Por Daimarelys Pérez Martínez
De la redacciòn de Cultura
Fotos: Jorge Perez Gonzalez
La oncena edición del evento Post-It en La Habana, garantizó el más actual y atrevido arte, al darle valor y fuerza a los jóvenes creadores, quienes utilizaron para esa presentación del concurso una diversidad de temas relacionados con la sociedad actual.
En entrevista con Prensa Latina, la especialista Ariadna Cabrera, una de las curadoras de la exposición en la céntrica Galería Galiano, de esta urbe, explicó que la muestra recoge en hechos el quehacer de 17 artistas noveles.
Sobre la selección avalada por el jurado, la estudiosa del arte cubano sostuvo que excepto pintura, se eligieron obras de corte instalativo con inclusión de video, fotografía y dibujo en gran dimensión.
Con el impulso de este foro se inició la segunda década de Post-It en la cual, como en años anteriores, los concursantes persisten en la voluntad de comunicar sus universos y visiones más personales en relación con las realidades que los moldean, explicó la experta.
No se trata de una exposición temática, sino “más bien de una compilación de obras que resalta la variedad de vivencias de cada uno de estos artistas”, refirió Cabrera.
La oncena edición de Post-It -finalizada el 20 de septiembre con la muestra aún en exhibiciòn- trajo pluralidad de lenguajes y de medios; de recursos comunicativos, tonos y posturas, por lo que el concurso se convierte anualmente en un espejo de la actualidad, acotó la curadora.
Nuestra galería posee un perfil de investigación y como sede cada año de este certamen es muy selectiva a la hora de una valoración, comentó.
Sin embargo, es un proyecto abierto e inclusivo en cuanto a tópicos, a procedimientos artísticos, a estrategias lingüísticas y trabaja con todos los discursos, en este caso se puede apreciar también “performance”, intervenciones en el espacio público de esta galería, videoinstalación y fotografía, explicó.
Presentamos obras bastante híbridas desde el punto de vista del lenguaje, temáticas recurrentes, como las despedidas, desde el primer Post-It y según las percepciones subjetivas de cada uno de los participantes, añadió.
La curadora se refirió al tema de las crisis sociales y la forma en la que estos jóvenes le dan tratamiento a una realidad compartida.
Como individuos con inquietudes artísticas, ellos reflejan su trayectoria en esas creaciones, por supuesto, con diferentes tonos, algunos más festivos o usando la burla; otros más dramáticos, pero al fin y al cabo, cuestiones que tienen que ver con el presente de una isla, señaló.
El arte lo que hace es despertar conciencia, reflexionar, reiteró Cabrera al referirse a la forma en la cual esta expresión rompe con los estereotipos.
Desde ese punto de partida la experta subrayó que «manifestarse a través del arte es hacer crítica, pero con el objetivo de crear pensamiento».
El arte siempre ha sido incómodo, cuestionador, desautomatizador, acotó.
ALCANCE UNIVERSAL DEL ARTE DESDE LO INDIVIDUAL
De igual manera, están las obras de un alcance más universal y abren su espectro individual hacia otros horizontes, aunque siempre va a estar la condición de cada uno presente en estas creaciones, como el caso de Clara Massó (1997), precisó.
La joven estudió en la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro en 2017. Es graduada de la Universidad de las Artes (ISA) y miembro de la nómina de artistas NFT de Fábrica de Arte Cubano.
Ha participado en diversas exposiciones colectivas como “Otra belleza amarga”, en la galería Servando Cabrera, con la videoinstalación “Nada”; y con “En tierra de nadie”, estuvo representada en Soho House, Miami, Estados Unidos.
Tomó parte también en el performance “La isla invisible”, del artista Shaquille Renom, en la galería La Empírica, Granada, España.
Massó tiene una obra ya bien afianzada, reconoció la especialista; con una visualidad muy caribeña y latinoamericana para abordar temas relacionados con la raza, es una artista negra, y ahí tienen que ver de nuevo las circunstancias de ella y su experiencia de vida.
Otro artista de la plástica ya consagrado y que estuvo en la muestra de Post-It 2024 al lado de los noveles, es el profesor del ISA Daniel Madruga (1992), quien ha exhibido su obra en colecciones internacionales.
Él llegó a este foro con un recorrido trazado. Es un excelente dibujante, atrevido, realzó Cabrera, quien fue también organizadora del concurso.
Dentro del arte cubano contemporáneo, tan plural y dinámico, él tiene la osadía de apostar por el dibujo y exponérselo al público, agregó.
Entre las exposiciones personales de Madruga destacan “Relaciones Perversas” (galería Casa 8, La Habana, 2019), así como disímiles muestras colectivas en la galería La Nave, el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales y la Galería Galiano.
Participó en varias ediciones de la Bienal de La Habana, en Art Madrid (2018) y en otros eventos de intercambio con artistas europeos.
La mirada crítica de este creador se inclina por lo general hacia el universo social. Ironiza y va al chiste, a la violencia y al amor como su contrapartida, subrayó la curadora.
Amplió que este artista se adentra sin coqueteo en el miedo y sus metáforas para elaborar su discurso y provocar así una duda, desde el absurdo o lo caótico.
Post-It viene del significado de una pequeña hoja de papel empleada para hacer apuntes cortos, como postear, con una franja autoadhesiva en el reverso que permite pegarla y despegarla con facilidad, de ahí surge el título para esta competición, aclaró.
Queremos que continúe por mucho tiempo y es que fue el primer concurso de arte comercial creado por el Ministerio de Cultura de Cuba, concluyó al responder a Prensa Latina sobre el interés de darle continuidad al evento.
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