Por Nara Romero Rams Corresponsal jefe en Etiopía
Tras 10 días de diálogo en Sudáfrica, el 2 de noviembre de 2022 y con la mediación del expresidente de Nigeria Olusegun Obasanjo, enviado especial de la UA, el gobierno etíope y el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF) anunciaron un cese de hostilidades.
Además del alto el fuego, el pacto comprendió el reinicio de la ayuda humanitaria en la zona, así como la sanación y reconciliación, pilares para preservar la soberanía e integridad.
Como parte del acuerdo de paz, se acordó implementar el Programa de Desarme, Desmovilización y Reintegración (DDR) para beneficio de entre 250 mil y 300 mil excombatientes de grupos armados. De forma paralela, se realizaron consultas públicas en todo el país para abordar en un próximo diálogo nacional los principales problemas económicos, políticos y sociales de preocupación para la población.
Otro paso importante es la elaboración de una política de Justicia Transicional, cuya preparación llevó a más de 50 debates en todos los estados regionales para recoger aportes y tener opciones para el documento final que se espera contribuya a la paz, la reconciliación y la justicia sostenibles.
En el marco de esa iniciativa, serán tratados los cargos penales contra líderes civiles y militares del TPLF por delitos cometidos durante el conflicto armado con el gobierno.
Un comunicado del Ministerio de Justicia lo confirmó el 29 de marzo de 2023 y precisó que los procesos abiertos fueron retirados en conformidad con el Artículo 6 (3) (e) de la Proclamación No. 943/2008, el cual regula este tipo de decisiones teniendo en cuenta un interés público y previa consulta con el primer ministro.
Por otra parte, la Cámara de Representantes de los Pueblos (parlamento), en sesión extraordinaria realizada el 22 de marzo de 2023 eliminó al Frente de la lista de terroristas, incluido desde mayo de 2021.
Teniendo en cuenta lo antes planteado, el presidente de la Comisión de la UA, Moussa Faki Mahamat, convocó el 11 de marzo pasado a la revisión del Acuerdo de Paz de Pretoria y afirmó que el proceso de diálogo político, la justicia transicional y el DDR son cuestiones que requieren atención urgente en el país.
Mahamat instó a demostrar el mismo compromiso y franqueza convertidos en el sello distintivo del proceso, esencial para lograr la paz en la región de Tigray (norte).
Reafirmó que el papel de la organización continental siempre ha sido y seguirá siendo apoyar los esfuerzos de la implementación del acuerdo dirigida y liderada por Etiopía, desde su firma hasta la fecha.
“De hecho, una paz duradera en Tigray no sólo será un dividendo de paz clave para Etiopía sino también para la región del Cuerno de África. Así que no puedo instarles lo suficiente, hermanos y hermanas, a que mantengan el rumbo, ya que hemos llegado a un punto crucial de este proceso, para poder consolidar los logros clave logrados hasta ahora”, enfatizó.
La reunión convocó a representantes del gobierno federal etíope, la Administración Provisional de Tigray y observadores de la ONU, la Unión Europea, la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo, Estados Unidos y el Banco Africano de Desarrollo. Fue facilitada por el Panel de Alto Nivel de la UA para el Proceso de Paz de Etiopía.
CORRECCIONES NECESARIAS PARA EL CAMINO A LA PAZ
Una vez concluida la primera revisión estratégica de la UA al Cese de Acuerdo de Hostilidades en Etiopía, la organización africana reveló en un comunicado que las dos partes acordaron realizar consultas multifacéticas para promover la paz, la seguridad y la estabilidad en la región de Tigray y reunirse en un formato similar en los próximos meses.
Pese a reconocer los avances realizados, también se identificaron áreas que requieren esfuerzos conjuntos adicionales para implementar plenamente el acuerdo.
La convocatoria de la UA llego en una etapa crítica debido a las diferencias persistentes entre el gobierno etíope y la Administración Interina de Tigray debido a obligaciones incumplidas desde la reunión de Sudáfrica.
El estatus no resuelto del oeste y partes del sur de ese estado regional norteño y el retraso en el regreso de los desplazados internos son algunas de las discrepancias planteadas en la revisión que se produjo una semana después de que autoridades tigriñas anunciaran su decisión de colaborar con el gobierno federal en relación con el acuerdo exclusivamente a través de la Unión Africana. “Las próximas discusiones se llevarán a cabo exclusivamente a través del Panel de la Unión Africana”, declaró el presidente de la Administración Provisional, Getachew Reda, después de que el consejo regional aprobara la resolución.
Asimismo, reveló que en las próximas semanas llevarán a cabo conversaciones con delegados de la UA, mediadores designados y el gobierno federal con el objetivo de abordar los persistentes desafíos relacionados con la plena implementación del acuerdo de paz.
El 9 de febrero pasado, el primer ministro Abiy Ahmed y su gabinete se reunieron con una delegación encabezada por Reda y altos funcionarios del TPLF para evaluar el tema.
Declaraciones finales por la parte gubernamental no fueron reveladas, pero Reda dijo que la alteración actual en la composición demográfica del oeste de Tigray, combinada con el desplazamiento persistente de sus habitantes, impide la viabilidad de realizar un referendo, lo que marca una marcada diferencia con la posición mantenida por el gobierno federal.
Recientemente, el ministro de Defensa etíope, Abraham Belay, dio a conocer los planes del gobierno para devolver esos civiles a sus residencias “allanando el camino para un referendo destinado a resolver definitivamente la disputa territorial”.
Según Belay, se prevé establecer una estructura administrativa temporal en las áreas occidentales de Tigray respaldada por una asignación presupuestaria directa y el empoderamiento local hasta que se celebre el plebiscito.
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