jueves 12 de diciembre de 2024
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Laos-Cuba: hermandad nacida en el combate y la resistencia

Vientiane (Prensa Latina) La conmemoración del 50 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Laos y Cuba marcó definitivamente aquí el año que está por concluir y dio realce a una historia de hermandad nacida en el combate y la resistencia.

Por Moisés Pérez Mok

Enviado especial

Surgidos y fraguados al calor de la lucha común por eliminar las secuelas del colonialismo y el neocolonialismo, los nexos entre estas dos naciones tan distantes en la geografía y tan diferentes culturalmente encontraron temprano asidero en la solidaridad y el respaldo firme y desinteresado.

Aún antes de fundarse los lazos diplomáticos (4 de noviembre de 1974), la heroína del Moncada Melba Hernández protagonizó en los años 1960 una expresión del más genuino compañerismo, al convivir durante un mes en las cuevas de Viengxay con un pueblo que sufría la más despiadada agresión del imperialismo yanqui.

Así lo hizo notar el presidente del Parlamento cubano, Esteban Lazo, en el acto conmemorativo por los 50 años de relaciones diplomáticas, donde recordó que en 1973 llegó al territorio liberado de Laos la primera brigada médica, como muestra del altruismo y el compromiso de la Revolución cubana con un hermano situado al otro lado de mundo.

En la propia ceremonia el titular de la Asamblea Nacional de Laos, Xaysonphone Phomvihane, subrayó que “Cuba no dejó nunca de brindarnos un valioso apoyo y asistencia, contribuyendo en la formación de recursos humanos (en la actualidad 38 jóvenes laosianos cursan estudios allí), y en otros ámbitos como el deporte y la educación superior”.

DE LA HABANA A VIENTIANE

Las celebraciones por el medio siglo de nexos diplomáticos fueron declaradas abiertas en septiembre del pasado año por el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en ocasión de la muy apreciada visita a La Habana de su homólogo laosiano, Thongloun Sisoulith, para participar en la Cumbre del Grupo de los 77 y China.

En Laos la conmemoración del hito histórico comenzó en mayo último en la provincia de Hoaphanh, cuna de la revolución lao, con una visita a las cuevas de Viengxay, adonde llegó la primera brigada médica cubana para laborar en el hospital de campaña Amistad Vietnam-Laos.

De aquella época, rememoró la embajadora de Cuba aquí, Enna Viant, se conservan muchas y extraordinarias anécdotas, como aquella referida a uno de los primeros médicos llegados acá y que donó dos veces su propia sangre para salvar a una paciente.

“Eso no se olvida y también explica por qué es tanto el cariño, la admiración y el respeto con que nos reciben dondequiera que llegamos; porque Cuba no trajo aquí a un ejército para combatir, sino a profesionales dispuestos a brindar una cooperación efectiva y necesaria para el pueblo lao”.

A partir de entonces, señaló, decenas de médicos, enfermeras y técnicos sanitarios prestaron servicios en esta hermana nación, mientras jóvenes laosianos viajaron a la isla para formarse tanto en estas especialidades como en los institutos pedagógicos y la Escuela Internacional de Educación Física y Deportes, y en carreras técnicas.

Como parte de las celebraciones también se sembró un árbol de la amistad en el Parque Vientiane, se realizó el concurso “50 años de relaciones, amistad y cooperación”, lanzado en la escuela Amistad Laos-Cuba, ubicada en el distrito Saythany, de esta capital, y se realizó el Primer Taller Científico en la Universidad Nacional Lao.

Llegamos a este 50 aniversario con pasos muy avanzados en nuestras relaciones diplomáticas, un muy alto nivel en el ámbito político y un fluido diálogo, enfatizó Viant, quien agradeció el invariable respaldo de Laos al derecho de Cuba a su autodeterminación e independencia y en contra del recrudecido bloqueo estadounidense.

VIENGSAY VALDÉS: CIERRE CON BROCHE DE ORO

No pudo ser mejor el cierre para estas celebraciones que la actuación a comienzos de este diciembre en el Salón Nacional de la Cultura, en Vientiane, de la primera bailarina y directora general del Ballet Nacional de Cuba (BNC), Viengsay Valdés, junto a parte de su elenco.

Considerada como uno de los más importantes acontecimientos culturales de los últimos años, la presentación –en opinión de la propia Valdés- fue un éxito total y permitió presentar al público laosiano los diferentes estilos y una parte de ese repertorio que nos permite que el BNC sea reconocido en el mundo entero”.

A Viengsay la unen estrechos lazos con esta pequeña nación indochina, donde se presentó por vez primera en 2004 y luego en 2016.

Pero esta vez fue diferente: “tuvimos un recibimiento por todo lo alto, con mucho cariño y efusividad, e incluso me fue impuesta la Orden de la Amistad, conferida por el presidente Thongloun Sisoulith. Me sentí como en casa”, afirmó en declaraciones a Prensa Latina.

Y es que para ella Laos es su segunda patria. Aquí llegó en brazos de su madre con apenas tres meses de nacida para vivir su primera infancia, disfrutar sus primeros juegos, entablar sus primeras relaciones de amistad y dar sus primeros pasos, también en el baile.

A mediados de la década de 1970 sus padres, Roberto Valdés y Clara Herrera, fueron nombrados Embajador y encargada de Asuntos Culturales, respectivamente, en la primera misión diplomática de Cuba en esta capital.

De ahí que contaba con apenas tres años de edad cuando actuó por vez primera ante el público en un acto realizado en la propia Embajada para conmemorar el natalicio del Héroe Nacional cubano, José Martí, y comenzó a cosechar aplausos al bailar el Lam Vong (danza en círculo), uno de los bailes folclóricos más populares de la pequeña nación indochina.

Es por eso que esta vez quiso dedicar su actuación, junto a parte del elenco del BNC, a sus padres, “que sembraron aquella semilla que hoy florece en 50 años de amistad y estrechas relaciones, en las cuales ha estado siempre presente la colaboración”.

arb/mpm

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