Es considerado como el deporte rey de Nicaragua, convirtiéndose en una gran pasión que en cada competencia desborda los estadios de la nación centroamericana.
UN POCO DE HISTORIA
Estudiosos del deporte de las bolas y los strikes aquí refieren que en el segundo decenio del siglo XX el béisbol nicaragüense tomó auge y las competencias entre equipos locales eran constantes.
En el litoral del Pacífico se jugaba en Chinandega, León, Managua, Masaya, Granada y algunas ciudades del norte del país. También en la costa Caribe, en especial Bluefields y Puerto Cabezas, el deporte se desarrolló de manera considerable, explica el periodista Martín Ruiz en su libro “Nicaragua en Béisbol, Historia de Selecciones Nacionales Mayores”.
El intelectual nicaragüense Jorge Eduardo Arellano señala en uno de sus textos que el despegue de las participaciones internacionales del béisbol aquí fue en agosto de 1924, cuando el equipo Bóer fue invitado a jugar en San Salvador durante las fiestas patronales de ese país.
De acuerdo con Ruiz, en diciembre de ese año se integró la primera selección nacional que jugó fuera del país, cuando en Costa Rica se realizaron unas olimpiadas centroamericanas. La selección pinolera se enfrentó a los locales y a un equipo del canal de Panamá.
Pero no fue hasta mediados de los años de 1930 cuando se organizó la primera selección nacional que compitió en un torneo oficial.
Cuentan que para esos años en la región se realizaban los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe, los cuales tuvieron sus inicios en México en 1926, y contaron con una segunda edición organizada en La Habana, Cuba, en 1930.
Apuntes históricos señalan que fue el dominicano Fernando Vicioso, un agente para Centroamérica de la editorial Vecci de Italia, quien impulsó a Nicaragua a torneos internacionales desde finales de los años 1920.
Además, Vicioso fue el promotor de la llegada aquí del primer equipo extranjero que fue el Club General Trujillo de República Dominicana.
De acuerdo con Ruiz, desde 1935 Nicaragua se presentó como un equipo muy competitivo, y en los siguientes 12 años alcanzó niveles extraordinarios enfrentando a equipos mejor preparados e integrados por peloteros profesionales.
“En esa época no había control en la categorización de los peloteros, casi siempre se jugaba contra peloteros de nivel triple A que abundaban en Cuba, México, Venezuela, Panamá, Puerto Rico y República Dominicana”, resaltó.
Añadió que con la llegada del profesionalismo al béisbol pinolero en 1956, aparte de convertirse en un gran espectáculo con varias figuras extranjeras que brillaron en grandes ligas, mantuvo en ostracismo al deporte nacional.
A partir de 1971, luego de que la Federación Nicaragüense de Béisbol Aficionado (Feniba) tomara las riendas del deporte, fue clave el aporte de peloteros y técnicos de la pelota profesional que se incorporaron a los equipos nacionales.
“Entre estos destacaban los cubanos Tony Castaño, Orlando O’Fárril, Wilfredo Calviño, Argelio Córdoba, y panameños como Calvin Byron y Manuel Antonio Díaz que, junto a los técnicos nacionales, consiguieron que el béisbol nicaragüense alcanzara altos niveles de competencia”, recoge Ruiz en su libro de más de mil 200 páginas.
LIGA PROFESIONAL
El béisbol profesional en Nicaragua tiene una historia fascinante que se remonta a mediados del siglo XX, marcada por períodos de auge, interrupciones y renacimientos, dijo a Prensa Latina el comentarista deportivo Iván Zavala.
Según datos oficiales, el choque entre los equipos San Fernando de Masaya e Indios del Bóer de Managua el 3 de marzo de 1956 en el Estadio Nacional, marcó aquí el inicio de la primera etapa del béisbol organizado con jugadores profesionales.
La profesional es un torneo donde está concentrada la mayor calidad de nuestro béisbol, afirmó Zavala, al tiempo que añadió que la expectación creció aún más con la visita de equipos profesionales extranjeros de alto nivel durante ese período inicial.
El segundo campeonato de la primera etapa se jugó en 1957, e introdujo varias innovaciones, entre ellas la instalación de luminarias en el Estadio Nacional para juegos nocturnos, así como mayor organización y estructura competitiva. Como primer campeón oficial se coronó el equipo Leones de León.
