Por Nicholas Valdes
De la redacción de Asia y Oceanía
En su discurso durante el 21º Diálogo Shangri-La sobre Defensa y Seguridad, celebrado en Singapur, el presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos jr., afirmó que la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y el Laudo Arbitral del Mar de China Meridional reconocían los derechos legítimos de Filipinas sobre la zona.
Con esas declaraciones, la disputa entre Beijing y Manila -que se había mantenido en tenso equilibrio durante meses- escaló a un nivel superior.
Como respuesta, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China rechazó la postura del primer mandatario filipino, y subrayó que ignoró la historia y los hechos en sus comentarios; promovió su posición equivocada sobre los asuntos marítimos, y distorsionó y exageró los acontecimientos.
La portavoz de la Cancillería china Mao Ning expresó que Beijing tiene soberanía indiscutible sobre las islas del Mar Meridional de China y ejerce sus derechos soberanos y la jurisdicción en las aguas pertinentes.
China fue el primero en descubrir, nombrar, desarrollar y utilizar las Islas del Mar Meridional de China y sus aguas relacionadas, y fue el primero en comenzar y continuar ejerciendo soberanía y jurisdicción sobre las Islas del Mar Meridional de China y sus aguas relacionadas de manera pacífica y efectiva, explicó la funcionaria.
Mao añadió que la soberanía territorial y los derechos e intereses marítimos de Beijing en esa zona tienen suficiente base histórica y jurídica.
Las operaciones normales de patrullaje, aplicación de la ley, producción y otras actividades de Beijing en las aguas bajo su jurisdicción, cumplen con el derecho internacional, incluida la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, y son irreprochables, apuntó la vocera.
ORIGEN DEL CONFLICTO
El mar de la China Meridional, conocido en Vietnam como mar del Este y en Filipinas como Mar de Filipinas Occidental, es una zona marginal del océano Pacífico. Se trata del principal cuerpo de agua del Sudeste Asiático, pues sus aguas bañan las costas de ocho Estados y territorios: Brunéi, Camboya, China, Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur, Taiwán, Tailandia y Vietnam.
En 2009, Vietnam y Malasia presentaron una petición ante la Corte Internacional de Justicia para ampliar sus plataformas continentales, a lo que China protestó con el conocido “mapa de los nueve trazos”.
Con dicho plano, Beijing reclamó la pertenencia del 80 por ciento del total del mar de China Meridional, y también alegó derechos históricos sobre este espacio marítimo delimitado por aquellos nueve trazos.
Las plataformas continentales de Vietnam y Malasia no sufrieron cambios, pero en 2013 Filipinas también llevó su caso ante la Corte Internacional de Justicia, al considerar que EL gobierno chino, en su expansión en el mar de China Meridional, ocupaba territorios ajenos a su Zona Económica Exclusiva.
China se rehusó el arbitraje y un año después presentó su demanda de derechos económicos sobre el atolón de Scarborough y parte de las islas Spratly. En 2016, la corte falló en favor de Filipinas al declarar que no existía base jurídica alguna de Beijing para reclamar derechos históricos dentro la superficie marítima de los nueve trazos.
Beijing expresó que haría caso omiso del fallo de la Corte, pues Filipinas inició unilateralmente un arbitraje internacional sin el consentimiento del gobierno chino, y violó el derecho internacional, incluida la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar de China Meridional.
La soberanía territorial de China y los derechos e intereses marítimos en el Mar Meridional de China no se verán afectados por este fallo bajo ninguna circunstancia. Beijing considera el fallo como un desperdicio de papel, que no ayudará a resolver las disputas entre China y Filipinas, y no agregará ninguna legitimidad a sus reclamos ilegales, reiteró en reciente conferencia de prensa la portavoz de la Cancillería, Mao Ning.
DISPUTA TERRITORIAL
La funcionaria china declaró que el ámbito territorial de Filipinas no incluye las islas del Mar de China Meridional.
