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lunes 25 de noviembre de 2024
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ESCÁNER: De la caricatura al meme, nos vemos en Internet (+Fotos +Video)

La Habana (Prensa Latina) La caricatura encontró formas de sobrevivir en el mundo ante la migración a Internet de muchos medios de prensa escritos, su principal soporte, señaló en entrevista exclusiva para Prensa Latina el artista visual Arístides Hernández (Ares).
Por:
Mario Muñoz Lozano
Jefe de la Redacción de Cultura de Prensa Latina

El creador, entre los caricaturistas cubanos más premiados a nivel internacional, confesó no temer por el futuro del género, porque como lo hicieron la radio, la televisión y el cine, se adaptará a los adelantos y se mantendrá en la preferencia del público.

Para el reconocido pintor, la red de redes se ha convertido en un espacio importante de socialización de obras y exposiciones de humor gráfico, además de facilitar la promoción de muchos talentos en países donde existe poca difusión de su trabajo.

Amplió que la autopista de la información ha facilitado la inmediatez del conocimiento de noticias y acontecimientos mundiales relevantes, lo que ha permitido participar y “opinar” con rapidez sobre cualquier suceso, lo mismo a través de los medios de comunicación que desde las redes sociales.

“Cuando yo comencé a hacer caricaturas, para dar a conocer mi trabajo dependía de que se publicara en algún medio de prensa específico y en ellos fue que la gente comenzó a ver mi trabajo”, comentó Ares.

En su opinión, los más jóvenes ahora no necesitan necesariamente de ese soporte para darse a conocer. “A través de las redes sociales, en poco tiempo, si tienen una obra de calidad, la gente empieza a reconocerla al instante, además de que puede difundir su trabajo sin intermediarios”, dijo.

Sin embargo, no todo corre de manera favorable para la caricatura, porque la existencia de más espacios para publicar, no significa que se convierta en un trabajo rentable para el creador, comentó el también ilustrador de libros, revistas y otras publicaciones nacionales y extranjeras.

Aclaró que en la mayoría de los espacios donde hoy aparecen caricaturas no se paga por publicar, ni por los trabajos; por lo tanto, en ese sentido se enfrenta una crisis.

Juan Alarcón, caricaturista de El Heraldo de México, durante la mesa de diálogo Libertad de Expresión y Derechos Digitales, en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, manifestó su preocupación por la situación del gremio.

“…Nunca me había sentido tan vulnerable. Hay una crisis en la caricatura editorial, no hay espacios y hay mucha censura”, dijo al referirse a la supervivencia de la caricatura en la era digital.

EL MEME LLEGÓ PARA BURLARSE RÁPIDO DE TODO

Otra ruta importante para la caricatura y la historieta, desde hace muchos años, fue la animación, que ganó fuertes aliados y recursos financieros para su desarrollo tanto en el cine como en la televisión.

En la actualidad, las narrativas han trascendido mostrándose a varios niveles: multiplataforma, multimodal, multicanal, entre otros, caminos donde al humor gráfico digital le surgió un nuevo familiar que corre más rápido y que ha conquistado muchos seguidores: el meme, que desde hace algunos años viene haciendo de las suyas.

Nacido en un inicio para mostrar de manera gráfica el estado emocional de los usuarios en las redes sociales, el meme ha evolucionado hasta convertirse en un lenguaje que puede transmitir ideas sobre cualquier temática.

La caricatura y el meme son dos piezas humorísticas que comparten las mismas intenciones críticas, aprovechan temas coyunturales como fuente primaria de su creación y ambas utilizan como herramientas comunicativas el humor, la imagen y textos.

Según el “monero” (así les llaman a los caricaturistas en México) Manuel Falcón, la primera es la expresión gráfica de los rostros y personajes del mundo de la política que tienen que ser identificados por el público, mientras el meme es “una especie de chiste viral que busca la parodia mediante la fotografía”.

En su opinión, algo que los diferencia es la responsabilidad que muestra el creador por su trabajo al estampar su firma, lo cual no sucede en el caso de los memes.

“Yo me responsabilizo de mis creaciones, va mi firma y estoy identificado como el autor de la expresión gráfica humorística, mientras que el realizador del meme es anónimo, lo que considero como bullying (acoso) porque se pasan la bola”, expresó Falcón en el evento TalentLand de 2018, en Jalisco.

