocida como merengue. La URPA habanera pasó a Puerto Rico y de ahí a otras islas del Caribe.

MERENGUE REPUDIADO

En lo que sí coinciden los estudiosos es que en 1844 la contagiosa melodía –que en la actualidad tiene su versión hip-hop- era repudiada por las élites dominicanas, y solo seis años después pasó de las zonas rurales a las urbanas para desplazar a la también famosa Tumba francesa.

Las primeras composiciones del merengue son atribuidas al coronel Alfonseca (1810-1875). Él, como músico, llevó su inspiración de manera sostenida al pentagrama, según afirma el periodista dominicano Beltrán Nicolás de Nagua.

Luego del cruce de improperios contra las melodías merengueras y despuès de ser aceptado y bien acogido por la sociedad elitista, el coronel escribió piezas con títulos muy populares como “¡Ay, Coco!”, “El sancocho”, “El que no tiene dos pesos no baila”, y “Huye Marcos Rojas que te coge la pelota”.

La estructura musical del merengue constaba de paseo, cuerpo y jaleo. La música desde sus orígenes se escribe a un ritmo de 2 x 4 y las letras que acompañan son comunes y divertidas en el arte popular.

En principio, los intérpretes lo tocaban con bandurrias, el Tres y el Cuatro. Pero luego entró por el Cibao (Santiago de los Caballeros) el acordeón diatónico de origen alemán, que por su fácil manejo desplazó la bandurria.

SU BAILE DESPLAZA A LA TUMBA

Uno de los elementos que desplazó a la Tumba fue la manera de bailar el merengue, que se mantiene hasta hoy, con una coreografía reducida y sensual, en la cual la pareja nunca se separa y todo el movimiento pasa por caderas y rodillas, en cadencia hacia la izquierda y hacia la derecha. Pueden girar, caminar de lado, e incluso soltarse, pero siempre cogidos de las manos.

Famosos artistas como Olga Tañón, Marc Anthony (los dos puertorriqueños) o el dominicano Juan Luis Guerra cuentan con el merengue dentro de sus temas de éxito.

En República Dominicana sigue siendo el plato fuerte de las fiestas. Un ritmo que ha dejado atrás siglos, sin perder su esencia y su sabrosura.

arc/mml/mpv

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