El ámbito territorial de Filipinas se rige por el Tratado de Paz Hispano-Americano de 1898, el Tratado Hispano-Americano de 1900 sobre la Cesión de las Islas Periféricas de Filipinas y el Tratado de 1930 que delimita la frontera entre el Borneo Norte Británico y las Filipinas Americanas, detalló la diplomática.
Las islas Nansha y el atolón de Scarborough no están dentro del ámbito territorial de Filipinas, según lo estipulado en los tratados antes mencionados, añadió.
Filipinas ha ocupado por la fuerza algunas de las islas y arrecifes de las islas Nansha de China y ha presentado reclamaciones territoriales ilegales sobre algunas de esos territorios y arrecifes de Scarborough y las islas Nansha mediante la denominada Ley de Línea de Base del Archipiélago y otras leyes nacionales.
De acuerdo con Beijing, Manila ha violado gravemente la soberanía y los derechos soberanos de China y la Carta de las Naciones Unidas.
LA RECIENTE ESCALADA
El discurso del presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., en el Diálogo Shangri-La de Singapur atrajo amplia atención.
“Estamos comprometidos a resolver y gestionar cuestiones difíciles a través del diálogo y la diplomacia. La política del Mar Meridional de China se basa en estos dos pilares. Sin embargo, la influencia decisiva de China en la situación de seguridad y el desarrollo económico de la región es un hecho permanente; por lo que la presencia de Estados Unidos es crucial para la paz regional. Ambos países son importantes para que la estabilidad continúe en la región y se gestione esta competencia de manera responsable, apuntó el mandatario filipino.
Al respecto, Beijing ha denunciado que Filipinas violó sus propios compromisos y el consenso alcanzado por los dos países asiáticos al cometer infracciones y acciones provocadoras y colaborar con fuerzas extranjeras para formar pandillas y hacer alarde de fuerza.
Por intereses geopolíticos egoístas, Estados Unidos apoya y coopera con las infracciones de Filipinas, y utiliza la cuestión del Mar Meridional de China para sembrar discordia entre los países de la región, un papel muy vergonzoso, denunció Mao Ning.
Añadió que engañarse a uno mismo y a los demás no permitirá que Filipinas se gane la confianza de la comunidad internacional. Los países de la región deben permanecer muy vigilantes y mantener firmemente en sus propias manos la iniciativa para la paz y la estabilidad en el Mar Meridional de China.
ESFUERZOS REGIONALES POR LA PAZ
Pese las tensiones, la situación se mantiene en general estable gracias a los esfuerzos conjuntos de China y los países de la Asociación del Sudeste Asiático (Asean).
No existe problema con la libertad de navegación y sobrevuelo que disfrutan todos los países, de conformidad con la ley. China está dispuesta a seguir trabajando con las naciones que integran la Asean, incluida Filipinas, para gestionar las diferencias marítimas, profundizar la cooperación e implementar plena y eficazmente la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar Meridional de China, declaró el Ministerio chino de Asuntos Exteriores.
La Cancillería recalcó que Beijing insistirá siempre en resolver por vías pacíficas los conflictos y diferencias mediante negociaciones y consultas con los países directamente interesados, sobre la base del respeto a los hechos históricos.
Instamos a Filipinas a que cumpla sus compromisos, respete el alcance territorial determinado por los tratados internacionales, implemente plena y efectivamente la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar Meridional de China, ponga fin de inmediato a las infracciones y provocaciones marítimas, y regrese lo antes posible al camino correcto de gestionar adecuadamente los conflictos y las diferencias mediante el diálogo, exhortó la Cancillería.
Desde su apertura, hace unos 45 millones de años, el Mar de China Meridional ha sido depositario de grandes volúmenes de sedimentos aportados por los ríos Mekong, Rojo y Perlas. Varios de estos deltas son ricos en depósitos de petróleo y gas. Desde el punto de vista estratégico, la zona se encuentra en una ruta marítima muy concurrida.
Todos estos elementos convierten al Mar de China Meridional en una zona altamente disputada, aunque el diálogo debe ser la vía para la resolución del conflicto, en vez de mostrar músculo naval y militar. Un camino que podría desencadenar una confrontación con consecuencias irreversibles.
arc/nvo