Según recoge la historia deportiva del país, en agosto de 1957 Nicaragua se afilió al béisbol organizado internacionalmente, lo cual permitió el desarrollo de ligas invernales mejor estructuradas.
Durante esa primera etapa, que se extendió de 1956 a 1967, la liga profesional nicaragüense atrajo a jugadores extranjeros de calidad, incluyendo cubanos como Conrado Marrero y Roberto Fernández.
Además, vio participar a figuras que luego se convirtieron en estrellas de Grandes Ligas como Ferguson Jenkins (miembro del Salón de la Fama) y Jim Kaat, entre otros.
Por otro lado, el torneo también desarrolló rivalidades históricas entre equipos como León y Bóer, además de participar en competencias internacionales como la Serie Interamericana, precursora de la actual Serie del Caribe.
Según los resultados registrados, los conjuntos con mayores éxitos en esos años fueron Indios del Bóer con tres campeonatos (1962-63, 1964-65, 1965-66); Leones de León, dos campeonatos (1957-58, 1959-60); y 5 Estrellas, dos campeonatos (1963-64, 1966-67).
RENACE LA PROFESIONAL
En 1967 se dejó de jugar aquí la liga profesional, y no fue hasta 2004, 37 años después, que se organizó un nuevo campeonato de esa categoría.
Comenzó a llamarse Liga de Béisbol Profesional Nacional (LBPN), y la integraron en un inicio los equipos Leones de León, Tigres de Chinandega, Indios del Bóer y El San Fernando, comentó Zavala.
Explicó que luego variaron algunas franquicias, y en un momento estaban los Orientales de Granada, luego hubo retorno de las Fieras y se llamó las Fieras del Oriental, después entraron los Gigantes de Rivas con gran suceso en 2013 ganando la final en sus primeras temporadas; y recientemente el Tren del Norte.
En la actualidad la LBPN se diputa todos los años entre los meses de octubre a enero y se consolida como una liga invernal atractiva para jugadores nacionales y extranjeros. La integran los equipos Indios del Bóer; Leones de León; Gigantes de Rivas, Tigres de Chinandega y el Tren del Norte.
“Nuestra liga ha agarrado bastante auge, competitividad, muchos jugadores de calidad con mucho talento, creo que ha sido fundamental para el desarrollo del béisbol tanto a nivel nacional como internacional”, manifestó a esta agencia Sandor Guido.
Para Guido, el mánager más exitoso de Nicaragua en los últimos años, la LBPN logró la entrada aquí de peloteros de varias naciones, lo cual permitió que la pelota tenga mayor calidad y mejor ímpetu para desarrollar atletas que permitan enfrentar a jugadores con buena velocidad y mucho béisbol.
ESPACIO PARA DESTACADOS JUGADORES
En los primeros años de la segunda etapa de la profesional por aquí pasó Kenley Jansen, por ejemplo, que posteriormente llegó a brillar a la pelota de grandes ligas, peloteros que dieron de qué hablar durante las ligas profesionales en el Caribe, y que también fueron firmados para otras organizaciones.
Para el timonel nicaragüense hay muchos peloteros que fueron parte de ese artífice que hicieron que él siguiera el béisbol, entre ellos mencionó a Henrry Roa, Nemecio Porras, Ariel “Panal” Delgado, entre otros que fueron ídolos en Nicaragua.
“Podría mencionar a otros como Edel Cabrera, Vicente Padilla, Osvaldo Mairena, fueron peloteros que uno los miraba y quería estar ahí como ellos”, manifestó.
Según Zavala, del 2012 en adelante la liga profesional también tuvo a grandes peloteros de varios países como el dominicano Wilson Batista, shortstop destacado con los Tigres de Chinandega, Anbrionix Concepción, una gran tercera base en los Tigres de Chinandega.
“Podemos decir que esta profesional, se ha venido retomando el paso, Ever Cabrera, por ejemplo, considerado el mejor shortstop de todos los tiempos en Nicaragua, que tuvo un paso fructífero en Grandes Ligas, pasó por esta liga profesional en los primeros años con el equipo del Bóer”.
“De modo que fue un resurgir esta etapa de la profesional para peloteros como el pícher nicaragüense Jonatan Loásiga, actualmente figura de los Yankees de New York”, enfatizó el comentarista nicaragüense.
