viernes 31 de octubre de 2025

Juan Luis Guerra, voz y símbolo de la dominicanidad (+Fotos)

Santo Domingo (Prensa Latina) En una noche que combinó emoción y memoria, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Dominicana (Mirex) rindió homenaje al músico y cantautor Juan Luis Guerra.

Por Mariela Pérez Valenzuela

Corresponsal jefa en República Dominicana

El Mirex, en nombre del pueblo, otorgó el título de “Patrimonio Musical y Poético de la República Dominicana” a uno de los artistas del país con una carrera que ha marcado la música latina durante más de cuatro décadas.

La ceremonia, cargada de simbolismo, reunió a amigos, colegas y familiares que celebraron la trayectoria de Guerra, cuya voz y poesía han dejado huella en generaciones.

Cada nota interpretada y cada palabra recordada hicieron que el legado del también productor estuviera más vivo que nunca, con la evocación de sentimientos, y un orgullo nacional que se respiraba en el aire.

Desde sus inicios en los años 80 con “Soplando” y la formación de Juan Luis Guerra y 440, mostró su talento para fusionar merengue, bachata y jazz, y creó un estilo único que pronto conquistó América Latina y el mundo.

Su primer álbum, “Soplando” (1984) lo describió como una “una fusión de merengue tradicional con jazz, unido a una vocalización al estilo del grupo estadounidense Manhattan Transfer”.

El salón principal del Mirex se llenó de aplausos el 28 de octubre cuando el canciller Roberto Álvarez evocó las cuatro décadas de carrera del artista que, dijo, “ha elevado nuestra música a dimensiones extraordinarias, dotándola de elegancia poética y una versatilidad sin precedentes”.

Lo verdaderamente significativo es su capacidad para narrar –con versos poéticos que seducen y cautivan la imaginación y el corazón– las vivencias cotidianas de nuestro pueblo: sus sueños de justicia social, su fe profunda, su alegría y sentido del humor inquebrantable, agregó el titular.

Su gran salto internacional llegó con “Ojalá que Llueva Café” (1989) –una creación de contenido social y humano-, y luego con “Bachata Rosa” (1990), álbum que vendió más de nueve millones de copias y le dio su primer Grammy, llevando la bachata a escenarios globales.

A lo largo de su carrera ha mezclado ritmos tradicionales con sonidos contemporáneos como con el disco “Fogaraté” (1994), en el que en su tema “La Cosquillita” retoma el merengue tradicional y acelerado conocido como “perico ripiao”.

En este disco, el artista explora nuevas fusiones al combinar el merengue con ritmos africanos como el soukous, en especial en canciones como “Fogaraté” y “El beso de la ciguatera”, junto al guitarrista congoleño Diblo Dibala, logrando un sonido fresco y festivo.

NACIÓN DE RITMOS Y RAÍCES

Cuando le tocó hablar en la ceremonia, Juan Luis Guerra agradeció el privilegio de haber nacido en una tierra rodeada de música.

El agasajo, que también celebró el Día Nacional del Merengue (26 de noviembre) y de la Bachata (11 de diciembre), reafirmó el valor de esos ritmos como instrumentos de diplomacia cultural.

Ambos fueron declarados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2016 y 2019, respectivamente.

“La música es una memoria viva que late en el corazón de cada dominicano”, expresó María Alejandra Castillo, directora de Diplomacia Especializada de la Cancillería.

Desde “Ojalá que Llueva Café”, junto a piezas devenidas himnos musicales, como “La bilirrubina” o “Las avispas”, Juan Luis Guerra llevó el sonido dominicano a los cinco continentes, con más de 30 millones de discos vendidos.

No solo triunfó con la música romántica y el merengue, también ha abordado temas sociales y humanitarios, como en “Areíto” o los conciertos benéficos que organizó, por ejemplo, tras el terremoto en Haití en 2010.

Areíto (1992) incluye temas como “El Costo de la Vida”, que reflejan las difíciles condiciones de vida de muchos dominicanos y latinoamericanos, temas que tocan la sensibilidad del público y generan una identificación con sus canciones.

Álbumes recientes como “Todo Tiene Su Hora”, “Literal” y “Entre Mar y Palmeras” muestran su creatividad constante y su capacidad de conectar con nuevas generaciones.

A lo largo de su carrera ha colaborado con artistas de renombre mundial -Alejandro Sanz, Luis Fonsi, Maná- y ha recibido decenas de premios internacionales, incluidos varios Grammy y Latin Grammy.

Su música y su estilo lo convierten en un verdadero embajador de la cultura dominicana, llevando la alegría y los ritmos de su país a todo el mundo.

Pero más allá de los galardones, su verdadero logro es hacer del merengue y la bachata un idioma universal.

Con este nuevo galardón, Juan Luis Guerra reafirma una vez más que sigue siendo uno de los artistas más influyentes y queridos, capaz de mantener su esencia mientras innova y sorprende.

Esa noche, entre aplausos y nostalgia, el país volvió a encontrarse con el artista que convirtió el Caribe en poesía.

arb/mml/mpv

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