Manifestó que otra de las diferencias está en que la fuerza viral de los memes se extingue muy rápido, “en cambio la caricatura te deja pensando, y te da oportunidad de reflexionar, te permite encontrar claves que te dan para pensar, incluso indagar sobre el tema”.

Sin embargo, en los últimos años esa historia cambió. Según el humorista cubano, el auge y reconocimiento de la calidad de muchos memes es tal que algunos de sus realizadores ya firman sus trabajos, se agrupan en comunidades con muchos seguidores y organizan eventos.

Al ser una herramienta de comunicación en apogeo, el meme ocupa un espacio en la cotidianidad de los usuarios en línea. Esta pieza se posiciona como un recurso humorístico recurrente en el día a día de la interacción de las comunidades digitales.

En su disertación “De la caricatura al meme: las nuevas formas visuales de generar opinión a través del humor”, Gabriela Ochoa, de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador, aseguró que el meme ya es una pieza indispensable en el mundo de las redes sociales.

“Esta ilustración humorística se popularizó en un espacio en donde muchos producen y reproducen sus formas de pensar a través de estas imágenes. Esta innovadora narrativa aborda un sin número de temas, entre ellos, ha invadido el espacio político”, indicó en su tesis de Licenciatura en Comunicación.

Reconoció además que en ocasiones la intención de direccionar la opinión pública hacia una determinada postura parece ser uno de sus objetivos claros.

Acerca del uso del meme en los temas de connotación política, Ares argumentó que hay países, incluso, que tienen oficinas estatales dedicadas a la producción de memes.

“Muchas instituciones han descubierto que el meme es una buena herramienta para ridiculizar al contrario o para enviar determinados mensajes políticos”, puntualizó.

Para el creador cubano, aunque ambos tienen vida propia, la caricatura y el meme se encuentran en muchos puntos. “He visto caricaturas mías convertidas en memes por no sé quién; lo mismo ha sucedido con otros colegas”, resaltó.

Confesó que alguna vez se atrevió a hacer memes de incógnito, pero no lo hizo más, “porque si hago memes estoy perdiendo ideas para mis caricaturas. Y también he hecho caricaturas que tienen cierta elaboración parecida a la del meme, aprovechando otros recursos gráficos”.

Alarcón, por su parte, es de los disfruta los memes, pero considera que éstos jamás sustituirán la experiencia de ver una buena caricatura o un buen cartón político. “Para dedicarse a esto no sólo se necesitan agallas para enfrentar amenazas, sino mucha inteligencia”, aclaró.

Sin duda, la tecnología beneficia la creación y distribución de memes, sin embargo, la evolución de la caricatura política evidencia que no podemos colocarlos frente a frente, sino verlos como nuevos aliados en el mismo objetivo crítico de lo social y lo político.

En 2015, Ares ganó el Concurso de Caricatura Política Ranan Lurie, que convoca Naciones Unidas cada año, el cual reconoce el nivel artístico de las piezas, el análisis político de los hechos, la capacidad de prever las consecuencias de los sucesos, así como a la habilidad para reflejar el espíritu y los principios de la ONU.

La obra fue su manera de responder ante el ataque terrorista al semanario francés Charlie Hebdo, París, acción en la que murieron varios de sus amigos caricaturistas como Stéphane Charbonnier(Charb), director de la revista, y Georges Wolinski, entre las 12 personas asesinadas el 7 de enero de 2015.

Sin duda, la caricatura continuará abriéndose paso ante los nuevos retos, como lo hizo hasta ahora, mientras el meme seguirá utilizando los avances a su favor y dará la oportunidad a cualquier persona de convertirse en francotirador de la realidad política, social, económica o cultural de su entorno y hasta global.

Ares es otro de los que apuesta por la vigencia de la caricatura política como medio de gran influencia. “Mucha gente busca primero la caricatura y después la noticia. Su elaboración permite una comunicación muy fácil con los públicos”, reflexionó.

Advirtió que hay mucha caricatura política que defiende causas innobles y muchas veces su mensaje predomina, como mismo prevalecen ese tipo de informaciones en la prensa que más dinero tiene.

El intelectual cubano subrayó que, no obstante, también hay mucho humor gráfico bueno en favor de las causas más nobles y que ha sobrevivido a todas las épocas, el cual debería ser mejor defendido y aprovechado.

Arc/mml

Colaboraron en este trabajo:
Armando Reyes
Editor Especiales Prensa Latina
Danay Galletti
Redacción Europa
Laura Esquivel
Editora Web Prensa Latina
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