miércoles 19 de marzo de 2025

Plan H, creer en mujeres, en el vino y en Cuba

La Habana (Prensa Latina) Plan H es un proyecto dedicado al desarrollo de la cultura del vino en Cuba, con más de 240 tipos de esa bebida de 12 países que posee la primera enoteca del país, explicó su creadora, Ada Rosa Cabrera.

Por Teyuné Díaz Díaz

Redacción de Economía, Prensa Latina

En declaraciones a Prensa Latina, Cabrera comentó que ese proyecto, fundado hace dos años, es liderado por mujeres y conformado, en su mayoría, por un equipo de féminas que trabajan juntas en las armonías del vino como puede ser con las comidas. De ahí que en sus espacios posean un restaurante especializado, en este caso en comida tailandesa.

Otras propuestas de Plan H, añadió, están apoyadas por Best View Habana, un lugar dedicado a la cultura de La Habana y al vino, hacia el maridaje, al tiempo que contribuyen a la capacitación y aprendizaje de jóvenes con propuestas que les posibilitan una relación más directa con esa bebida.

Muchos jóvenes sommelier graduados en la escuela de Formatur, comentó, carecen de práctica y de un contacto más directo con ese producto, de modo que Plan H, al contar con una alta gama de vinos en su enoteca, les facilita adquirir mayores conocimientos y, además, participar en las armonías (maridajes) realizadas.

Nuestro objetivo es ayudar al desarrollo de la cultura del vino, apoyar la capacitación y el desarrollo de la juventud, subrayó.

Al referirse al porqué optó por ese proyecto, explicó que en La Habana existe una iniciativa llamada Mujeres del Vino, y Plan H se suma a potenciar precisamente la presencia de la mujer en ese medio tradicionalmente liderado por hombres. De esa inspiración surge el uso de esa bebida en Best View Habana con un apoyo bellísimo de amigas capitalinas.

Refiere Cabrera que, al ser una mujer emprendedora con muchos años de experiencia, siempre intenta atraer a otras con intereses de crecer y, además, las apoya, y en su opinión cada vez se aprecia un alza de emprendimientos femeninos en Cuba.

La Habana, el vino y el tabaco atrae a un grupo de ellas interesadas en crear sinergias, como las que ocurren entre Plan H, Mujeres del Vino y Las Amigas del Habano.

Sobre este último precisó que está integrado por una variada cantidad de féminas, unas del sector tabacalero, otras especialistas, historiadoras, en fin, todas con un conocimiento increíble y aunque no todas fuman, respetan el producto y lo potencian.

“Al unirnos creamos sinergias, cada cual trae un poquito de sí, de manera tal que formamos un grupo de intercambio y desarrollo en busca de crecimiento”, aseguró.

A juicio de Cabrera, el impacto social de Plan H se aprecia en la creación de empleo, el apoyo a otros emprendimientos. Recuerda que al principio realizaron catas, maridajes y mini capacitaciones libres de costo, destinadas a aquellas personas interesadas en aprender un poco sobre el vino.

Próximamente, continuó, realizarán otra capacitación para principiantes, cualquiera puede participar, en ocasiones anteriores se han sumaron bartenders y algunos jóvenes gastronómicos a aprender desde la base sobre la cultura del vino, cómo servirlo, cómo degustarlo, y cómo maridarlo.

Al ser interrogada sobre cómo hace para tener una bodega tan diversa, respondió: invertir y creer en mi país. Plan H es un proyecto a largo plazo, pues el vino no es un producto de venta rápida, sino que requiere de tiempo y amor.

Hay que creer en la cultura del vino en Cuba, algunas personas dicen que no existe, en cambio sí existe, y sí existió. Pero necesita continuar su desarrollo, para eso hay que apoyar y tener estabilidad, aseveró la empresaria.

Nuestra Habana, dijo, merece tener este aspecto de cosmopolita desde la comida internacional hasta el vino, elementos esenciales en ciudades prósperas y modernas.

Cabrera afirmó que comenzó su emprendimiento con el vino “porque lo amo y creo en él, y en La Habana porque creo en mi ciudad y creo en mi país .Todo lo que hago está relacionado con mis sentimientos, tengo que creer en ello porque sino no funciona, eso es Plan H, mi propio plan, un plan único”.

Así sucede con el restaurante de comida tailandesa, continuó, y explicó que en múltiples ocasionas visitó Tailandia, conoce su comida, y en Cuba existen prácticamente los mismos ingredientes, aunque no lo sabemos. El clima y la vegetación son muy parecidos, hay todo para elaborar ese tipo de alimentos.

Además, “en cada capital existe comida tailandesa, porque se ha expandido en todo el mundo, al igual que la italiana o la española. Entonces, La Habana tiene que tener una enoteca, La Habana tiene que tener comida tailandesa como toda capital que se respete”, concluyó.

arc/tdd

RELACIONADOS