“El turismo brasileño necesita mostrar su cara a los brasileños. Es el turismo brasileño para los brasileños”, afirmó Luiz Cegato, gerente de comunicación del reconocido sitio digital Booking.com para América Latina.
Playas vacías y los brazos abiertos del Cristo Redentor sobre una ciudad replegada y acechada por una pandemia ya no ofrecen amparo ni a propios ni a visitantes, mientras eventos como el carnaval y otras tradicionales fiestas comienzan a ser revaluados, ante el desafío de una recuperación lenta y gradual.
Brasil busca lugares más abiertos y airados para relanzar las rutas turísticas golpeadas en 2020 por la pandemia de Covid-19, que obligó al cierre de fronteras, líneas aéreas y cadenas hoteleras, y por ende ocasionó pérdidas millonarias a todo el sector.
Bajo este complejo escenario, el gigante suramericano tuvo que reinventarse y para reducir los impactos económicos, el Gobierno federal adoptó medidas con la finalidad de ayudar a la vapuleada industria del ocio.
Sin aún definirse cifras finales de 2020, autoridades aseguran que las actividades turísticas en Brasil se desplomaron drásticamente el pasado año por la crisis económica engendrada por el coronavirus SARS-CoV-2, responsable de la Covid-19.
Un estudio de la Fundación Getulio Vargas presagia que el Producto Interno Bruto(PIB) del sector perdió unos 32 mil millones de dólares en 2020, lo cual supone una reducción de casi un 40 por ciento de los ingresos en comparación con el año pasado.
En términos generales, la investigación estima que el turismo interno tardará 12 meses en recuperarse de la crisis por el virus, mientras que el internacional necesitará al menos dos años para volver al nivel de 2019.
La expectativa del sector es una reducción de los ingresos por encima del 50 por ciento en 2020, lo cual podría significar una pérdida de cerca de mil 352 360 millones de dólares en comparación con 2019.
El volumen de negocios del sector turístico en Brasil fue de 13 mil 512 457 millones 213 mil 600 millones de enero a agosto de 2020, resultado que representa una reducción del 33,6 por ciento en comparación con el mismo período en el ejercicio anterior.
Durante la etapa analizada, el resultado negativo del sector se debió principalmente a la disminución de los viajes aéreos (68,8 por ciento de retracción) y de los servicios de alojamiento y alimentación (43,2 de disminución).
Las actividades culturales, recreativas y deportivas también mostraron una reducción relevante del 33,3 por ciento de enero a agosto de 2020.
“A pesar de los resultados, el sector tiene motivos para ser más optimista en los próximos meses: además de la salida gradual del aislamiento, como se vio en las fiestas nacionales de septiembre y octubre, muchos operadores turísticos brasileños ya tienen paquetes cerrados para el primer semestre de 2021”, destacó la Federación de Comercio de Bienes, Servicios y Turismo del estado de Sao Paulo.
TURISMO DE PROXIMIDAD
Especialistas aseguran que desde que la pandemia de coronavirus paralizó el planeta en marzo, los brasileños fueron testigos del redescubrimiento de su propio país.
Y como el viajero nacional decidió hacer su propio regreso, la “nueva normalidad” ahora significa mudarse más cerca de casa, en viajes que combinan el ocio y el trabajo.
Con la puesta en marcha del Plan Nacional de Reanudación del Turismo presentada por el ministerio a principios de septiembre, el sector apostó por el concepto de “turismo de proximidad”, en referencia a los viajes por tierra a destinos de hasta 300 kilómetros de distancia.
Aunque el asunto no resulta nuevo desde el comienzo de la pandemia, el tema de los “viajes cerca de casa” fue mencionado por el 55 por ciento de los viajeros nacionales.
MÁS PÉRDIDAS
Con las fronteras bloqueadas, los hoteles con capacidad reducida, las zonas de ocio cerradas y otras medidas para controlar la pandemia, el mercado de los viajes en 2020 resultó prácticamente inoperante.
