jueves 7 de agosto de 2025

El Caribe y sus desafíos en la transición energética

La Habana (Prensa Latina) La institucionalidad y las diferencias internas en el Caribe representan desafíos para la transición energética subregional, pero la cooperación y una mirada común son claves para avanzar, indicó el secretario ejecutivo de la Olade, Andrés Rebolledo.

Por Teyuné Díaz Díaz

Jefa de Redacción de Economía

En declaraciones a Prensa Latina el secretario ejecutivo Organización Latinoamericana de Energía (Olade), explicó que desde hace un tiempo trabajan en un diagnóstico común de la subregión que permita recoger sus especificidades con la realidad existente en materia de desarrollo energético.

El Caribe, continuó, es diverso al resto de América Latina y tiene la necesidad de abordar sus propios desafíos como pueden ser los efectos del cambio climático en la infraestructura energética.

Otros retos subregionales, dijo, están relacionados con la integración energética, porque al ser islas supone mayor innovación respecto a las soluciones. Estas pueden ser desde la infraestructura, pero una forma de avanzar es contar con una normativa común.

Pensar en algún momento en compras energéticas conjuntas, reflexionó. No solo eléctricas, sino que incluyan gas natural, incluso pudiera ser un gasoducto virtual, dada la importancia que tiene Trinidad y Tobago como proveedor.

Soluciones surgidas para ser incorporadas al estudio Transiciones Energéticas en Centroamérica y Caribe, comentó al referirse al taller desarrollado en la Universidad de La Habana, del 4 al 9 de agosto.

Rebolledo remarcó que el esfuerzo de la Olade es, colectivamente, trabajar en una mirada y diagnóstico común, soluciones que puedan ser adecuadas a las transiciones energéticas existentes en la región, y diversas particularmente, en el Caribe.

TRANSICIONES NECESARIAS

América Latina y el Caribe, representan 8,0 por ciento de las emisiones de gas de efecto invernadero del mundo con la particularidad que la mitad proviene del sector de la energía, mientras en el resto del planeta es de casi el 70 por ciento, precisó Rebolledo.

La región contribuye a la solución del cambio climático, por la gran penetración de energía limpia, “contribuimos a ser parte de la solución. No solo porque tenemos esta matriz más limpia, sino que también, porque tenemos minerales críticos”, defendió.

El 25 por ciento de la producción global de esos minerales críticos está en América Latina y, además, somos grandes productores de biocombustibles, 27 por ciento en el nivel global se producen en el área.

La transición energética es necesaria, reiteró, tiene que ver con el esfuerzo de la agenda climática y con la competitividad de nuestros países.

Ser más verdes, en materia de la matriz energética, hoy día es parte de la solución para ser más competitivos, tener mejor participación en los mercados internacionales, ser más atractivos a la inversión extranjera y que nuestros productos de exportación tengan una menor huella y, por lo tanto, sean mejor recibidos en los mercados globales.

Es sostenibilidad, pero también competitividad, apostilló Rebolledo.

RETOS DEL CARIBE

Existen importantes desafíos como la institucionalidad, pero sobre todo “las diferencias al interior del Caribe, geografías distintas, densidades distintas, propuestas tecnológicas distintas”, de ahí la importancia de tener una mirada común.

Organismos como la Olade, recordó, tienen la vocación de encontrar ese punto en común que contempla un curso muy específico en materia de capacitación en energía fotovoltaica, energía solar para toda la región, ese es nuestro objetivo.

La energía solar respecto a la matriz de América Latina, crece a tasas muy importantes, además del gran potencial existente. En el área solo se aprovecha e 2,0 por ciento de toda la capacidad potencial instalada, y existe un mundo enorme para seguir desarrollando.

La región del Caribe afronta un escenario energético complejo y desafiante, caracterizado por una fuerte dependencia de combustibles fósiles importados, altos costos energéticos y una vulnerabilidad frente a fenómenos climáticos extremos.

Condiciones que generan una creciente necesidad de avanzar hacia una transición energética que garantice un suministro más seguro, sostenible, resiliente y económicamente accesible, alineado con objetivos de desarrollo sostenible mundial y el Plan Nacional de Desarrollo de Cuba hacia el 2030.

La incorporación de sistemas de generación con fuentes renovables de energía, particularmente sistemas de solar fotovoltaica con sus respectivos sistemas de almacenamiento, emerge como estrategia clave para transformar las matrices energéticas de los países caribeños

OLADE Y CUBA

La Olade tiene una importante relación con Cuba, al igual que con el resto de los 27 países miembros, ejemplo es que la Junta de Expertos del organismo (segunda instancia de gobernanza, luego de los ministros), donde se prepara la reunión de ministros se realizó en La Habana en 2024.

Existe una mirada común desde el punto de vista de la necesidad de avanzar en las transiciones, pero también la seguridad energética, de tener un suministro estable, seguro, la búsqueda de una construcción común hacia la integración energética, cuestiones que forman parte de la agenda de la Olade.

Uno de los pilares del organismo es apoyar el desarrollo energético de los países, y dentro de ello, la formación de capacidades, de ahí la importancia que le concede el organismo a la firma de un memorando de entendimiento con la Universidad de La Habana.

La posibilidad de aliarnos a la Universidad de La Habana, institución de tanto prestigio, desarrollar estudios y, eventualmente, programas en conjunto, va en beneficio de la región, y ese es el objetivo del memorando de entendimiento, subrayó.

Rebolledo recordó que la Olade impulsa la capacitación, con variadas opciones, cursos gratuitos con gran participación de toda la región y un intercambio entre países, maestrías, diplomados, y una gran plataforma académica. Una expresión de cooperación sur-sur muy interesante, sentenció.

arc/tdd

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