Por Fausto Triana Corresponsal jefe en España
Ya tuvo Madrid a Mourad Merzouki, creador del espectáculo de danza y música que se exhibirá en la ceremonia de inauguración de la cita parisina. El prestigioso Festival de Teatro de Avignon anuncia su dedicatoria este año al idioma español, y uno de los grandes artistas franceses del lente visita España.
El Instituto Francés de Madrid es el principal responsable de este acercamiento permanente entre los dos países y el pretexto notable, que es la Olimpiada, se anota muchos puntos.
Philippe Millereau, fotógrafo con más de 30 años de carrera y 17 Juegos Olímpicos en su haber, confesó a Prensa Latina su ilusión por tener en París a un evento único en la historia. “Hay un sueño, que ojalá se extienda en el tiempo, a partir de una ceremonia de apertura excepcional”, puntualizó.
“Quisiera pensar que los encuentros en París de los mejores deportistas del universo marcarán un punto de inflexión. En medio de tantos conflictos y guerras, al menos en esos 15 días hay una calma, una tregua sin anuncios, un sueño en el cual todos los humanos quisiéramos vivir”, añadió.
En la conversación con Prensa Latina, Millereau reconoció que el deporte siempre tiende sus manos y promueve amistad y confraternización, “pero lamentablemente este punto de inflexión para la humanidad casi nunca es duradero”.
Sus experiencias detrás del lente arrancaron en la cita invernal de Albertville en 1992, con lo cual puede considerarse una autoridad para valorar la idea de la Ciudad Luz de acoger un inicio por primera vez en la historia fuera de un estadio.
La pregunta de Prensa Latina es casi obvia. ¿Qué expectativas tiene de los Juegos de París?
“Espero que sean muy bien organizados, con una ceremonia de apertura en el Sena extraordinaria y singular, que se desarrolle con mucha brillantez, sin ningún problema de seguridad. Es la gran pregunta del momento, si mantenerlo en el Sena o aplicar un plan B”, valoró Millereau.
“Hacerla por ejemplo alrededor de la Plaza de Trocadero, frente a la Torre Eiffel, o en el Stade de France, son alternativas que se manejan, todo en razón de los sucesos trágicos en el mundo actual de guerra y conflictos”, explicó.
Sin embargo, se mostró exultante con la idea de tratar por todos los medios de hacerla en el Sena.
“Sería sin dudas espectacular, aunque a nivel de logística es un desafío enorme, particularmente en el tema de la seguridad. Imaginemos que serían unos 500 barcos para transportar las delegaciones, 300 mil personas sobre los muelles y bordes del Sena, todos los puentes del Sena con tribunas con espectadores”, detalló.
MAGIA DEL LENTE
Aunque parece un hombre bastante inquieto, Millereau, ante el interés de Prensa Latina alrededor de la magia del lente de un fotógrafo muy experimentado, ofrece detalles pormenorizados.
-La tecnología ha cambiado mucho y eso favorece la calidad de la fotografía. Claro que a tu pregunta, diría que sin la fotografía no tendríamos hoy el testimonio documental de los Juegos Olímpicos.
-Cabe recordar que hasta 1904 no se había desarrollado el soporte en formato de película, que luego transitó también hacia los videos.
-Al mismo tiempo, el hecho de que se progresara tanto en las imágenes en movimiento, es un factor que favorece a nuestra profesión.
-De los videos salen secuencias. De los primeros Juegos Olímpicos hasta 1904 no había videos ni filmes. Sin embargo, ahora la toma de vistas de video son más importantes porque abarcan más que las fotos.
Fotógrafo personal del coloso francés de todos los pesos en judo, Teddy Riner, tres veces campeón olímpico, en 11 ocasiones monarca mundial y cinco titular europeo, aseguró a Prensa Latina que conquistará su cuarta presea dorada en París.
Está listo para ganar, dijo sonriente y convencido de que Riner será una de las sensaciones de los Juegos Olímpicos de París.
A otra interrogante en cuanto a las dificultades de especializarse en deportes de combate, admitió que el 80 por ciento del tiempo en el judo no pasa nada.
-Se requiere de una concentración tremenda, de aprender más de las técnicas de combate y particularmente de mucha consagración. Cuando llega el momento crucial tienes que estar ahí, física y mentalmente.
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