JUGAR CON PELOTEROS EXTRANJEROS
Si bien algunos nicas consideran que no es una buena idea el hecho de contratar a peloteros extranjeros, para Sandor Guido es positivo, pues tener a jugadores de alta calidad de otras naciones permite que “nos enfrentemos a un picheo y un beisbol más exigente”.
“En lo personal lo veo bien, porque me gusta competir no solo a nivel interno, sino a nivel internacional, y eso hace que nuestros jugadores nacionales sean mejores, que nuestra liga sea competitiva y reconocida a nivel internacional y que se mire que se juega un béisbol de buena calidad en Nicaragua”.
“Los que son nicas casi no juegan aquí, son firmados y casi no podemos verlos desarrollar, es decir, a veces no tienen el permiso de las organizaciones y entonces tenemos que buscar el talento extranjero para enfrentarnos a ese tipo de calidad de jugadores”, argumentó.
Por su parte, Zavala cree que el país tiene suficientes peloteros nacionales para completar la liga profesional, teniendo en cuenta los formados en el campeonato “Germán Pomares” y en los juveniles.
“El asunto está en que sí hay atractivo en que vengan esos jugadores de renombre que han pasado por el béisbol organizado, algunos por Grandes Ligas”, expresó.
En esa línea, consideró que, si viene un extranjero en cualquier deporte, este tiene que ser mejor que el nacional, pero muchas veces-acotó-ocurre lo contrario.
LPBN, 20 TEMPORADAS
A decir de Zavala, la LPBN lleva 20 temporadas y sigue creciendo cada día, los equipos se consolidan más, se mercadean mejor, están en las redes sociales interactuando con el público, adaptados a las nuevas tecnologías y a las nuevas circunstancias globales también.
Los equipos más exitosos en esta segunda época son Indios del Bóer con seis campeonatos (2006-07, 2007-08, 2010-11, 2011-12, 2014-15, 2022-23); Leones de León también con seis campeonatos (2004-05, 2009-10, 2018-19, 2019-20, 2021-22, 2024-25; Tigres de Chinandega, cuatro campeonatos (2005-06, 2012-13, 2016-17, 2017-18); y Gigantes de Rivas, cuatro campeonatos (2013-14, 2015-16, 2020-21, 2023-24)
Si se tienen en cuenta los campeonatos de ambas etapas de la profesional, los equipos con más títulos ganados aquí son Indios del Bóer y Leones de León con nueve cada uno, seguido por Tigres de Chinandega y Gigantes de Rivas con cuatro.
Actualmente la LBPN se desarrolla con un sistema de torneo que incluye una temporada regular, un Round Robin (todos contra todos entre los mejores clasificados) y una serie final.
En la temporada regular los equipos juegan entre sí para determinar su posición en la tabla; durante el Round Robin los mejores clasificados (por lo general los cuatro primeros) compiten en un formato de todos contra todos para determinar los dos equipos que avanzan a la serie final en la que se elige al campeón de la liga.
PROYECCIÓN INTERNACIONAL
De acuerdo con Guido, el apoyo del Gobierno a los equipos tanto de la liga Germán Pomares como de la profesional, ahora es fundamental para tener un béisbol de calidad y poder hacer deporte fuera del país, ya sea en entrenamientos o en competencias internacionales.
“Yo creo que Nicaragua está diciendo presente, vamos al Clásico Mundial en 2026 y ahora debemos de seguir tratando de desarrollar el béisbol para que en próximos años obtengamos mejores resultados”, resaltó.
Según Zavala, esa competencia es un aliciente para el pelotero y el fanático, “porque cuando se oye el nombre de Nicaragua a nivel internacional, definitivamente le da un plus al jugador y el pelotero joven quiere estar ahí, quiere lucirse, quiere brillar al lado de las grandes figuras”.
A más de 130 años de haberse introducido el béisbol por la costa del Caribe Sur nicaragüense, el futuro aquí de ese deporte se consolida.
La organización de la Copa Mundial Sub-23 WBSC en 2026 y la participación regular en la Serie de las Américas, reafirman el compromiso en el país de seguir haciendo de este deporte la disciplina más popular y la de mayor convocatoria en esta nación centroamericana.
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