El sector, que en 2019 representaba uno de cada 10 puestos de trabajo en el mundo -o 330 millones en total- y un 10,3 por ciento del PIB mundial, según el Informe sobre el Impacto Económico de 2020 del Consejo Mundial de Viajes y Turismo, se percibió especialmente obstaculizado por las medidas de aislamiento social.
El último informe de esa junta reveló que en septiembre se perdieron más de 121 millones de puestos de trabajo en el sector. Se estima que se disiparon 174 millones de empleos en el año.
Datos de diciembre de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) estimaron una pérdida de ingresos de 13 mil 610 millones de dólares para las aerolíneas de Brasil en 2020.
Antes del coronavirus, había una red de casi 50 mil rutas aéreas que cruzaban el mundo. En menos de un año, la pandemia barrió casi un tercio de ellas del mapa.
Durante el período más agudo de la calamidad, las aerolíneas redujeron sus actividades hasta en el 99 por ciento.
“Los libros de historia registrarán el 2020 como el peor año financiero para la industria del turismo sin excepción. Las aerolíneas del mundo recortaron miles de millones en gastos. Si no fuera por el apoyo financiero de los gobiernos locales, habríamos visto quiebras a gran escala”, admitió Alexandre de Juniac, director general de la IATA, en una nota en el sitio web de la asociación.
RED DE DESTINOS URBANOS DE AMERICA LATINA
A tenor con los tiempos, Brasil también se alió a otros países en la reanudación del turismo internacional. En tal sentido a la Red de Destinos Urbanos de América Latina que pretende reactivar la economía de estas plazas y atraer a los vacacionistas extranjeros.
Forman parte de ese esquema ciudades como Río de Janeiro, Sao Paulo, Medellín y Bogotá (Colombia), Buenos Aires (Argentina), Ciudad de México (México), Lima (Perú), Quito (Ecuador) y Santiago (Chile).
La asociación, según la cartera de Turismo, busca fomentar la recuperación económica de estas urbes a través del turismo, combinando todas las características que las unen como destinos latinos.
Expertos presagian que el turismo ganará cuota de mercado, aunque dejando algunas pérdidas a medio camino, siempre y cuando los empresarios hagan los ajustes necesarios a corto plazo, pero sin adoptar una perspectiva a medio y largo término.
RECUPERACIÓN
A pesar de las dificultades, aseguran entendidos, a finales de 2020 comenzó un tímido rescate en los viajes, pero con la llegada de las vacunas antiCovid-19 la recuperación debería consolidarse en 2021.
En octubre, el 92 por ciento de las familias brasileñas tenían planes de viaje para el 2021, según el Informe de Tendencias de Vrbo, una marca del grupo HomeAway que opera en el mercado estadounidense durante 24 años y es competidor de Airbnb (servicio comunitario en línea para que las personas anuncien, descubran y reserven alojamiento).
Por la mejoría, la aerolínea Blue volvió a operar con el 90 por ciento de su capacidad doméstica y el 70 total.
En el mismo período, Gol alcanzó el 75 por ciento de su capacidad total y Latam estaba con el 58 de su aforo para destinos nacionales.
La muestra del informe de Vrbo dio a entender que “el deseo reprimido de viajar y escapar de las rutinas diarias es perceptible”.
Cuando se preguntó cuál sería el beneficio número uno de las vacaciones en 2021, un 29 por ciento de los entrevistados respondió que quería escapar de la vida cotidiana.
De igual manera, un 26 por ciento de los viajeros opinó que los asuetos mejorarían su salud mental y servirían para el autocuidado.
A criterio de Leonel Andrade, presidente de la CVC, la mayor operadora de turismo de Brasil, “vivimos en un período ambiguo: por un lado, la recuperación de la economía y la inminencia de la vacunación; por otro, el aumento de los casos y la preocupación por una segunda ola de la pandemia, que es el peor escenario posible”.
Pero, apuntó, “el viaje está regresando más rápido de lo que imaginamos. En general, soy optimista”, remarcó.
