Por Zeus Naya
Corresponsal jefe en Guatemala
Supuestas movilizaciones populares fueron organizadas desde los grupos mafiosos, sectores recalcitrantes, partidos de derecha, donde está lo peor de lo peor, que aún continúa sin desaparecer, subrayó el sicólogo y filósofo.
De alguna manera el crimen organizado, con sus operadores, los narcodiputados, narcoalcaldes, la Fundación Nacional contra el Terrorismo, mantienen su pensamiento de la guerra fría, remarcó el también académico universitario.
Todos esos buscan conservar sus negocios, como lo hicieron durante el gobierno de Otto Pérez (2012-2016), de Jimmy Morales (2016-2020), de Alejandro Giammattei (2020-2024), amplió el entrevistado en declaraciones a Prensa Latina.
Cuando llegó Semilla a la presidencia con Bernardo Arévalo, la esperanza de la gente era que cambiara la situación, fuera una nueva primavera democrática, acotó el investigador social en exclusiva a esta agencia.
Estos grupos sintieron que perdían poder, con un gobierno supuestamente de izquierda, que no lo es, pero no tiene el mismo discurso de antes, advirtió el escritor argentino, radicado en este territorio centroamericano.
LAS MOVILIZACIONES DE 2025
A mediados de febrero recolectores de desechos rechazaron la clasificación obligatoria de basura del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, la cual reducía la cantidad de material reciclable que podían obtener y afectaría sus ingresos.
Cientos de chapines bloquearon el siguiente mes varias calles de esta capital, en rechazo a la exigencia de un seguro obligatorio para vehículos, que los propietarios deberían pagar por los frecuentes accidentes de tránsito.
Los manifestantes, quienes en algunos lugares quemaron neumáticos y atravesaron autos para cerrar la vía, argumentaron su desacuerdo debido a la situación económica, porque la pobreza promedia el 60 por ciento de los casi 18 millones de habitantes.
La oposición política -según entendidos- obligó al Ejecutivo a dar marcha atrás a la reglamentación, emitida en respuesta al trágico accidente ocurrido durante la madrugada del 10 de febrero en la urbe, en el que fallecieron 54 personas.
A finales de mayo último, maestros convocados por el Sindicato de Trabajadores de la Educación comenzaron un plantón en los alrededores de la sede del Gobierno y causaron la suspensión de clases en unas cinco mil escuelas públicas, el 13 por ciento del total.
Liderados por Joviel Acevedo, desarmaron el campamento tras más de 50 días, sin que alcanzaran un acuerdo con la cartera sobre un pliego de peticiones que incluía un alza salarial por encima del cinco por ciento.
MÁS DE AÑO Y MEDIO
A juicio de Colussi, ya pasó más de un año y seis meses de la actual administración del país y no se ve ninguna primavera (mejora sustancial), aunque sí figura por detrás el respaldo cada vez más evidente de Estados Unidos.
Semilla es un grupo socialdemócrata que pone el énfasis en la lucha contra la corrupción y no más que eso, explicó el experto, quien escribe artículos analíticos regularmente en diversos medios electrónicos alternativos.
Los mafiosos enquistados en todos los organismos de Estado, Congreso, alcaldías, en el sistema de justicia, pensaron que con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca norteamericana iban a tener luz verde para atacar, describió.
Descartó que eso sucediera, más bien el Departamento de Estado sacó un comunicado en el cual acusó a la fiscal general Consuelo Porras de promover la corrupción y el narcotráfico.
O sea, precisó el intelectual, esos grupos no tienen el visto bueno de Estados Unidos como pensaban que lo obtendrían, y desde 2024 hacen lo imposible por desestabilizar.
Recordó que el año pasado se dieron incendios provocados, “mil cosas que promovieron para bombardear al Gobierno por todos lados”.
Este no avanzó, no hizo ninguna propuesta popular, mejora real para la gente, los diputados sí se autorrecetaron un aumento salarial, pero esa es otra cuestión, aclaró el analista a esta agencia.
Ejemplificó que Sandra Torres, voz principal de la Unidad Nacional de la Esperanza, supuestamente socialdemócrata, también se prestó para las protestas, “porque los mercados que ella domina salieron a las calles también”.
Colussi insistió en que estos grupos no desaparecieron, aunque sí perdieron algo de presencia, como al ceder en la elección del Colegio de Abogados, clave en la selección de muchos cargos públicos que tienen que ver con justicia.
La gente en Guatemala está tan mal en su lucha cotidiana por la supervivencia, que es muy fácil seguir manipulándola, por lo que se levanta esto o aquello como una medida de presión, añadió.
¿Por qué nos van a obligar a pagar 100 pesos de un seguro del vehículo, si no tenemos ni para echar combustible?, preguntó el analista político.
Sin embargo, aseveró el profesor universitario, cuestiones como un pacto colectivo transparente con los maestros son cosas elementales, mínimas, que hablan de un país, de una sociedad medianamente organizada, civilizada.
Debe existir control de emisión de gases para no morirnos envenenados, pero estamos tan metidos en una cultura de impunidad por todos lados, reflexionó.
Reciclar la basura, tener una senda para las motocicletas, son avances, aunque Guatemala sigue siendo una nación capitalista pobre, y la gran mayoría sin salida, sin solución, concluyó Colussi.
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