Por Ernesto Hernández Lacher
De la redacción de Europa
El primer ministro interino Dimitar Glávchev llegó al poder en abril, tras la renuncia de Nikolai Denkov, quien presentó su dimisión ante la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral) tal y como estipula un acuerdo entre las dos fuerzas políticas mayoritarias en el gobierno.
Después de las elecciones de abril de 2023 el partido conservador Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB) y la coalición reformista PP-BD, formada por Continuamos el Cambio y Bulgaria Democrática, acordaron la rotación al frente del ejecutivo.
Conocido como el abuelo de Europa, Bulgaria es un país de 6,7 millones de habitantes y está sumido en la inestabilidad política desde 2020, cuando estallaron protestas masivas contra los políticos corruptos que habían permitido a los oligarcas hacerse con el control de las instituciones estatales.
EN 2024 CONTINUARON LAS PROTESTAS
Así como en su momento las marchas antigubernamentales provocaron la caída del gobierno de Boiko Borisov, en noviembre, justo cuando sesionó el Parlamento, siete protestas en varias regiones paralizaron el transporte terrestre en Sofía, la capital.
El alcalde Vasil Terziev ordenó el despliegue de escuadrones de la policía reforzados para detener a los manifestantes que reclamaban revisar los resultados de la votación.
Los organizadores fueron los partidos Movimiento por los Derechos y Libertades y la Grandeza, a los que les faltaron los votos de una veintena de electores para cruzar el umbral en los comicios parlamentarios.
Varias asociaciones civiles también prepararon protestas al expresar su descontento con la situación del país, el trabajo del gobierno y la crisis política.
Las manifestaciones que estallaron con más fuerza en 2020 cuando pedían la salida del gobierno debido a la corrupción y el fraude reinante en el país, más tarde exigían el fin de las medidas restrictivas por la Covid-19 o el fin de la entrada libre del grano ucraniano en detrimento de la producción nacional.
En 2024, las manifestaciones también buscaban denunciar una polémica enmienda legal que prohíbe hablar de LGBTQ+ y de las llamadas opciones sexuales no tradicionales en las escuelas.
Los sucesivos gobiernos de esa nación fueron criticados por violar los derechos de esa comunidad y se niegan a ratificar el Convenio de Estambul para prevenir la violencia contra las mujeres.
ADHESION AL ESPACIO SHENGUEN
Pero no todo fue negativo en 2024 para el llamado “abuelo de Europa”, pues después de 13 años de espera, Bulgaria y Rumania se unieron en marzo, aunque de forma parcial, a la zona de libre circulación europea Schengen, lo que levantó los controles en las fronteras aéreas y marítimas de ambos países.
Aunque se mantuvieron las limitaciones por carretera a causa del veto interpuesto por Austria, se trató de un paso con alta carga simbólica, según analistas.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo en un comunicado que “se trata de un gran éxito para los dos países”.
“Es un momento histórico para el espacio Schengen, el mayor espacio de libre circulación del mundo. Juntos, construimos una Europa más fuerte y unida para todos nuestros ciudadanos”, señaló.
Más tarde, en diciembre, la Unión Europea dio el último paso para la integración plena al Schengen, al aprobar la retirada de los controles fronterizos terrestres a partir del 1 de enero de 2025.
Este paso importante completa la entrada plena de ambos países. Eso no solo refuerza ese mecanismo, sino también el mercado interior, al aumentar los viajes, el comercio y el turismo, celebró la Comisión Europea en un comunicado tras el anuncio.
No obstante, Bulgaria aún incumple criterios para ingresar a la Eurozona, una meta prevista para el 1 de enero de 2025.
El objetivo sobre la inflación no se ha alcanzado, y es probable que el Gobierno interino carezca de la fuerza política necesaria para controlar estas cifras, declaró ante la Asamblea Nacional la vice primera ministra y ministra interina de Finanzas Liudmila Petkova Bechev.
Para mediados de enero se espera que Bulgaria cumpla con el último criterio necesario para ingresar en la zona euro, lo que permitirá presentar los informes de convergencia al Banco Central y a la Comisión Europea, según analistas.
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