“Creo que, en seis meses, a partir de la mitad del año, el flujo de viajes debería volver a un nivel muy cercano a lo que se vio en la pre-pandemia. Pero tenemos que estar atentos para ver si esta recuperación en 2021 será sostenible”, refirió.
En otra arista, Luísa Dalcin, directora de comunicación del buscador de vuelos de Viajala, que tiene más de 3,5 millones de visitantes mensuales, el inicio de esta recuperación viene después del comienzo de la vacunación.
“Hasta que eso no suceda, todo permanecerá muy restringido. Y tenemos que entender que el proceso no es inmediato”, recalcó.
De hecho, la Covid-19 seguirá siendo un obstáculo muy presente para la industria. Natalia Pasternak, doctora en microbiología y directora-presidenta del Instituto Questão de Ciência (IQC), detalló que el momento de la pandemia en Brasil resulta todavía crítico y los viajes tendrán que esperar al menos los primeros meses del 2021 para que ocurra.
“Estamos pasando por una segunda ola o la continuación del tsunami de la primera. La situación es muy preocupante y las personas aflojan las medidas de seguridad. Las vacunas están siendo aprobadas, pero aún no llegan a nuestro brazo”, reconoció.
João Augusto Machado, vicepresidente de marketing y eventos de la Asociación Brasileña de Agencias de Viajes, es optimista, pero afirma que los destinos que serán el motor de la recuperación son los nacionales.
“Desde septiembre hemos visto una recuperación en la búsqueda de viajes y la expectativa para el 2021 es positiva. Pero al principio, para los viajes en Brasil. El cierre de las fronteras en todo el mundo impulsa el turismo nacional. Del total de las ventas en 2020, el 80 por ciento fue a destinos nacionales. Y la tendencia debería continuar en 2021”, pronosticó.
En la misma arista, el ministro de Turismo, Gilson Machado, quien tomo posesión del cargo el 17 de diciembre, consideró que la industria ayuda a la recuperación económica del país, afectado por la pandemia.
Auguró buenas perspectivas para el verano, pero, aclaró, que el sector no puede pasar por nuevas restricciones de actividades, una medida tomada por alcaldes y gobernadores para tratar de contener el contagio.
“El comercio no puede soportar un segundo decreto de cierre. Nuestro país ha sido un ejemplo en América Latina de mantenimiento de puestos de trabajo. De los países turísticos, nuestro país tenía el menor desempleo, alrededor del 25 por ciento”, aseveró.
DESTINOS
Recientemente, el ministerio comunicó que Natal, capital del estadio Rio Grande do Norte, es el destino más buscado por los turistas para el verano de 2021.
La Encuesta de Negocios indica que un 46,4 por ciento de los viajeros buscan destinos con sol y playa para esta temporada, un número muy superior al segundo lugar, de los lugares culturales y el patrimonio histórico, con un 13,8 por ciento de las indagaciones.
Basándose en estos datos, el estudio señala que la región noreste tiene seis de los 10 principales destinos locales de la temporada.
Después de Natal, líder en búsquedas, los destinos más escrutados en todo Brasil, en orden, son: Foz do Iguaçu, Fortaleza, Río de Janeiro, Maceió, Gramado, Ipojuca, Sao Paulo, Porto Seguro y Salvador.
“Estamos viviendo el momento de la reanudación del turismo y siguiendo tendencias mundiales de priorizar a la naturaleza”, sostuvo el ministro Machado.
Para la Asociación Brasileña de Agencias de Viajes, Natal y los destinos de sol y playa resultaron los más inquiridos, pues las personas, ante el escenario de la pandemia, buscan lugares más abiertos y aireados.
arb/ocs/acl
*Corresponsal de Prensa Latina en Brasil
*Este trabajo contó con la colaboración de Adriana Robreño, Alberto Corona, traducción de George Mc Pherson, la webmaster Wendy Ugarte y la cortesía de imágenes del Ministerio de Turismo de Brasil.