miércoles 12 de febrero de 2025

Panamá, la soberanía amenazada (+Fotos)

Ciudad de Panamá (Prensa Latina) El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pospuso por motivos de "agenda" la primera llamada telefónica que tenía prevista con su par istmeño, José Raúl Mulino.

Por Mario Hubert Garrido

Corresponsal jefe en Panamá

La conversación, ahora sin una nueva fecha para realizarse, tendría lugar en medio de una crisis bilateral tras las amenazas del magnate republicano de “recuperar” el Canal de Panamá bajo el argumento de que China opera esa vía vital para el comercio internacional.

Las esperadas pláticas, más allá de poner en vilo al país, aportaron más sombras que luces, luego de que Mulino tildara de “falsedad absoluta” e “intolerable” un anuncio hecho por el Departamento de Estado.

Según este, Panamá había acordado no cobrar peajes a los buques norteamericanos en el tránsito por la ruta fluvial, pero sin definir una estrategia clara ante lo más evidente: la amenaza a la soberanía sobre la base de mentiras en torno a la injerencia del gigante asiático.

El sociólogo argentino Atilio Borón, en exclusiva con Prensa Latina, comentó que el momento le recordó las falacias orquestadas por el expresidente norteamericano George W. Bush sobre la tenencia de armas de destrucción masiva, solo para justificar una invasión militar a Iraq.

En ese contexto, dijo el ensayista, no se puede olvidar que la guerra ahora de Estados Unidos es contra China, su enemigo fundamental con deseos y capacidad para transformar el orden mundial.

QUIEN CALLA, OTORGA

Mientras los días transcurren, Trump insiste en que no descarta incluso el uso de la fuerza militar para recuperar la infraestructura construida por Estados Unidos y que fue entregada a los panameños hace 25 años.

En un cruce de mensajes, el esperado diálogo telefónico parecía definitivo en el duro intercambio de declaraciones públicas que comenzó el pasado 22 de diciembre, cuando Trump amenazó con retomar el control del Canal de Panamá si las tarifas de tránsito a sus buques no se ajustaban a su criterio.

En aquella ocasión, Mulino respondió que cada metro cuadrado del Canal pertenece a Panamá. Entonces, el inquilino de la Oficina Oval escribió: “Ya lo veremos” y publicó una foto de la bandera de Estados Unidos ondeando sobre el agua con la inscripción: “Bienvenido al canal de Estados Unidos”.

Mulino confirmó el primer acercamiento en sus redes sociales horas después de una conferencia de prensa en la que desmintió al Departamento de Estado, liderado por Marco Rubio, quien aseguró que el Canal se había comprometido a permitir el paso gratuito de buques de la Armada estadounidense.

El presidente panameño señaló entonces que afirmar que el Partido Comunista Chino controla el Canal es una información malintencionada.

Por su parte, desde República Dominicana, Rubio —quien se reunió con Mulino el pasado domingo 2 de febrero— aseguró que respeta el marco legal de Panamá y los procedimientos que rigen el Canal, aunque calificó de “absurdo” que Estados Unidos tenga que pagar cuotas para transitar “una zona” que, según él, tienen la obligación de proteger en momentos de conflicto.

Para algunos analistas la guerra que comenzó Trump contra Panamá es principalmente mediática a partir de la construcción de una narrativa falsa sobre el Canal de Panamá, que no se está desmintiendo de manera contundente.

La poca difusión de la posición panameña, aquel apotegma del que calla otorga, allanó el terreno para lo que busca Trump: lograr que sus mentiras alrededor del supuesto control chino del Canal se conviertan en la creencia predominante.

Esto, sin lograr apenas que los hechos que sustentan la soberanía sobre el Canal sean escuchados por el mundo, a pesar de tener Panamá un puesto en el Consejo de Seguridad como miembro no permanente, estiman los investigadores.

GARROTE EN MANO

A criterios de varios medios de comunicación, tras la visita, garrote en mano, del exsenador por la Florida y ahora halcón de la política exterior estadounidense, solo se veía a un Ejecutivo complaciente que otorgó concesiones desde la primera reunión.

