Por Claudia Hernández Maden
Redacción Américas de Prensa Latina
Conocido como The Real Mas o Mas Domnik, el carnaval de Dominica mezcló de manera única las tradiciones africanas y francesas desde finales de enero. Este vibrante festival tuvo lugar en el tradicional tiempo previo al inicio de la Cuaresma e incluyó la típica música calipso, procesiones y saltos callejeros.
Con su rico patrimonio cultural y ambiente animado, Mas Domnik resultó una visita obligada para cualquiera que busca experimentar el verdadero espíritu de Dominica, declaró la ministra de Turismo, Denise Charles-Pemberton, respecto al evento que este año abarcó un presupuesto gubernamental aproximado al millón de dólares.
La ministra no solo describió al carnaval como el más original de la región, pues el gobierno ha preservado sus costumbres e integrado aspectos modernos para garantizar que los asistentes tengan una experiencia Mas real, también señaló la gran convocatoria superior a los seis mil visitantes.
Todos los sectores se beneficiaron del aumento de las llegadas de visitantes procedentes de alojamiento, taxis, turismo, vendedores y sin duda “nuestro Carnaval presentó argumentos más que sólidos para un mayor acceso a nuestro destino”, indicó.
Otra festividad anual muy esperada resultó el carnaval de Trinidad y Tobago -12 y 13 de febrero- bien conocido por los coloridos trajes de los participantes en los exuberantes lanzamientos de bandas, “peleas” con palos o sartenes de acero y las denominadas competencias de Soca, limbo y calipso.
Se dice que si Trinidad no celebra el carnaval, entonces lo está preparando. Cada año, el certamen multitudinario habitualmente asociado a la música calipso, atrae a un público más diverso y no pocas marcas internacionales como Adidas, que lanzó una colección de zapatillas inspirada en el espíritu de este género y el propio carnaval.
La diseñadora de moda trinitense Anya Ayoung-Chee estuvo a la cabeza de la propuesta que vio la luz justo en el corazón de la temporada y como su principal novedad presentó un producto en color dorado y verde azulado, que causó sensación en las redes sociales.
“Trabajamos durante un período de seis meses para impregnar la colección con una perspectiva de la historia del Carnaval desde sus orígenes, los grupos demográficos que participan.
“Y también en cómo aprovechar la historia para diseñar desde un punto de vista auténtico versus el Carnaval que se ve, a menudo una versión excesivamente comercializada”, señaló la creadora a la prensa local. Continuó que esta versión comercializada “está muy alejada de la raíz de emancipación que es de lo que realmente se trata nuestro Carnaval”, cuya génesis se formuló en medio de las dificultades para los esclavos de África Occidental y Central.
Para Ayoung-Chee, la colaboración creativa con Adidas que incluye calzado, accesorios y ropa, le permite mostrar la esencia del festejo a escala global pues “exhibiremos la identidad de una región como el Caribe en otros eventos de Norteamérica y Europa en el futuro”.
“Esperamos continuar este tipo de espectáculo itinerante con la colección e ir contando la historia del Trinidad y Tobago a través del concepto de nuestra empresa WyldFlwr, que encarna la cultura caribeña y la experiencia trabajando en la industria del carnaval, la cual genera oportunidades de superación y empleo para los jóvenes del país”, expresó.
De la tradición folclórica a la experiencia cultural, el carnaval también es una gran oportunidad de negocio para las naciones caribeñas que anualmente movilizan a promotores de eventos, diseñadores de vestuario y turoperadores.
Muchas islas registran un aumento en la llegada de visitantes durante la temporada de carnaval y los complejos turísticos suelen estar llenos hasta el tope.
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