Mulino se comprometió a no renovar el memorando suscrito con China de Ruta de la Seda, suscrito en 2017 y mucho más allá a recibir migrantes deportados desde Estados Unidos, para lo cual cedió la pista de aterrizaje de Nicanor, en Metetí, en las inmediaciones de la selva de Darién, que algunos ven sería una base militar encubierta y enfilada hacia otros países de la región.

El inquilino de la Casa Blanca subió de tono y afirmó sentirse insatisfecho con los acuerdos logrados por Rubio y ratificar que, si Estados Unidos no toma el Canal, “algo poderoso va a pasar”, otra humillación que pasó sin respuestas.

La situación tuvo su punto más álgido cuando el Departamento de Estado publicó oficialmente un comunicado en el cual aseguraba que en negociación de la Autoridad el Canal y la marina estadounidense, los barcos militares del norteño país estarían exentos de pagos de peajes a su paso por la vía interoceánica, divulgado como otro logro de Trump, lo que tampoco se desmintió inmediatamente.

Ante la ambigüedad y el silencio, y el anuncio de Mulino de que daría instrucciones a su embajador en Washington, Eloy Alfaro, para desmentir esas falsedades, aún no se sabe nada de las acciones del diplomático.

PODRÍAN VIOLARSE LOS TRATADOS DE 1977

Está claro que la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y el Gobierno no pueden eximir del pago de pesos a la marina de guerra de Estados Unidos, estarían violando los Tratados suscritos en 1977, en particular el de Neutralidad, vigente hasta el día de hoy.

Pero ese principio jurídico debe ser ampliamente comunicado a la opinión pública internacional, para favorecer la posición local ante las grandes presiones de Washington, aunque Mulino asegure que no necesita de “compañeros de viaje” para defender los intereses del país.

Pese a ello, el cuerpo diplomático, que debería estar haciendo ese trabajo, deja mucho que desear, señaló al respecto el excandidato presidencial en 2024, Ricardo Lombana.

Actuar en solitario, coincidió el analista internacional Alonso Illueca, sería un completo despropósito, pues Panamá como Estado soberano ha logrado las conquistas más grandes con el apoyo de la comunidad internacional.

El analista expuso como ejemplo el proceso negociador de los Tratados Torrijos-Carter de 1977, que lograron la devolución del Canal a manos panameñas, 23 años después.

MOVILIZACIÓN POPULAR

El doctor Julio Yao, exasesor del general Omar Torrijos y uno de los protagonistas del proceso de negociación de los Tratados del Canal, explicó que como nunca antes está en peligro la soberanía, situación que requiere de unidad nacional y la articulación de los movimientos populares.

También Borón apreció que toca a los colectivos enfrentar con más resolución la postura genuflexa de un Ejecutivo como el de Mulino que ofreció al país una versión de diálogo cordial y amigable con Rubio, cuando fue todo lo contrario.

Para el investigador de extensa carrera en las Ciencias Sociales, el pueblo panameño es heroico y lo ha demostrado en diferentes ocasiones como la gesta patriótica del 9 de enero de 1964, cuando jóvenes estudiantes encabezaron un movimiento popular por la soberanía al izar su bandera en la Zona del Canal, ocupada por los estadounidenses en aquel entonces.

Representantes del movimiento popular acordaron convocar a un nuevo Congreso por la Soberanía, según precisó a esta agenda informativa el secretario general del Sindicato Único Nacional de los Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares (Suntracs), Saúl Méndez.

“Apuesto al pueblo panameño y aunque como nos enseñara Martí (José Martí, prócer independentista de Cuba) ahora seamos pocos los que cargamos la dignidad de muchos, el resto se irá sumando también en defensa de la autodeterminación”, remarcó.

En la historia de la nación istmeña, se han celebrado dos Congresos por la Soberanía, uno en febrero de 1964 y, el segundo, 50 años después, en noviembre de 2014, este último auspiciado por la Universidad de Panamá.

Levantémonos, enfrentemos a esa oligarquía corrupta y vendepatria, dijo e insistió avanzar en propuestas anteriores como la Constituyente Originaria, llamada a reformar el actual Estado y modelo neoliberal imperante. “No tengo dudas que el pueblo panameño recibirá la solidaridad mundial”, agregó.

arb/ga

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